Capítulo 32

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Las Ardlays

ENCUENTRO DE DOS GRANDES
-A la mañana siguiente, Albert hizo el desayuno, el rubio llamó  a Elroy para qué desayunará con ambos pero no contestó, él rubio pensó qué era una de sus rabietas  acostumbradas.

-Después del desayuno Albert, acompaño a Candy al hospital, y se despidieron con un largo beso y quedo en la  noche pasar por ella para ir a casa.

-Acto seguido se encaminó a la oficina de Michael Sanders qué ya lo esperaba, y a su lado del empresario se encontraba Janice, qué lucía bastante nerviosa, no sabía cómo tomaría  Albert esa situación.

Cuándo llegó Albert a la recepción para avisar qué ya había llegado, rápidamente la recepcionista lo invitó a adentrarse al despacho del Ceo. Si ahí se encontraba su hermana, era fácil intuir aquello, a él no sé le escapaba nada, sabía de esa relación un tanto clandestina, y sabía qué Michael la amaba con él alma, quiso jugar un poco con ellos y qué él le dijera de viva voz lo qué tenía que decir.

Michael Sander, lo saludo de forma cordial y de inmediato lo invitó a tomar asiento.

-William, ¿cómo estás? Preguntaba el magnate.

-Bien Michael, no tan bien cómo tú, hubiera querido qué nuestro encuentro fuera en otras circunstancias pero es lo qué hay.

-Michael, suspiró y comenzó a hablar, -¿Sabes William?, cuándo conocí a Janice, me gustó físicamente, era mi maestra de Negocios, su mirada, su dulzura, su carácter y su alegría me tenían enredado, quise poner tierra de por medio y no lo logré, tú hermana, tiene un don de hechizar a las personas.

Janice se sonrojó hasta la médula esa confesión, la tenía trastornada.

Esos ojos azules, nunca los pude olvidar, y después de Alemania, y tratar de enamorarme de otras personas, ella siempre estuvo en mi mente y mi corazón, tras varios minutos en silenció, tomó el valor y le dijó a quema ropa, -¡Quiero pedirte la mano de tu hermana para casarme con ella!, quiero pasar mi vida a su lado.

-Albert, lo observaba el se miró a sí mismo cuando le confesó esos sentimientos a aquella rubia hechizera de ojos verdes, y sin más preámbulo le contestó:
-Yo, ya sabía  lo de ustedes, siempre lo he sabido, sólo quería qué tuvieras el valor de decírmelo, pero por lo qué veo ella ya te aceptó  y estoy feliz por ello. ¿Pero qué dice tu familia al respecto?.

-Al principio se negaron, ellos saben qué aunque se opongan yo lo haré, así qué no les quedó de otra más qué aceptar, en una semana nos casaremos y quiero qué ustedes sean participes de este enlace, decía Michael.

-y Albert sonriendo le preguntó: -¿o sea qué sólo me estás avisando?.

-Asi es, respondió Michael Sanders.

-El rubio, le dijó: -Sólo te pido qué la cuides mucho lo decía con lágrimas en los ojos, es mi mayor tesoro, ella es mi confidente, mi compañera de travesuras, pero se qué es momento de qué sea feliz, me alegra, qué tú  estés para ella.

-Michael y Janice lo abrazaron.

-Michael cambió de tema, y le dijó: -Mi tío el Vicepresidente  Leonard Sanders, me comunicó algo qué es de vital interés, quiere qué tu constructora participe  en una licitación, pero ojo como se qué todos tus activos están confiscados por el gobierno, yo quiero inyectarle capital, y no aceptó un No por respuesta, sé de tus construcciones de primer nivel, esta vez no irás solo, vas conmigo. -Por cierto, quiero qué sepas qué ya tenemos localizado a Neil,  es dirigente del -Nuevo Cartel de los Sapos-, un policía, se puso en contacto con él gobierno norteamericano, lo difícil qué el gobierno Mexicano lo suelte, no está ayudando, por lo qué tardarás en recuperar tus empresas.

Y yo, quiero qué hagamos juntos un nuevo Clan, sé de tu capacidad, juntos haremos cosas grandes, cuándo tengas todo listo para unirnos lo anunciaremos, también te pido, qué me ayudes pues yo me dedicaré a tu hermana enteramente, y yo confío ciegamente en ti, se qué no me defraudarás.

Piénsalo y me avisas.

-Albert, lo miraba sorprendido.

Ambos sellaron el trato con un apretón de manos, llamó a su asistente y le pidió qué avisará a todo el personal qué Albert estaría al frente de la empresa por un tiempo.

Después qué se hizo el anuncio, Albert, pidió permiso para ir al baño, Michael se disculpó un momento con Janice, al entrar al Sanitario, cerró la puerta y puso el seguro y le pidió a Albert hablar en privado, tenía algo qué comentarle.

-Albert, mi tío, fue avisado Janice está demandada por acoso sexual, y despido injustificado, mis abogados ya están viendo este caso, pero quiero qué lo sepas y me ayudes a protegerla.

-Albert, le dijo qué así lo haría, para el, ver a su otrora adversario en distintas circunstancias, más allá de la competencia y ahora unidos. Lo hizo respetarlo y admirarlo aún más, atrás dejaban la competencia, era increíble que Janice su hermana hiciera tanta magia a su alrededor.

Continuará

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