IV. La tercera cuerda

2.1K 257 239
                                    

— Oye, disimula un poco — comentó Tengen a Soyama.


Tras una reunión rutinaria de Pilares ante el líder de los cazadores el Pilar del Sonido invitó a sus colegas a tomar unos tragos en la izakaya más cercana a la residencia Ubuyashiki.


La mayoría de sus compañeros se disculparon, alegando urgentes deberes que tratar. Solamente Kyojuro aceptó la invitación pues había pasado un tiempo desde que él y el albino intercambiaron una charla amena. En cuanto el Pilar de la Flama se unió al plan, el Pilar de la Nieve rectificó su respuesta y decidió acompañarlos.


Siempre era evidente el excesivo interés que mostraba Soyama hacia Rengoku en contraste con el desinterés o el desgano que Akaza sentía hacia el resto de los cazadores incluidos los otros Pilares.


Para el sincero y directo Uzui esto significaba algo más que solo admiración, así que aprovechó la oportunidad de estar los tres a solas en un ambiente de momentánea relajación para poner en evidencia al irritante usuario de la respiración de la nieve.


— ¿Disimular? — cuestionó con acritud Soyama quien apenas unos segundos atrás sonreía embobado ante alguna anécdota heroica de Kyojuro. — ¿Qué insinúas, Uzui?


— Que te babeas encima cada vez que Rengoku sonríe o cuenta cómo pasó la mosca pasar a su lado.


— ¿Ah? — una vena de ira se marcó en la sien del Pilar de la Nieve. — A mi sólo me interesan los hombre fuertes, tú eres demasiado enclenque, el apego hacia tus débiles esposas disminuye críticamente tu rendimiento como cazador.


— ¿Qué dijiste? ¡Repíteselo a mi puño, Soyama! — reaccionó iracundamente Tengen ante aquel insulto hacia sus queridas esposas.


Rengoku comenzó a reír fuertemente y de este modo cortó de súbito la peligrosa atmósfera que comenzó a formarse entre sus dos compañeros.


— ¡Pero cuánta energía de parte de ambos! De todos modos no se dejen llevar del todo por su ímpetu ¡Umu! Recuerden que están prohibidas las peleas entre cazadores, tenganlo siempre presente como Pilares que son.


Tras estas palabras Tengen y Akaza respiraron y se tranquilizaron aunque no dejaron de mirarse de reojo con altanería.


Los tres Pilares estaban instalados en un espacio privado con suelo de tatami en el que se arrodillaron para comer un delicioso banquete sobre la mesa. Uzui bebía sake con moderación, Kyojuro también había aceptado una copa, pero apenas y le había dado algunos sorbos pues su relación con el alcohol no era la mejor dados los problemas de su padre con el licor. Akaza no bebía así que se pasaba los deliciosos manjares a secas. De repente a Tengen se le ocurrió una retorcida idea para tornar interesante la reunión.


— ¿Por qué no te gusta beber, Soyama? — cuestionó con malicia Tengen.


— Antes de ser un cazador era un guerrero marcial y considero mi cuerpo un templo. El sake sólo provocaría marchitar mi físico y, por lo tanto, arruinaría mi templo — respondió con severidad el de cabellera rosada.

Cuando la nieve se derrite [Akaza x Kyojuro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora