Epílogo

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—¿¡Choi Beomgyu, estás en tu casa o algo así?! —Beomgyu fue despertado repentinamente por un abrupto golpe, haciéndolo entrecerrar los ojos con una expresión perezosa desde el suelo acolchado, decorado con alfombras infantiles de colores.

—¿No dijiste que el trabajo es como nuestra casa, Bomin hyung? —Hueningkai no pudo evitar soltar una risa, desde su escritorio, dejando su actuación de estar trabajando.

—¿Cuántas veces te he dicho que me llames Líder de Equipo Choi? —La expresión de enojo de Bomin se profundizó, quitando con agresividad la delgada manta que usaba el castaño para cubrirse —Vuelve al trabajo, apenas son las diez de la mañana.

—¿¡Diez de la mañana?! —Beomgyu se levantó de un salto, buscando su celular en los bolsillos de su sudadera.

—¿No se supone que a Yeonjun sunbae hoy lo dan de baja del servicio militar? —Minjae asomó su cabeza desde el escritorio, también abandonando su actuación de trabajar, todos allí sabían que lo único que hacía ahí era editar vídeos de canciones románticas con fotos de el y Huijun.

Todavía se preguntaban cómo carajo no habían despedido a todo su equipo de desarrollo en la compañía. Probablemente gracias a los esfuerzos de Bomin, que actuaba como dictador para que todos presentaran los avances de su proyecto a tiempo.

—¡Mierda, así que eso era! —Con una expresión asustada, Beomgyu salió corriendo a toda prisa de su oficina, buscando sus zapatos en la entrada para correr con ellos en las manos por los pasillos.

—¡Vuelve aquí, Choi Beomgyu! —Bomin gritó, evidentemente enojado, aproximándose hacia la puerta para tratar de alcanzarlo.

—¡Hyung, es a las doce que tenemos que estar en la base! —Hueningkai también gritó, asomando su cabeza debajo de la de Bomin en la puerta, haciendo a Beomgyu detenerse repentinamente, casi cayendo al suelo de cara.

—¿En serio? —A este paso, todos en su piso, tenían los ojos puestos en su escena.

—Si, hyung, entra. Soo lo puso ayer en el chat grupal, ¿no lo viste?

Bien, cuatro años, y Beomgyu aún no abandonaba su costumbre de nunca revisar los chats grupales.

—Vuelve aquí y termina tu trabajo —Bomin ordenó, tratando de mantener la compostura al estar expuesto a la mirada de los demás.

Con la cola entre las patas, Beomgyu asintió levemente, aproximándose hacia su oficina y entrando obedientemente, cayendo con derrota sobre el asiento de su escritorio.

—Ya casi cogemos, JunJun —Con una expresión soñadora, sus ojos se dirigieron hacia el retrato de una foto de ambos donde se podía ver a Yeonjun calvo con lágrimas en los ojos y Beomgyu sonriendo alegremente con una máquina de cortar pelo en la mano.

Había sido un año y medio de espera luego de que el mayor ingresara al servicio militar, entrando primero de trabajador social luego de que semanas antes, Taehyun le quebrara la mano "accidentalmente", cuando el mencionó que tendría que enlistarse pronto. Sin embargo, tan pronto se recuperó decidió volver a someterse a la evaluación y se trasladó a fuerzas terrestres, argumentando que quería cumplir su deber honradamente.

Finalmente, hoy sería el día en que Yeonjun finalmente volvería a casa. Pasar tiempo solo los fines de semana había sido un golpe fuerte para Beomgyu, que se había acostumbrado a su compañía luego de vivir años juntos. Lo que lo llevó a tener una actitud de esposa viuda durante las primeras semanas, incluso armando dramas de que "su esposo se había ido a la guerra".

—Ahora ya no estás en posición de reírte de mi cuando pasé lo mismo con Huijun —Minjae alzó las cejas con burla, haciendo a Beomgyu sacarle el dedo medio —Mételo por donde te quepa.

Serendipia | Yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora