ᨳㅤֶ֢ ㅤ۫ 𝐕𝐞𝐧 𝐚𝐪𝐮𝐢 𝐲 𝐚𝐦𝐚𝐦𝐞 ᵎ

𓏲 🧃﹕𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥 ˒˒

Esos últimos tres años no habían sido nada fáciles, pero sí especiales, como WonWoo lo diría. Criar a dos bebés con horarios apretados y con noches sin dormir, era agotador. A veces WonWoo y MinGyu pensaban que no podrían más, pero luego escuchan a sus hijos reírse de sus propias travesuras y suspiraban, sonriéndoles de vueltas y con energías renovadas para ellos. 

Para el año siguiente que Chan y SoonYoung llegaron, ellos decidieron retomar sus estudios; MinGyu decidió hacer la carrera de Mercadotecnia, según él, le ayudaría a tener un buen puesto dentro de la empresa de su tío donde actualmente trabajaba, y también porque en verdad le gustaba, mientras WonWoo se decidió por algo más sentimental, como había dicho MinGyu alguna vez cuando se enteró que empezaría con su carrera de Licenciatura en Pedagogía Infantil, porque bueno, él adoraba a los niños. WonWoo para esos tiempo se encontraba trabajando como cajero en un sala de belleza, una de las mejores en la cuidad, por lo que podía pagarse sus estudios a la vez de darle gustos a sus pequeños. 

Ese día era uno muy caluroso, demasiado. WonWoo se encontraba sentado en el sillón de su casa con un gran bote de helado en sus manos, en el suelo se encontraban SoonYoung y Chan, ambos sólo tenía su ropa interior, aunque SoonYoung además tenía su pañal; ellos también estaban compartiendo un bote de helado que había bastado para que ambos estuvieran completamente sucios. MinGyu se encontraba en el patio trasero haciendo algo que WonWoo desconocía. 

─ Papi. ─habló Chan desde el suelo, limpiándose con una de las camisas de ambos niños que se encontraba en el suelo─ Donde tabajas pintan cabellos, ¿Shi? ─preguntó, con algo de dificultad. 

─ Así es, cielo. ─en ese momento, su entrecejo se frunció─ ¿Por qué?

─ E-Es que quero pintar mío.  

─ ¿Por qué, dulzura? ─abrió sus brazos, haciendo que el pequeño corriera hacia ellos─ Tienes un cabello muy bonito. 

El cabello de Chan con el tiempo se había tornado castaño algo oscuro, como el de MinGyu. Tanto el alfa como el omega se sorprendieron y corrieron a consultar si era normal. 

─ Quero tener como el tuyo, nadie aquí tiene así, papi. ─explicó como pudo, jugando con sus manitos─ Quero así. 

─ Tampoco nadie tiene los ojos como SoonYoung, ¿O sí? 

─ No, papi. ─negó de inmediato. 

─ Eso quiere decir que cada persona es especial, cielo. Tú lo eres con tus cabellos así de bonitos, también yo lo soy y todos lo somos con nuestras particularidades. 

─ ¿Es beno? ─preguntó, ladeando un poco su pequeña cabecita. 

─ Más que bueno. ─replicó, besando sus mejillas. 

─ ¡Soon, Chan! ─llamó MinGyu desde afuera cuando Chan se preparaba para preguntar algo más. 

Los dos niños de inmediato empezaron a correr en la dirección de la que habían sido llamado, Chan bajando de su regazo y SoonYoung abandonando su helado.