Capítulo 8

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Mikey tenía que acercarse al pajarillo para descubrir más sobre el, comenzaría a ser un poco amable con el para que estuviera cómodo.

A las 6 de la tarde el pajarillo estaba en su cuarto, al llegar al lugar se dió cuenta que era Draken quien estaba cuidando la puerta —¿Que haces aquí?— pregunto Mikey

Draken sonrió —Hoy custodio la puerta yo— sonrió con satisfaccion —¿No di la orden de que fuera Baji?— pregunto

—A si, no lo recuerdo, creí escuchar mi nombre— sonrió satisfecho, miro a Mikey antes de cruzar sus brazos —¿Que haces aquí?— cuestiono a su líder, haciendo que este alzará una ceja

—¿No puedo venir ?— pregunto Mikey

Draken no contesto, dió dos toques en la puerta antes de abrirla.

El lugar estaba igual de limpio solo la amplia cama estaba cubierta de prendas y plumas mezcladas, la noche anterior había tres playeras ahora había más y algunas tiradas en el suelo, entre ellas la suya.

Eso hizo que un tic se instalará en su ojo, Takemichi alzo la cabeza, se encontraba acurrucado en el nido improvisado cuando la puerta se abrió.

Tembló al ver a Mikey de pie cercas de su espacio y al ver que su expresión era molesta mordió sus labios, con sus ojos siguió la mirada para ver la prenda tirada.

—Perdio el olor— mintió

Mikey alzo la ceja —¿El olor?— volvió a preguntar curioso

Takemichi trago saliva —Los humanos tienen un ligero olor, pero dura muy poco—Sonrio a lo largo del día Baji trajo una de sus camisas, junto con Kazutora y Draken, Angry al ver que los chicos le daban sus prendas hizo lo mismo

—¿Quieres otra prenda?— pregunto Mikey pero Takemichi se tenso —No es necesario, tengo suficientes— le dedicó una al alto quién soltó un suspiro.

—Draken déjanos solos— pidió Manjiro, Takemichi lo miro con miedo — Draken— repitió Mikey pero el alto seguía mirando a Takemichi, cuando el pajarillo asíntio el alto se marchó

—¿Ya comiste?— pregunto Mikey paseando por la habitación, aunque estaba limpia también había algo de plumas en todos lados, las plumas esparcidas por ala habitación hacían sentir seguro a Takemichi

Mikey volvió a tomar una de las plumas, Takemichi que estaba acostado se sentó al ver la pluma en la mano del rubio.

—¿Que haces?— pregunto nervioso

Mikey lo miro y miro la pluma, la olio su aroma era dulce, Takemichi había cantado con más confianza y alegría en las mañanas gracias a las personas que lo cuidaban se sentía casi seguro.

Mikey no podía distinguir el olor, solo sabía que era dulce, acaricio su cara con la ella le causaba una sensación de cosquilleo que lo hizo sonreír

Takemichi estaba sonrojado al ver al Sano jugar con sus plumas —¿Puedo quedarme la?— pregunto curioso, normalmente la tomaría sin preguntar, pero quería acercarse más al pajarillo de esa forma sabría más sobre su especie.

Takemichi queria negarse pero le tenía tanto miedo que acepto.

Mikey hizo lo que la última vez beso la pluma antes de decir —La guardaré con mucho cariño—

El pajarillo chillo avergonzado, su rostro estaba rojo su corazón latía desbocado, se escondió en su nido sin poder mirar a Mikey.

—¿Estás bien?— pregunto con preocupación el Sano se acercó a la cama para encontrarlo sonrojado temblando hecho bolita.

Acaricio los negros cabellos con suavidad, Takemichi busco el contacto de nuevo levantó la cabeza mirando los oscuros ojos,  sonrio.

—¿Me acompañas a comer?— pregunto Mikey, Takemichi solo asíntio.

—————

La cena fue servida comieron la habitación de la sirena, la comida fueron manjares para Takemichi, quien pico emocionado toda la comida preguntando constantemente que era.

Mikey lo veía revoloteando entre la mesa con las mejillas llenas de comida, como un pequeño hamster, el rubio solo tomaba pequeños sorbos de vino —¿Que tomas?— pregunto curioso el de ojos azules, estaba tan fascinado con lo que los mortales comían que quería probar todo.

—Es vino — respondió Mikey ofreciendo la copa, Takemichi la olió antes de darle un pequeño trago, el vino era ligero para el rubio, pero demaciado fuerte para la sirena que con dos copas termino ebrio.

Reía intentando cantar pero Mikey lo frenaba recordando que en su presencia no debía hacerlo.

—¿Dime que es lo que eres?— pregunto curioso Mikey

Takemichi rio mientras bailaba, revoloteando por la habitación —Soy un pájaro-sirena— rio abriendo la boca Mikey tapo sus oídos cuando el pajarillo canto emocionado mientras seguía bailando, con sus dedos en los oídos pregunto —¿Que es exactamente eso?— pregunto de nuevo

Takemichi paro un poco su baile dejandose caer en el suelo, el lugar estaba lleno de plumas —Nuestra voz encanta a los extraños para protegernos — rio —Nuestras plumas tienen diferentes funciones — dijo apenado —Son capaces de curar y de hacer olvidar — sonrió emocionado hablando —Son una parte importante de nosotros, salen de nuestra alma al cantar, y expresan lo que con palabras no podemos

—¿Cuántos hay de ustedes?— pregunto de nuevo Mikey, Takemichi miro a ambos lados —Shh eso no debe saberlo nadie —Susurro cercas de sus labios callando con sus dedos a Manjiro se sentó sobre el para hablar más cercas en susurros que solo ellos podían escuchar —Somos pocos, pero estamos escondidos — sollozo —Bueno estábamos, ahora estoy cautivo— decía triste —Pero tengo personas que me cuidan — sonrió les había tomado cariño —Y El hombrecito de ojos negros beso mi pluma — se sonrojo al decirlo, a pesar de no hablar de ello en su cabeza la escena de Mikey con su pluma no dejaba de repetirse

—Eso es importante — cuestiono el rubio aún con el pajarillo sentado sobre el.

—El beso mi alma — confeso antes de quedarse dormido, Mikey estaba sorprendido Miro las plumas regadas en la habitación ahora tenían un valor diferente para el.

Exótico (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora