Mordida De Licántropo

Cap 19

Chris

Decir que me hacía feliz estar con ella una vez más después de tanto tiempo. Me sentía completo.

La vi dormir a mi lado, aun no me acostumbraba a la idea de que ella si podía dormir y yo no, pero me complacía verla mientras lo hacía, se veía tan angelical y hermosa. Su cabello desparramado por la almohada haciendo contraste con el color pastel de la misma. Aún recuerdo cuando dijo que no quería que su habitación pareciera un cementerio como las demás y la decoró de colores claros.

Siempre marcando la diferencia.

La paz con la que duerme es tan notable que me la contagia a mí. Supongo que debe estar muy cansada, no recuerdo la última vez que la vi dormir. Aunque no lo necesite para vivir como los humanos sé que le hace falta, ha estado tan concentrada en otras cosas que no ha podido descansar.

Escucho pasos acercarse y me levanto rápido cambiandome con la misma velocidad, justo cuando termino escucho los pasos acercándose y me adelanto a la puerta para abrirla cuando está llegando Angie que nos mira con una cara seria.

- Alex está dormida. ¿Qué pasa? - Pregunté y ella levantó una ceja y curvó los labios. Ya sabía lo que había pasado entre nosotros.

- Me alegra que hayan vuelto. - Murmuró y Rodé los ojos.

- A mi también, pero no viniste a felicitarnos. - Me crucé de brazos y ella volvió a poner semblante serio.

- Cole escapó. - Abrí los ojos al escuchar eso. Tenía que ser una broma.

- ¿Cómo es posible? Se supone que en la manada lo iban a tener bien encerrado. - Comenté frustrado.

- Ellos no saben nada, Matthew está aquí, las cámaras cámaras seguridad no tienen nada, y lo peor, nadie lo vio salir, sabes que solo hay una salida, pero nadie vio nada. - Explicó. - Avísale a Alex por si él se contacta con ella.

- No hace falta. - Dice ella abriendo la puerta. - Escuché todo y les creo, Matthew nunca dejaría escapar a Cole.

- Él no, pero tal vez alguien más si. - Ella negó.

- Los conozco, no perdonan una traición y eso fue lo que hizo Cole. Ahora lo importante es descubrir como escapó. - Empezó a caminar y Angie y yo no tardamos en seguirla.

Cuando llegamos a la oficina de Jonathan este estaba viendo los video de seguridad de la selda de Cole. Él simplemente había desaparecido.

- No hay rastro de olor siquiera, es como si se hubiera teletransportado. - Dijo Matthew. Todos miramos a Jonathan.

- No tengo razón para ayudar a escapar a ese imbecil, además, no soy invisible. - Se encogió de hombros.

- Jonathan tiene razón, Cole solo se desvaneció. - Lo ayudé.

- No se desvaneció, alguien lo ayudó, lo hizo imperceptible a la vista, invisible. - Murmuró Alex llamando la atención de todos los presentes. Miraba la pantalla con los ojos entrecerrados y con los brazos cruzados. - Miren a Cole, estaba sentado tranquilo, luego mira hacia la puerta y esta se mueve, entonces desaparece. No se teletransportó porque no pudo abrir la puerta.

- ¿Hablas de una ilusión? - Preguntó Angie.

- En la grabación sale la hora y a esa hora estaba con Matthew y pude sentir una presencia invasora que solo he sentido cuando alguien está cerca. - Todos la miramos sin entender nada. - Si es lo que estoy pensando no vamos a encontrar a Cole, pero podemos irnos preparando para lo peor.

- ¿De qué estás hablando? - pregunté sin entender nada. Al parecer habían pasado muchas cosas sin que me diera cuenta.

Ella empezó a crear una capa de hielo que cubrió las paredes aislandonos por completo, si hacía eso es porque lo que iba a decirnos era más grave de lo que pensaba.

- Quién ayudó a escapar a Cole fue Vladimir. - Miré a todos quienes tenían la misma expresión que yo, sabía que Alex lo estaba buscando, pero no sabía que lo había encontrado.

- Eso es imposible, Alex. - Negó Matthew.

- No, tú mismo me dijiste que él no había muerto, solo había desaparecido, pues yo lo estuve buscando sin éxito, él fue quien me encontró a mí, lo tuve frente a mí y pude sentirlo, su energía, su poder. Es muy fuerte y poderoso. - Contó.

- ¿Sabes quien es? - Preguntó Jonathan, pero ella negó.

- No pude ver su rostro, ni escuchar su voz, hablaba de forma distorsionada y tenía el rostro cubierto. - Explicó.

- ¿Por qué no nos habías contado esto? - Cuestioné agarrandola de los hombros.

- Porque no lo consideré necesario. - Se soltó de mi agarre y la frialdad en sus ojos me dolió.

- ¿Por qué no ha aparecido en todos estos años? ¿Por qué hasta ahora? ¿Qué es lo que quiere? - Preguntó Matthew a la nada, se le notaba frustrado.

- No lo sé, pero si sé que está haciendo rituales, está sacrificando personas, los chicos que aparecieron muertos, drenados, fue él, no lo puedo asegurar, pero yo lo sé. Estuve investigando con Aria y Aranna, está haciendo un ritual con jóvenes a los que le ofrece un montón de cosas para después de la muerte y ellos se sacrifican en nombre de un ser llamado "La Madre". - Suspiró. - Es todo lo que he descubierto hasta ahora.

Se creó un silencio ensordecedor ante lo que había dicho Alex, pero sobre todo en el semblante de Matthew se podía notar la preocupación y no sólo eso.

- ¿Algo que decir, Matthew? - Pregunté levantando una ceja.

- Creo que si, de niño escuchaba una leyenda sobre los orígenes, decía que todos los seres habíamos nacido de la unión de una mujer que había pedido a gritos y ofreciendo su propia sangre a la luna. Esa misma leyenda era contada entre los vampiros, pero se dice que ella quería más hijos y tuvo dos gemelos, nacieron de su dolor y fueron los que más amó, un niño y una niña, ambos nacidos en el séptimo lugar, ellos eran poderosos, eran los más fuertes, indestructibles, eran el mayor orgullo de su madre y por eso les dio el derecho al trono, los demás hijos, humanos, vampiros y licantropos en su ira la mataron y luego escaparon formando naciones y reinos, los dos hijos desaparecieron. Supuestamente habían muerto, pero antes de morir La madre echó una maldición sobre sus otros seis hijos, diciendo que de la union de ellos nacerian sus hermanos, desde entonces cada cierta cantidad de años nacía un bebé humano en el séptimo lugar, en la luna de sangre, el cual se convertiría en vampiro. El resto ya lo saben. - Contó mirando a la nada.

- ¿Crees que él quiere revivirla? - Preguntó Alex.

- Creo que si, pero para eso te necesita a ti.