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—¿Realmente es necesario que te tiñas tu también? —Beomgyu preguntó, con la incredulidad tiñendo su voz, escuchando la risa de Chanyeol al otro lado de la línea —Estamos llevando lo de duelo muy lejos esta vez, ¿no crees? En primer lugar, tu ni siquiera lo estás.

—Ahh, vamos, tu solo te hiciste unos mechones blancos como buen gay que eres, yo me teñí todo el pelo rubio. También me hubiera gustado hacerme el mismo corte de pelo que tu, pero no lo tengo tan largo.

—Algunas partes de la cabeza me huelen extraño —El ahora castaño con mechones blancos, se quejó, arrugando la nariz al sentir el aroma cada vez que respiraba.

—Lo que sea, por cierto, tráeme de esas salchichas en palo que venden.

—Eso puedo comprártelo hasta en un puesto callejero —Beomgyu cruzó la calle, observando con una expresión lastimera los alrededores, no era la primera vez que se lamentaba de vivir tan cerca de Yeonjun, sin embargo, esta vez si se sentía verdaderamente miserable, en especial cuando el lugar se había vuelto una ruta común los últimos días cuando iba a sentarse frente a la puerta del mayor.

—Yo quiero probar esas —Chanyeol insistió haciendo suspirar a Beomgyu con resignación, se encontraba tan decaído que ni siquiera encontraba la suficiente voluntad para debatir.

—Seguro, pero te las compraré luego de que coma, no me gusta el olor de los químicos de la Peluquería.

—Lo que sea, no tardes mucho, BeomBeom.

Y sin más espera, Beomgyu cortó la llamada al ingresar a la tienda, yendo directamente a agarrar un tazón de jamjjamyeon para dirigirse a las máquinas, echándole agua caliente y poniéndolo en el espacio designado para que se cocinara, removiendolo un poco con unos palillos desechables, todo eso con una expresión tan triste que incluso una chica que pasó por allí brevemente se le quedó observando.

Ese día desde temprano había estado encerrado en la biblioteca a petición de Minjae y Hueningkai, obligandolo a estudiar al menos el último día antes de los parciales, argumentando que el rechazo no era una excusa para descuidar sus estudios. Así que sin más opción, Beomgyu pasó entre libro y libro, tratando de concentrarse en su tarea, cosa que le fue terriblemente difícil, su ánimo no le permitía nada más que reproducir todos los acontecimientos del día anterior en su cabeza, parte por parte.

Al atardecer, fue que finalmente se detuvo, siendo interrumpido por Chanyeol, quien sólo lo arrastró fuera del establecimiento de la universidad para subirlo a un autobús y terminar en la peluquería de su vecindario, siendo probablemente la única que conocía el más alto. Estando allí, se unió a las filas de obligar al castaño, convenciendolo de hacerse un corte de pelo decente, ya que el anterior casi le tapaba la nariz y los mechones ya estaban rozando su cuello, terminando casi igual a su opinión, ya que no había mucha diferencia en el largo, solo que ahora estaba acomodado de distinta forma y su flequillo no lo hacía parecer emo suicida.

Ahora, luego de medio dormirse en la peluquería, se percató de repente de tener pequeños mechones de la parte baja de su cabello decoloradas, así que sin más remedio, esperó a terminar el procedimiento para levantarse e irse, no había consumido más que una cerveza en la madrugada mientras lloraba durante todo el día, así que su estómago pedía comida casi a gritos, literalmente. Todo para que minutos después, fuera llamado por Chanyeol pidiendo que también le comprara algo.

Cuando el jamjjamyeon estuvo listo y humeante, Beomgyu tomó una botella de soju y se dirigió afuera luego de pagar, decidiendo sentarse en una de las pequeñas mesas de afuera. Ahora entendía a los señores de mediana edad borrachos que se sentaban justo en ese sitio y la misma comida que él. Ohh, compadres, habían sufrido tantos sin ser entendidos.

Serendipia | Yeongyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora