Treintavo Capítulo. (Último capítulo).

12.1K 503 200
                                    

Nunca me había imaginado estar en esa situación.

Yo llorando dentro de los baños de la universidad, y Rowen mirándome e impidiendo que nadie entrara.

¿Cómo había sucedido todo ello? Yo ni siquiera tenía idea.

Limpié mis lágrimas, tenía el rostro mojado, con el maquillaje corrido, la respiración entrecortada, pensando en todo y mirando el suelo. Avergonzada y humillada.

Rowen no había dicho nada los minutos restantes. Se lo había agradecido demasiado, tenía que agradecerle luego todo lo que había estado haciendo por mí.

Sequé mis lágrimas con el trozo de papel que él me había dado. Lo miré de nuevo, no estaba siendo malo ni fastidioso, estaba preocupado por mí, podía notarlo en su mirada y en cada uno de sus gestos.

Cuando tocaron la puerta, Rowen fue a abrirla, no sin antes preguntar de quién se trataba, felizmente solo era Izzy. Me vio y corrió hasta donde me encontraba, me abrazó con fuerzas y solo necesité en ese momento a Mar, solo faltaba ella para que me sintiera un poco mejor.

—Bear Bear, no mereces esto, sea lo que sea que hayas hecho, no lo mereces.

No sabía si lo merecía o no, pero ya todo estaba hecho y ya no había ninguna solución.

—¿Hay alguien afuera? —le preguntó Rowen.

—Sí, muchos periodistas y cámaras, hay mucha gente.

Rowen apretó la mandíbula. Quizás ya estaba fastidiado con todo lo que ya había hecho por mí.

—Yo puedo hacerlo sola, pueden irse, en verdad, estaré bien —titubeé.

—Nada de eso, Bear, Rowen y yo nos quedaremos contigo hasta el final, somos amigos —zanjó Izzy.

—Lo que dice ella —acabó agregando Rowen.

Me cayeron más lagrimas aún, porque estaban ayudándome, porque no estaba tan sola como lo creía. Me aferré más a los brazos de Izzy y lloré sobre su pecho. No quise pensar en lo qué creía de mí, pero lo hice, quizá no era nada positivo, o quizá no creía nada, le daba igual todo, solo le importaba que yo se lo explicara. No lo sabía. No sabía nada aún.

—¿Cómo haremos para salir de aquí, Rowen?

Izzy estaba también nerviosa, podía notarlo en su tono de voz. Rowen la miró, había estado mirándome a mí. ¿Cómo lo haríamos? ¿Cómo haría para lidiar con todo lo que había a mi alrededor? ¿Qué haría? ¿Cómo es que lo superaría?

Solo me esperancé en que Rowen tendría una respuesta a la pregunta de su hermana.

—Hay que cubrirla para que pase desapercibida —respondió él, iba a acceder a todo lo que decía, confiaría en que me haría salir de allí sin ningún rasguño, lo vi cuando miré sus ojos azules, me transmitía la seguridad que quería en ese momento—. Póntelos. —Me entregó unos lentes de sol y su casaca negra de cuero.

—Usa mi gorro para que cubras tus cabellos.

Le sonreí, agradecida y me coloqué todo lo que ambos me daban. Mi teléfono volvió a sonar, el temor de que se tratara de Max, se acentuó en mi pecho, pero cuando Izzy me hizo mirar la pantalla, el alivio se instaló en mí, tan solo se trataba de Mar. Tomé mi celular y respondí.

—Bear, ¿dónde estás?, ¿estás bien? Dios, dime que estás bien, iré a ahorita mismo a buscarte. Be, todo irá bien —parloteó apenas oyó mi respiración.

Sabía que su "todo irá bien" era para que no se echara a llorar conmigo. Así que hice todo lo posible para no llorar de nuevo.

—Estoy bien, Mar. Iré a casa dentro de poco.

Inevitable TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora