- la doncella es secuestrada por el dragón, por favor, salvarla de las garras del temible monstruo de ojos en rayas, ellos comen mujeres, destruyen pueblos, destierran reinos y asesinan héroes - Melanie se encogió cuando la mano del chico comenzó a...
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Era hermoso, definitivamente Azuli Eilenne era hermoso, era joven, con un cuerpo perfecto, rostro de ensueño, sonrió ante la imagen del espejo. Su cuerpo fue eliminado hace bastante tiempo, por eso, regresar al mundo humano no era opción, interceder en idiotas que deseaban deseos estúpidos como la primera Eilenne, el primer ministro de un País enorme, una dama de otro mundo... todo fue el plan perfecto, si el poseía el cuerpo de cualquier hijo del linaje Aethernias, entonces volvería a pisar el suelo humano, podría desatar su caos, disfrutar de los humanos y sus pecados infinitos, de poder verlos rogar por su perdón.
Pero no espero poder tomar el cuerpo de Azuli Eilenne, no pensó que la estúpida de Ketsaya pudiera hacerlo, jamás pensó que le daría un cuerpo, Azuli tenía el grandioso deseo de poseer a Melanie, así que ese deseo era tan fuerte que logró, un hechizo de maldición negra, la bruja lo hizo, ahora su alma estaba en el cuerpo de Azuli, pero, había un problema.
Azuli aún estaba vivo.
- tu deseo es hermoso, niño, ¿lo sabías? - con una sonrisa vio el espejo, esta vez la imagen presentó a Azuli, pero la imagen del espejo mostraba a un chico desesperado, con heridas y llagas en su cuerpo.
"¡devuelve mi cuerpo!"
- ¿por qué?, logramos matar a uno de los hombres conectados al mana de tu peor enemigo, ¿por qué alejarnos ahora? - con una sonrisa lamió su labio inferior.
"¡me mintió, Ketsaya me mintió, este es mi cuerpo!"
- qué desagradecido eres elfo - Balaadas miró sus manos, no tenía ninguna marca, ningún callo, ninguna herida - has vivido una buena vida, no tienes heridas, tienes la piel perfecta, eres musculoso, pero aun así eres un grosero con los reyes del antiguo mundo, ¿acaso tu antecesor no te dijo quién era yo?
"¡eres solo un demonio, deja mi cuerpo ahora!"
Balaadas se carcajeó, dándose la vuelta miró la habitación llena de riquezas de Azuli, una cama con accesorios de oro, diamantes, azulejos, muebles de material puro del bosque, un librero con casi nada de libros, y sobre todo, la silla enorme con adornos de diamantes, pan de oro, amatistas y demás minerales. Sonriente se acercó y tocó todas las bonitas marcas con las que se hicieron.
- tienes el ego de un rey, niño -
"maldito demonio de cuarta"
- bueno, mientras esté en tu cuerpo, ¿no crees que mejor debes cuidar tu boca? - Balaadas, en el cuerpo de Azuli, encendió una llama de fuego a su lado, puso la mano boca arriba y la dejó quieta.
Azuli, dentro del espejo, comenzó a quejarse, gritó que se detuviera, vio como su carne empezaba a quemarse hasta tal punto que era doloroso.
- te dije que tuvieras mucho cuidado con tu boca, ¿acaso no deseas tener a la humana?, puedo darte todo eso y más mocoso idiota - Balaadas se balanceó un poco en su asiento y se acomodó mejor - ah, que hermoso mimado eres, ¿tuviste todo en la vida y querías algo que se negaba a someterse a ti?
Azuli gruñó adolorido y recordó a Melanie de repente. No estaba dentro de sus gustos, era rellena, no era como las ellas con las que estuvo anteriormente, pero, cuando nunca lo miró al ganar algo o ser felicitado, sus nervios crecieron, ¿Por qué no lo veía? ¿Por qué no lo alababa como todo el mundo?, siempre lo ignoraba incluso cuando ganaba los primeros puestos cuando eran más jóvenes, trataba siempre alejarse de él cuando estaban en la misma habitación, y, sobre todo, mostró una fuerte repulsión a su persona cuando hablaba mal sobre otros fantásticos. Azuli comenzó a obsesionarse con Melanie más pronto de lo que esperaba, la veía caminar en silencio por la biblioteca, la veía hablar con las flores, solo pasar tiempo con ese lobo asqueroso y el medio brujo, desaparecer entre las paredes y sentada en clases siempre detrás de todos.
¡Todo fue tan maravilloso cuando descubrió que era humana!, entonces podría protegerla, mientras afianzaban más su posición entre los fantásticos del mundo, podía tenerla y usarla.
Su decepción creció cuando el Drakos de trueno se la llevo, maldijo mil veces su existencia, maldijo todo, maldijo cada paso que dio sin cuidado, ahora Melanie no estaba con él, no estaba en su cama, no estaba a su lado siendo el más fuerte de todos los fantásticos, no había Melanie.
Ketsaya le prometió la mano de Melanie, conocer a esa bruja le dio muchos pases a todos, comenzó a ganar poder, mucho más que Taehyun, tenía ojos por todos lados y mucha mano de obra controlada, esa perra era tan poderosa que no podía creerlo, ¿Lo único que creía que buscaba?, venganza, ahora se dio cuenta de que solo quería su cuerpo para traer a Balaadas de nuevo al mundo terrenal.
Lo habían engañado completamente.
- no puedes darme a Melanie - murmuró Azuli golpeando el espejo.
- ¿quién lo dice? - Balaadas se acercó y sonrió - puedo darte todo lo que quieras Azuli Eilenne, riquezas, poder, el mundo entero, la mujer que quieres.
Azuli lo miró, ¿Podría darle todo eso?
- todo eso a cambio de la cabeza de Min Yoongi - murmuró lamiendo sus labios, sus ojos brillaron con diversión - antes quería a Melanie, pero... ahora, ¿El dragón no es el ser más poderoso del mundo?
Con una carcajada sonora se alejó del espejo y miró a la mujer arrodillada en el suelo.
- ah, Ketsaya, me estaba olvidando de ti - murmuró acercándose a la dama que le ha servido durante tanto tiempo - has tenido más fracasos que ganancias en todo tu vida, y a pesar de que me alimentabas muy bien, no puedo evitar olvidar que... me traicionaste una vez.
Ketsaya tembló y se lanzó a los pies de su amo.
- ¡mi señor, mi señor, perdóneme, perdone mi miserable vida, me atreví a traicionarle y me arrepiento de eso, por favor! - lágrimas de miedo descendieron de los ojos de Ketsaya, había pasado por todo, el poder, quería tanto el poder, sirvió ante los poderosos, pero entonces, ¿Por qué no podía tener más? - por favor.
Balaadas jamás se iba a arrepentir de ofrecer magia a una humana, nunca, Ketsaya fue el peón más fácil de convencer, manipular, era un humano codicioso, demasiado codicioso.
- pero Ketsaya, sabes que no perdonamos la traición, codicias más de lo que puedes tener querida - murmuró Balaadas - pero, voy a necesitarte.
Ketsaya sintió esa presión en sus hombros desaparecer.
- el poder de Min Yoongi es sorprendente, así que necesitaremos más que eso - murmuró levantándose - y la magia de los elfos y tus hombres no servirán para la guerra, las ciudades de todo esta dimensión entraran en una batalla, y la lealtad que ustedes, los Eilenne, juraron verdadera, se irá en contra de ustedes.
Azuli arrugó su frente.
- así que tendrás que abrir las puertas del infierno, querida Ketsaya - Balaadas se levantó y caminó lentamente hasta el balcón del palacio.
La tierra cambió bastante, seguía teniendo sus edificios, la modernización combinada con la magia de los fantásticos, hologramas, un mundo completamente diferente al que recuerda ver cuándo Namjoon le prohibió el paso.
- pero mi señor, si yo abro las puertas del infierno, tengo que... -
- lo sé, mira, toda esta grandiosa ciudad en este continente, tienes la suficiente fuerza para extraer mineral de vida - Balaadas formó un pequeño agujero con sus dedos y encerró en él la ciudad - toma todo, y abre las malditas puertas.
Ketsaya miró el piso y asintió.
- y después de esto, puedes regresar a Aethernias -
Ketsaya sintió que podía hacer todo ahora, Aethernias era lo que esperaba desde hace siglos, cumpliendo esto, podría volver y vengarse de toda esa dimensión que la echo.
