ᨳㅤֶ֢ ㅤ۫ 𝐕𝐞𝐧 𝐚𝐪𝐮𝐢 𝐲 𝐚𝐦𝐚𝐦𝐞 ᵎ

𓏲 🧃﹕𝐗𝐈 ˒˒

El lunes WonWoo estaba feliz, entró orgulloso 1 a la escuela luciendo su abultado vientre de ya seis meses, olfateó buscando el olor de MinGyu, pero parecía no estar cerca. Caminó por los pasillos saludando a las personas que conocía, luego llegó a su casillero donde no tardó en abrirlo, sacando de allí los libros que necesitaría en el día, después metió todo dentro de su mochila. 

Repentinamente, alguien golpeó la puerta de metal a su lado, haciéndolo sobresaltar. 

─ ¿Cómo hiciste para que MinGyu pasara tu celo contigo? ─era Lia, de primer año, WonWoo la conocía porque era parte del consejo estudiantil. 

─ No he pasado ninguno de mis celos con él. 

─ ¿Y eso? ─apuntó el vientre abultado del pelinegro con una mueca. 

─ Oh, ese fue su celo. ─comentó, recalcando la última parte─ Él me lo pidió. 

─ ¡No mientas! ─espetó la omega. 

─ Oye, oye... ─WonWoo se alejó de ella─ ¿Cepillaste tus dientes? Ten. ─sacó de unos de los bolsillo de su suéter un chicle, precisamente sus favoritos─ Si te sirve de consuelo, MinGyu los compró. 

Luego, el pelinegro se fue, riéndose internamente al notar de reojo como la omega metía la goma en su boca. Entró a su salón donde sería dictada su primera clase, donde normalmente se sentaba, se encontraba MinGyu, claramente esperando por él. 

─ Hola. ─el alfa habló primero, levándose de inmediato para que el omega tomara asiento. 

─ Hola. ─murmuró, con una sonrisa tonta en los labios antes de sentarse.

─ Te traje esto. ─WonWoo observó curioso la forma en la que MinGyu sacaba de su mochila lo que parecía ser una caja de chocolates y que terminó de confirmar una vez el olor dulce se coló por sus fosas nasales. 

Sonrió aún más, apresurándose a tomar la caja y también abrirla, aunque tan pronto como elevó la tapa, su sonrisa cayó y para MinGyu fue realmente imposible no reírse. 

De diez chocolates, sólo estaban siete. 

─ Fue SeokMin, él los compró y dijo que merecía un pago. ─explicó, dejando una caricia algo más suave que las demás en sus cabellos. 

─ Está bien. ─replicó sin seguir lo suficientemente emocionado. 

En ese momento, el timbre sonó y el castaño se apresuró a salir sin siquiera despedirse, aunque para WonWoo aquello era tan normal que simplemente lo dejó pasar. En su lugar, volvió a sonreír, le agradaba la idea de que MinGyu estuviese cambiando, se notaba que estaba esforzándose en hacerlo. 

Después de tres clases seguidas, por fin salió al receso, dirigiéndose de inmediato a la cafetería donde se suponía que debían estar todos y no se equivocó, pues tan pronto como estuvo dentro, bastante cerca de la mesa habitual, logró escuchar a MinGyu y Joshua peleándose, como era de costumbre, siempre estaban discutiendo estupideces.