Primer Extra.

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Max Pattinson

Miércoles 30 de junio de 2021

Siempre me despertaba muy temprano. Para ser exacto, a las cinco de la mañana. Y no me parecía lo peor del mundo, solo gestionaba mi tiempo durante el día.

Un hombre como yo no podía desperdiciar siquiera un segundo que tenía.

Iba al baño, me colocaba la ropa deportiva y salía a correr por una hora por las calles de Londres. Llegaba a casa, me daba una ducha, me vestía, preparaba mi desayuno y entonces me iba al trabajo.

Eso era lo que había hecho ese día. Me gustaba seguir la rutina y no incumplir algo de lo que estaba escrito ya en mi agenda.

Había trabajado más de lo normal desde la semana pasada, no tener una asistente resultaba estresante y frustrado. No sé cómo había llegado al punto de contárselo a Arabella, había salido ese día que mi madre había realizado una cena solo para celebrar la adquisición de su nuevo auto.

Me había dicho que se lo había contado a su madre y que ella le había ofrecido el puesto a su prima. No la conocía, pero confiaba en su madre y su idea. Sabía que ella no podía decepcionarme.

—Dile que vaya el miércoles a mi oficina para su entrevista, pero de todas formas ya está contratada —le dije, sin mirarla, enfocado en la pantalla de mi laptop.

—¿Cómo? ¿Cómo puedes contratarla así de fácil?

—Confío en tu madre y es tu familia, no puedo dudar de ellos —le había dicho, lo cierto era que la urgencia había hablado por mí. No podía ya con todo el trabajo que tenía. No era nada fácil, yo ya no era joven, y el trabajo de antes era menos pesado, ahora mi empresa tenía mucho por hacer.

Subí al auto a las siete de la mañana en punto siguiendo la misma rutina de siempre. Era muy temprano cuando entré al edificio, solía llegar así para demostrar mi responsabilidad frente a mis trabajadores, para que mejoraran y mostraran los buenos que eran. Era su ejemplo a seguir, no podía dar lo pésimo de mí.

Me escabullí en mi oficina y abrí la laptop para repasar algunos papeles que había dejado la noche anterior a medio camino, hasta que comenzó una de las tantas reuniones que tenía esa mañana. Casi para terminarla, Azul me dijo que la prima de Arabella ya había llegado.

La reunión acabó a los pocos minutos, escuché que nuestra recepcionista me habló y dejó la puerta abierta. Miré hacia el frente, no era para nada parecida a Arabella. La miré y me puse de pie y caminé hasta dejar espacio entre ambos. Podía sentir el nerviosismo en todo su cuerpo.

Iba vestida con un vestido de color vino y un blazer blanco. Ese color resaltaba con su color de piel, que era unos tonos más claros que el mío. Poseía unos ojos azules, eran impresionantes. Podía mirarlos todo el día y nunca cansarme. El pensamiento me generó dudas en la cabeza. No podía ocultar que a simple vista me atraía, era joven sí, y casi nunca me habían gustado mujeres muchos más jóvenes que yo, que les sacaba más de cinco años, pero ella, había algo en ella que me atraía sin razón.

Quizá era por su belleza, sí, era eso, a cualquiera le atraería.

—Tome asiento, señorita Bear Haden —dije cuando me quedé prendido con su belleza.

Bear se sentó y me miró un poco intimidada. Me senté también y la miré de nuevo. Estaba analizándola, quería saber todo de ella, por más mínimo que fuera. Tenía que admitir también, que, si no estuviera "comprometido" con su prima, la hubiera conquistado.

—¿Quiere que le muestre mis papeles? —preguntó. Tenía la voz suave y angelical.

Tomé una posición desgarbada, mi codo apoyado en la silla y mi mano acariciando mi barbilla. Aún seguía buscando qué era lo que tenía que me atraía como un imán. Era impresionante, surreal.

Inevitable TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora