Cap 10

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Jonathan

Escucho a todos quejarse y la verdad es que me molesta, me molesta mucho, quiero mandarlos a callar y que se sienten de una vez por todas, pero me he esforzado por ser un rey bueno, noble y no respetuoso hacia los demás para no seguir los pasos de mi tío.

Maldito seas, Chris, no sabes la que me debes por ocupar tu lugar mientras no estás. – Digo en mi mente esperando que mi primo me escuche a través de la conexión mental que creamos con un hechizo de una bruja después de que escapó. Así era más seguro comunicarnos cada vez que fuera necesario.

Volveré pronto, hermano, tranquilo. – Escucho su respuesta, pero decido no responderle y concentrarme en lo que ocurre frente a mí.

Todos los vampiros se encuentran en el salón del trono, estamos en una reunión para tratar el tema de la cacería de los humanos, sin embargo, no estoy de acuerdo con muchas de las cosas que han propuesto y Angie a mi lado se está conteniendo para no golpear a todos. Ni siquiera me dejan hablar, solo se dedican a despotricar entre sí.

- ¡Ya basta! ¡Silencio! – Escucho gritar a mi rubia que al final no se pudo contener tanto. Todos en el salón se callan y miran en su dirección. - ¡¿Qué se supone que es esto?! ¿Un gallinero o una reunión? – Ella bufa y siento ganas de reír, pero no lo hago.

- Gracias. – Murmuro hacia ella que me da una pequeña sonrisa. – Señores tenemos que tratar esto con calma es...

- ¡Los humanos nos están cazando como animales! ¿Cómo podemos mantener la calma? – Expresa alguien del montón de vampiros.

- No podemos iniciar una guerra con ellos, hay otras formas de solucionar las cosas. – Expongo.

- ¡No le hemos hecho nada, ellos son los que han iniciado la guerra! – Grita una vampiresa. - ¡Somos más fuertes que ellos, podemos ganar!

- ¡William nunca hubiera permitido que esto pasara! ¡Ni siquiera Christian! – Escuchar eso me hizo sentir un poco mal.

- William era un asesino, él si cazaba y mataba humanos. – Les recordé.

- Al menos así tenían una razón para cazarnos, ahora no la tienen y mira. – Dijo la misma vampiresa siendo apoyada por un grupo.

- Les recuerdo que ellos encontraron a un grupo de jóvenes drenados. Alex está haciendo las investigaciones aún, pero eso va en nuestra contra. – Digo.

- ¡Alex fue en primer lugar la que reveló nuestra existencia, ella y los sucios perros! – Gritó el vampiro que había guardado silencio hasta ahora.

- ¡Queremos que Christian regrese y sea él quien gobierne! ¿Dónde está? ¿Eh? – Dijo la vampiresa. Angie tomó mi mano dándome el apoyo que necesitaba en ese momento y a la vez el valor para decir mis siguientes palabras dejando salir un aura de poder que llenó todo el lugar.

- Yo he hecho todo lo posible hasta ahora porque todo vaya, he intentado ser bueno con ustedes, no he impuesto solo mi voluntad como rey, sin embargo, aquí están criticándome. ¿Saben qué? Se acabó mi benevolencia, a partir de este momento todo aquel que desobedezca una orden real será castigado, nadie puede hacer nada sin antes ser aprobado por mí. ¿Querían que fuera como William? Pues así será. – Después de esas palabras todos se quedaron en silencio, me quedé unos segundos esperando para ver si tenían alguna queja más o algo que decir, pero efectivamente se quedaron en silencio así que asentí y apretando la mano de Angie nos teletransporté a nuestra habitación.

Al llegar allí solté aire desinflándome como un globo, aunque no necesitara respirar, pero hacerlo era como liberar una tensión en mí que no sabía que tenía. Escucho a mi amada ponerse detrás de mi y pasar sus manos por mis hombros.

Mordida De Licántropo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora