Cuando la nieve se derrite [Akaza x Kyojuro]

IX. Código y memorias

Tras haber entrevistado a las cazadoras sobrevivientes del ataque de Akaza, Rengoku y Shinobu solicitaron una audiencia en persona con Ubuyashiki en el cuartel general de los cazadores, ubicado muy cerca de la Estancia Mariposa.

El líder de la compañía escuchó con paciencia a los dos Pilares y cuando estos terminaron de hablar, miraron a su superior detenidamente esperando su dictamen.

- No es la primera ocasión que un cazador termina cediendo a las tentaciones de los demonios y se convierte en aquello que juró destruir - Ubuyashiki había quedado completamente ciego debido a su enfermedad y aún así sus ojos carentes de brillo no dejaban de transmitir calidez a sus queridos combatientes. - No sucede con mucha frecuencia, pero ocurre.

Shinobu y Kyojuro se encontraban sentados de rodillas con las manos sobre sus regazos, apretaban fuertemente sus puños para contener su ira y frustración.

- Algo no me gusta en todo esto - confesó Rengoku y tuvo ganas de morderse la lengua a modo de castigo. Lo correcto era reafirmar a su líder que cortaría la cabeza de Akaza. - Akaza nunca. Él nunca aceptaría ser demonio. Su voluntad y convicción sobre la misión de los cazadores era absoluta.

La Pilar del Insecto giró su cabeza para encarar a su colega. Era un aura oscura y venenosa lo que acompañaba la seria expresión de Kocho.

- Rengoku, no permitas que tus emociones se apoderen de ti de esa manera. Eres un Pilar, actúa como tal - lo amonestó Shinobu con severidad.

Kyojuro sintió que su corazón se astillaba, creando una grieta visible y gruesa dentro de él. Rengoku apretó todo el cuerpo con fuerza y las uñas de sus dedos penetraron en las palmas de su manos hasta hacerse daño él mismo.

El Pilar de la Flama llevó su cabeza al tatami y posicionó sus manos sobre el suelo como señal de profunda disculpa y vergüenza.

- Kocho tiene razón, oyakata sama, le ruego disculpe mi titubeo como Pilar.

- Kyojuro, mi niño, levanta la cabeza, te lo ruego. No hay nada qué perdonar. Estoy al tanto de que las condiciones del rapto del antiguo Pilar de la Nieve fueron muy extrañas. Los poderes de los demonios siempre superarán nuestra imaginación y estoy seguro que una técnica de sangre demoníaca desconocida hasta ahora por nosotros puso a Akaza del lado de Muzan Kibustsuji. Kyojuro, no me queda duda de que la verdadera lealtad del corazón de Akaza estaba con la compañía y contigo.

Rengoku se levantó de su postura sumisa y volvió a colocar su espalda perfectamente recta. Sus ojos dorados no se atrevían a mirar a Ubuyashki.

Shinobu relajó un poco su aura asesina, aunque no totalmente. Las palabras de su líder alcanzaron a calmarla también.

- Aunque eso sea cierto, oyakata sama, con todo respeto, es imposible volver humano a Akaza nuevamente. Es un demonio y una Luna Demoníaca. Ya ha asesinado y comido humanos - expuso la Pilar del Insecto. No había rastro de su habitual dulzura en su voz.

- Y bastantes si ya ha alcanzado el rango de Luna - puntualizó su superior.