V. La tempestad invernal

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Notas de la autora:


En este capítulo estrenamos portada la cual es arte de la talentosa @Lover__EjiroKatsuki quien es una ávida seguidora de esta historia y aceptó prestar su obra ¡Muchas gracias! ¡Me encanta la portada nueva! No puedo dejar de verla y adorarla❄️💕


Capítulo dedicado a Marlene quien me animó muchísimo para poner manos a la obra y trabajar cuanto antes la continuación de esta historia que no he abandonado, aunque sí que ha demorado. Le debemos el regreso a ella ¡Un abrazo, ha sido un placer conocerte!


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Akaza dormía muy poco aún para ser un cazador. Opinaba que era una consecuencia de la técnica demoníaca de la que fue víctima. En realidad deseaba evitar los sueños que no dejaron de acosarlo desde que hubo despertado en Japón durante la era Meiji.


Soñaba con el pasado, su dura infancia y adolescencia, pero también con la dulzura que siempre le transmitieron su padre, su maestro y Kouyki. No soportaba volver a acariciar esa calidez para luego sufrir la gigante decepción de despertar y caer en cuenta que aquello yacía enterrado siglos en el pasado.


Por otro lado estaba Kyojuro en el presente. Desde aquel trago amargo en la izakaya, Akaza decidió apartarse voluntariamente del Pilar de la Flama.


Tiempo después aconteció alguna otra reunión de Pilares luego de la vergonzosa y fracasada confesión de Soyama. El Pilar de la Nieve resistió cualquier impulso de halagar a Kyojuro y hacerle saber que lo echaba de menos y, sobre todo,que a sus ojos el rubio irradiaba aún más belleza que la luz de mediodía sobre el jardín de la residencia del patrón.


Rengoku intentó charlar a solas con Akaza tras la disolución de la reunión, pero el Pilar de la Nieve lo evitó deliberadamente y prefirió poner como pretexto que tenía más prisa por hacer algunas consultas a Himejima que tratar cualquier asunto con Kyojuro.


Esta situación le pareció completamente normal al resto de los Pilares, acostumbrados a la altanería y actitud grosera de Akaza hacia cualquier miembro de la compañía que considerara débil (que englobaba a todos menos a Himejima). Solamente Uzui sintió extrañeza ante aquella escena, así que aguzó el oído para percatarse de los latidos de los corazones de Soyama y Rengoku.


Tengen se apresuró a abordar a su amigo rubio quien, pese al rechazo, continuaba mostrando una expresión optimista.


— ¿Todo bien entre tú y Soyama? — cuestionó con picardía el Pilar del Sonido quien continuaba atento a los sonidos que emitía el cuerpo de Rengoku.


— ¡Umu! ¿Por qué no habría de estarlo, Tengen?


"Siempre has sido un pésimo mentiroso, Rengoku" opinó Uzui para sus adentros.


— ¿Acaso pasó algo entre ustedes dos la última vez que nos vimos y terminaste a solas con él en la izakaya? — continuó su cuestionario el Pilar del Sonido.


El corazón de Rengoku se detuvo por un milisegundo en un inesperado salto angustiado. Luego su ritmo continuó emulando un incendio desbocado.

Cuando la nieve se derrite [Akaza x Kyojuro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora