Alex
Regreso a la manada a paso lento, solo caminando por las calles mientras pienso, llega a mi mente la idea de desviarme hacia la casa de Sonny, pero me contengo, extraño a mi amiga y la verdad me gustaría volver a verla.
Un escándalo llama mi atención y me acerco, hay un tumulto de personas que gritan y empujan a alguien, cuando persibo el olor de la sangre me acerco corriendo y empujando, no me sorprende ver que el grupo de personas están empujando a dos vampiros jóvenes y a su vez le tiran sangre.
Buscan descontrolarlos para poder tener una razón, aunque la razón no importa quieren matarlos y eso lo demuestran cuando un cuchillo es lanzado al brazo del chico que se le incrusta y él se lo quita como si nada pidiendo por favor que los dejen en paz.
- ¡Ya basta! - Grito y hago crecer hielo al rededor de los dos jóvenes haciendo que los humanos se alejen.
- ¡Usan sus poderes para atacarnos! ¡Se aprovechan de nuestra debilidad, pero somos más que ellos! - Grita una y todos vuelven a la carga.
Me acerco a los dos chicos y los ayudo a ponerse de pie.
- ¿Están bien? - Pregunto y ellos asienten. Siento como algo de vidrio se rompe en mi cabeza y me volteo enojada. - ¡¿Qué mierda están haciendo?! ¡Estos chicos no les hicieron nada! ¡Ustedes son los monstruos aquí! Alegan defenderse de nosotros cuando ustedes son los que nos provocan para que ataquemos, además, dicen que quieren salvar a los inocentes de nosotros. Pero actúan igual que aquellos que les hicieron daño de nuestra especie.
- ¡Ustedes son unos asesino, ni siquiera necesitan armas para matarnos! - Gritó otro y los demás le siguieron vitoreando y gritando por igual. - Lo hacen para alimentarse.
- Vamonos de aquí. - Les dije a los chicos y ellos asintieron, uno de ellos tocó el suelo y provocó un terremoto que hizo que todos cayeran al suelo dejándonos espacio para salir y corrimos.
Esto se estaba saliendo de control, es cuestión de tiempo para que ataquen el castillo o la manada.
Cuando llegamos al castillo los dos chicos me agradecieron y se fueron a sus habitaciones que estaban en el ara sur porque ellos eran hijos de uno de los sirvientes del rey, ambos de baja categoría, aunque el poder que tenia el chico terremoto era increíble.
Saqué mi celular y le envié un mensaje a Aria diciéndole que nuestras sospechas estaban confirmadas, ella me dijo que Aranna estaba con ella, también le conté sobre el ser al que ellos se estaban sacrificando y Aranna dijo que se encargaría de investigar quien era ese ser.
Abrí el chat de Jonathan que se encontraba con un solo mensaje que decia:
Te estoy esperando,
es importante.Ni siquiera le respondí y corrí en su dirección, sabia que estaba en su oficina, ahí se pasaba la mayor parte del tiempo trabajando, seguro se enteró de lo que había pasado, aunque el mensaje tenía como una hora y eso fue hace poco.
Toco la puerta al llegar y escucho que me responde así que abro y no me sorprende ver a Angie allí.
- ¿Para qué me necesitaba, Majestad? - Bromeo, pero su cara seria me dice que tal vez, no había sido una buena broma, o que pasaba algo, de hecho, me preocupé de inmediato. - ¿Ocurre algo? ¿Por qué esas caras?
- Toma asiento. - Me indicó Jonathan, pero negué, prefería estar de pie. - Bien.
Pasaron unos segundos en los que nadie dijo nada hasta que un perfume me llegó y miré en la dirección de donde provenía. Se puede decir que palidecí, si mi piel pudiera adquirir un tono más pálido del que ya tiene.
Me quedé estática, en ese momento agradecí ser una vampiresa y no necesitar respirar porque en ese momento olvidé como hacerlo, olvide como respirar, olvidé como parpadear, olvidé en donde me encontraba, solo me concentré en él, en sus ojos, en su cabello que estaba despeinado como siempre.
Allí estaba, hipnotizandome una vez más, en vivo y en directo. Se acercó a mí y pude ver la duda en sus ojos, no sabía que hacer o que decir, pero yo si que sabía.
Levanté mi mano lentamente en dirección a su mejilla, tenía miedo de que fuera solo producto de mi imaginación, pero el dolor aún estaba ahí.
Fue expulsado del lugar donde se encontraba hasta chocar con la pared que se quebró un poco ante el golpe. Chris me miró sorprendido, pero al ver mi expresión enojada no dijo nada.
- Te dije que lo iba a golpear. - Escuché decir a Angie. - Gané, asi que paga. - Rodé los ojos porque no podía creer que ella y Jonathan apostaran. De igual forma no me importaba.
Salí de allí a paso veloz, pude sentir que me seguía, pero no me quería detener, aumenté la velocidad buscando escapar de él, yo era más rápida que él, pero había un acantilado al frente así que me detuve.
- ¡Alex, por favor! - Lo escuché decir.
- ¡¿Qué quieres?! - Pregunto dejando salir unas lágrimas, me encantaba poder volver a llorar, se sentía bien sacar el dolor así, porque me dolía, me dolía mucho volver a verlo.
- Quiero explicarte. - Me dijo tratando de acercarse, pero lo rechacé.
- Te fuiste, durante meses no supe nada de ti, no podía sentirte, ni siquiera tu mente, no podía olerte, aunque presencia que estuvieras cerca, no sabía nada de ti. - Dije haciendo que su mirada y expresión decayeran.
- Lo siento. - Dijo. - Era lo más seguro, si tú no me podías encontrar nadie lo haría.
- Jonathan sabía dónde estabas. - Afirmé y él asintió.
- Yo le pedí que no te dijera nada. - Excusó a su primo.
- ¿Cómo hiciste para bloquearme de esa manera? - Pregunté sin entender cómo lo había hecho.
- Visité una bruja. - Suspiró. - Y no sabes no difícil que era no poder sentirte también, no poder escucharte, solo verte a la distancia y quitar el bloqueo de vez en cuando para poder estar en tus sueños. Te veía a lo lejos y quería tocarte, besarte, pero no podía.
- ¿Por qué? ¿Por qué te fuiste? - Cuestioné.
- Tenia que demostrar que yo no los había traicionado. - Respondió.
- Eso podías hacerlo aquí. - Negó.
- Era más fácil desde las sombras, así nadie sospecharia, además de que cuando vi esa mirada de decepción de tu parte solo pensé en alejarme, el hecho de que tú pensaras que te traicioné me destrozó. - Explicó.
- Estaba caliente en ese momento, yo sé que tú serias incapaz de algo así. - Dije segura.
- Gracias. - Bajó los hombros como si soltara un gran peso.
- ¿Descubriste al traidor? Me imagino que si estás de vuelta es por eso. - Él asintió.
- Tengo pruebas, pero necesito que volvamos al castillo. - Dijo teniéndome la mano.
- No quiero saberlo, hoy ha sido un día complicado, necesito relajarme. - Vi que iba a decir algo, pero no lo dejé. - Sola, quiero estar sola. - Él asintió sin decir nada más y me fui hacia la manada, no tenía planes de volver al castillo por ahora.
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Mordida De Licántropo
VampireChris se ha alejado para darle su espacio a Alex y para buscar la forma de demostrarle que él es inocente. Alex está más confundida que nunca y esa confusión la hace un blanco fácil, vulnerable y débil. Un nuevo enemigo de ha levantado justo cuand...