Máscara

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Esa tarde se terminó el alimento para pollos por lo que de mal humor, Chanyeol tuvo que coger su camioneta para salir de su rancho.

Se sentía confundido y pensaba que quizá estaba siendo un idiota; suspira tratando de calmarse. Sabía que tenía que confiar más en la palabra se su esposo que en los chismes del pueblo, pero es que simplemente imaginar a Baekhyun disfrutando del toque de otro hombre.

Sacude su cabeza cuando se dió cuenta que casi se había salido del camino; Baekhyun era todo lo que amaba, dejaría cualquier cosa por él. Era el regalo que el destino le dió y quería cuidarlo, protegerlo y atesorarlo, pero al verlo cojear, verlo con la piel llena de moretones que él mismo le ocasionó por ser demasiado brusco en la cama, le hacía dar cuenta que no lo estaba haciendo.

Finalmente llegó al pueblo y se sintió extraño, como si todos lo estuvieran juzgando con la mirada. Todos pensaban que él estaba siendo engañado por su esposo y eso le enfurecía, aunque no sabía si con Baekhyun o con el pueblo.

Decidió ignorar su alrededor e ir directamente a la tienda para poder comprar lo que necesitaba y volver de inmediato a lado de su esposo. Quería estar junto a él en cada momento y asegurarse de que no pasara nada raro.

Respira profundo intentando dejar de pensar en un escenario donde Baekhyun estaba aprovechando su salida para verse con alguien más; Baekhyun nunca haría eso, no, no lo haría.

—¿Escuchaste lo que dijo Jea?

—No ¿Qué? —susurra el doncel a un lado.

—Al parecer el chico Do ahora es dueño de las haciendas y está muy cerca del Chanchero, —hace una mueca mientras niega con su cabeza.

—¿No es el marido de su amigo? —levanta las cejas.

Chanyeol rueda los ojos pensando en todas las tonterías que podían salir de sus bocas, sabía que Sehun solo respiraba por Luhan quien lo traía en la palma de su mano.

—No vaya a salir como ese otro chiquillo, Byun, —empieza a decir mientras rueda sus ojos.

—Oh sí, todo mundo sabe de su amorío con el hijo del zapatero, parecían dos chiquillos románticos, —se estremece mientras cierra los ojos, —algunas personas los vieron besandose ese día de lluvia.

El cuerpo de Chanyeol se tenso y su mirada se perdió en un punto frente a él; lo recordaba, recordó como Baekhyun estaba con el cabello despeinado y la camisa mal puesta, no le había prestado atención porque pensó que había sido por la lluvia, pero... Baekhyun también le negó aquel beso que siempre se daban al saludarse.

—Como si estuvieran en una película barata, —el doncel sigue hablando mientras escoge tomates. —Que indecente, —dice en un tono de desaprobación.

La respiración de Chanyeol comenzó a acelerarse, el recuerdo de Baekhyun mintiendole sobre la comida que hizo, no... No.

Tuvo que caminar de prisa afuera y saco un cigarrillo de su camisa para encenderlo poniéndolo en su boca, cierra sus ojos queriendo no imaginar. Sin embargo, su mente le estaba jugando una mala pasada haciéndole imaginar un montón de escenarios dónde Baekhyun disfrutaba en brazos de alguien más.

Un sentimiento de miedo incomprensible lo embargo así que siguió fumando y cuando se dió cuenta que tenía tres colillas en el suelo, sabía que necesitaba hablar con alguien.

Sus pasos fueron hacia su camioneta para poder empezar a conducir perdiéndose en el camino, no sabía a dónde y cuando se percató su cuerpo se sacudió debido a que había chocado contra el tallo de un árbol cortado.

—¡Mierda! —golpea su volante para luego rascar su cabeza de manera brusca. —¡Maldita mierda! —golpea varias veces el volante.

Se baja de la camioneta y aprieta los labios para girar su cuello molesto, ve que uno de los focos se había roto. Comienza a gritar enfurecido hasta que cae de rodillas en el pasto.

Lirios de fuego || ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora