Cap 32

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Chris

Aria camina un poco más al frente en lo que Aranna se recupera y nos mira a todos confundida, pero no hace falta decir nada para que sepa lo que acaba de ocurrir.

- Hay algo que nos detiene, lo puedo sentir en el aire. - Dice Aria levantando una mano. - Las ondas se sonido se cortan, no las puedo manipular.

- ¿Crees que sea Alair? - Pregunto. - Uno de sus poderes, o al menos en qué siempre fue su favorito es crea niebla, una niebla capaz de lograr lo que fuera que él quisiera.

- Entonces no hay otra explicación, Alair o Vladimir, cómo sea que se llame nos está confundiendo. - Concluye Matthew.

- No tenemos mucho tiempo, falta menos de una hora para la media noche y la luna ya está en lo alto. - Comenta Angie.

- Creo que puedo intentar algo. - Digo y levanto la mano tocando el aire, uso mi poder para cambiar la materia tratando de sentir todo a mi alrededor, pero algo me bloquea también. - Es inútil, nada de esto es real, es una ilusión.

- Al fin alguien se da cuenta. - Escuchamos una voz entre la nada y nos miramos entre nosotros dando vueltas.

- ¿Quien está ahí? - Pregunta Will sacando un gruñido de su garganta, pareciera que en cualquier segundo se va a convertir.

- ¿Así es como saludas a un viejo amigo? - La voz se escucha más cerca hasta que de la nada aparece la figura de Cole. - No saben lo divertido que fue verlos dando vueltas en círculos una y otra y otra y otra vez. - Se ríe. - Me hubiera gustado verlos por más tiempo, pero ya me aburrí.

- ¿Qué estás haciendo aquí, Cole? - Pregunta Cooper.

- Se supone que debería estar cuidando que nadie entrara al castillo, pero es muy aburrido solo ver cómo Vladimir atrae a Alex al lado del mal.

- ¡¿Qué?! ¿Que diablos estás diciendo? - Me acerco y lo agarro del cuello levantandolo como si no pesara nada.

- Lo que escuchaste, la adivina tenía razón, ya es tarde, no importa lo que hagan, a estás alturas ya Alex debe haberse unido a Vladimir y deben estar empezando los rituales. - Apreté si cuello, pero él se notaba muy tranquilo.

- Dame una razón para no matarte aquí mismo. - Hablé entre dientes.

- Me necesitas para entrar al castillo. Soy el único que puede sacarlos de esta ilusión. - Entrecerré los ojos y sentí una mano en mi brazo.

- Tiene razón. - Susurró Aranna.

- ¿Por qué nos ayudarías? - Él volvió a sonreír.

- Porque el odio que siento hacia ti o hacia Alex no es suficiente como para permitir que destruyan el mundo, además, si Alex se convierte en esa cosa será indestructible y no podré vengarme de ella. - Respondió simple.

- ¿En qué se va a convertir Alex? - Pregunté bajandolo al suelo.

- ¡Ay, Christian! Pensé que eras inteligente. - Se sacudió la chaqueta quitando las arrugas que le hice. - La Madre está muerta, lo que vive es su alma, no puede venir a la tierra así por así...

- Necesita un cuerpo para hospedarse. - Lo interrumpió Aranna.

- Pero no cualquier cuerpo, es un ser demasiado poderoso y tanto poder destruiría el cuerpo donde entrara en muy poco tiempo, necesita un cuerpo capaz de aguantar y manejar todo el poder que ella tiene. - Continuó explicando Cole.

- Alex es la única capaz de aguantar semejante poder. - Murmuré comprendiendo. - Por eso Vladimir estaba tan empeñado en atraerla, pero si ambos son hermanos él también lo puede manejar.

- Error. - Chasqueó la lengua Cole. - Vladimir es el mayor, pero Alex fue quien heredó todo el poder de su madre, Vladimir es fuerte, sus poderes se asemejan, pero Alex es más fuerte que él, si ella se lo propone puede destruir y construir el mundo con un chasquido sin siquiera perder un solo cabello, mientras que Vladimir solo lo puede destruir y eso destruiría una parte de él.

Sentía que la cabeza me daba vueltas, era mucha información, podía perder a Alex para siempre.

- ¿Cómo sabes todo esto, Cole? - Preguntó Aria.

- Tuve mucho tiempo libre en el castillo al principio y se sorprenderían las cosas que pueden aparecer en una biblioteca. - Lo agarré del cuello otra vez.

- ¡Llévame con ella ahora mismo! - Exigí.

- ¡Cálmate! - Se soltó de mi agarre. - Siganme y no se separen en ningún momento o la ilusión los atrapará de nuevo.

Todos asentimos y empezamos a caminar tras él en línea recta, no podía permitir que Alex se convirtiera en eso. Ella no podía dejar de existir.

- ¿De qué lado estás, Cole? - Preguntó Matt.

- Cómo siempre, del mío. - Se encogió de hombros y entramos en una parte repleta de árboles donde no se podía ver más allá, al entrar allí todo a nuestro alrededor desapareció como si nunca hubiera estado allí.

A unos metros de nosotros se posaba un castillo enorme, mucho más grande que el castillo vampiro, este fácilmente le doblaba en tamaño. Estaba oscuro y la luna relucía en el cielo.

- Demonos prisa, ya empezó. - Apuró Cole guiandonos entre los árboles y las rocas. - Ellos pueden sentir todo, seguro ya saben que están aquí, pero sus lacayos no.

Señaló una enorme puerta donde se veían a más de dos docenas de humanos caminando de un lado a otro, estaban patrullando.

- Podemos pasarlos. - Cole negó.

- Son del mismo que atacaron el castillo, están preparados y armados hasta los dientes. - Negué para mí mismo. Vladimir estaba detrás de todo esto. - Él les prometió una tierra sin vampiros no licántropos, no dudaron en unirse a la causa.

Nos escabullimos entre las rocas y los árboles despacio, sin embargo, no fue suficiente. Uno de los humanos nos vio y nos apuntó con su arma, sus amigos no tardaron en venir.

- No se muevan. - Dijo el que nos encontró.

Cole salió con las manos en alto.

- ¡Hey, tranquilos! ¿Me recuerdan? - El chico lo miró fijo por unos segundos.

- ¿Qué estás haciendo con ellos? - Preguntó sin dejar de apuntar.

- Un motín. - Respondió Cole como si nada y se apresuró a atacar al chico rompiendole el brazo donde estaba el arma.

Aria usó su poder antes de que iniciará la batalla apuntando a los humanos que en segundos quedaron tirados en el suelo retorciéndose de dolor y agarrando sus cabezas. Todos la miramos.

- ¿Que? De igual forma saben que estamos aquí. - Rodé los ojos y miré en dirección a Angie y Jonathan, ninguno había dicho ni una palabra, mucho menos la rubia y eso era preocupante.

- Nos quedaremos aquí a vigilar, Angie tiene un plan. - Asiento y ella me dedica una sonrisa de labios cerrados.

- Lamento que tengan que estar aquí, después de que todo termine los voy a exiliar a una isla paradisíaca, lo prometo. - Ella me toca el hombro.

- Alex es nuestra amiga, sálvala o juro que te arranco las pelotas. - Dijo la rubia dandome un apretón en el hombro.

- Lo haré. - Corro hasta alcanzar a los demás que ya están adentrándose al castillo.

Cole nos guía por los pasillos durante varios minutos, este castillo es tan inmenso que necesitamos más tiempo para recorrerlo.

- Están en el santuario, es aquí a la derecha. - Indica Cole.

- ¿No vienes? - Pregunta Cooper, el chico niega.

- Si ustedes pierden no quiero que me eliminen. - Se encoge de hombros y se transforma en su forma animal y desaparece en segundos.

Justo como nos dijo al doblar había una enorme puerta que obviamente era el santuario, pero esta no estaba sola, sino que tenía unas figuras de humo custodiandola, al vernos las figuras se formaron en nuestra dirección y atacaron.

Mierda.

Mordida De Licántropo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora