8. Estos maestros solo intentan curarlo

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¡BASTARDO!

¡Claro que es él quien tiene que llevar a Shen Qingqiu a la casa de bambú!

¡Como osa intentar quitarle este ansiado trabajo al gobernador de este mundo!

¿Lapidarlo?

No, no es suficiente, simplemente este maldito señor del Pico Bai Zhan, después de que Shen Qingqiu caiga en sus brazos, pretende ahora cargarlo.

Inaudito

Luo Binghe puede sentir como la sangre se agolpa en su pecho y pretende subir hasta su pecho, pero en un amargo bocado la traga, no va a permitir que un acto tan atroz se produzca ante sus ojos. ¿Cuándo se ha escuchado que la dama del gobernador sea llevada en brazos por el lacayo del lugar? imposible

Si, menciono la palabra dama, porque Shen Qingqiu es eso ahora para él, no lo considera débil, ni inferior, en absoluto, es por ello que no le pone el nombre de concubina, sino el de dama, es la persona por la que velará, la persona a la que protegerá y de quien escuchara su opinión, esta es la persona a la que jurara amor eterno.

''Liu-Shishu'' casi escupe las palabras aferrándose al cuerpo de Shen Qingqiu, las lagrimas dirigidas a Shen Qingqiu se han secado sin dejar rastro, después de todo Luo Binghe no puede dejar que nadie más, salvo la persona a quien van dirigidas vea este terrible espectáculo.

''Yo puedo llevar a mi shi-''

''Cállate''

Bastardo, realmente un tirano.

No le pidió autorización, ni siquiera le dio media mirada antes de levantar a Shen Qingqiu en sus brazos y subir a su espada.

''Traigan a Mu QingFang''

''Shizun''

Luo Binghe aún se negaba a soltar a su Shizun, se aferraba a él como un perro hambriento a un trozo de carne, no iba a dejar que alguien más se lo robe, mostrando los dientes y las garras, aferrándose a lo único que posee.

Lastimosamente este era aún un perro muy joven y pequeño, es imposible para el proteger este delicioso bocado, por lo que no pudo evitar que un perro más grande robe su jugosa comida.

Liu Qingge, cansado y sin saber como lidiar con alguien tan pegajoso, solo pudo hacer lo que un maestro de el Pico Bai Zhan haría.

Primero la fuerza, luego tal vez la persuasión. (Aunque lo más probable es que jamás persuada)

Sin piedad pateo a Luo Binghe con su bota, sin dedicarle media mirada antes de partir hacia la casa de bambú del Pico Qing Jing, sin culpa en su mente ni en su corazón. 

Este era un maestro realmente temible.

Todos los discípulos testigos de la escena, se sintieron ciertamente incomodos.

La sorpresa llego a ellos a montones, tanta que fue casi imposible de digerir en muchos casos, bien es dicho que luego de la tormenta llega la calma, aunque en este caso, llego primero una tormenta, luego la calma y finalmente otra tormenta que traía consigo rayos y centellas. 

Inaudito fue ver al maestro de la cumbre Bai Zhan, este increíble guerrero dios de la guerra, tomar en sus brazos a otro maestro como si fuera una bella dama en aprietos, además del hecho de que este otro maestro ¡Era nada más y nada menos que Shen Qingqiu!

Ya era conocido que ambos maestros de pico, no se toleraban, cortaban su dialogo antes de media palabra y si se encontraban por causalidad no se dedicarían ni la mas mínima mirada, la tortura llegaba a todo aquel que tenga que salir con ellos en alguna misión, aunque ese puesto era casi siempre para el maestro del Pico An Ding, todos en su mente encendieron una vela para este maestro cada vez que lo veían salir junto con el erudito y el guerrero de Cang Qiong.

Canción sin nombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora