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Capítulo 17 - La locura

Shen Shen: ¿Y si ofendo al guía del jefe? Esperando en línea, ¡¡¡urgente!!!

Esta frase apareció de repente en los terminales de la tripulación de Iris, y por un momento fue como una sartén que estalla, ya que la multitud saltó a dejar mensajes.

Jiang Bo: ¿Has visto al guía del jefe? ¿Dónde está? ¿Es realmente tan feo como dijo Liao Kai?

Liao Kai: Dejemos de lado la belleza y la fealdad por ahora, ¿el jefe se abalanzó sobre el guía que tenía delante?

Dong Ming: ¡Por favor, ve en directo!

Yu Sen: ¡1 para la transmisión en directo!

Wei Na: ¿El guía no embarró la cara del jefe?

Shen Lei: ¡Así que el barro de la cara del Jefe la última vez era realmente el barro del Guía! ¡No puedo creerlo!

Dong Ming: ¡No puedo creerlo + 1!

Yu Sen: ¡No puedo creerlo +2!

Shen Shen: ...... ¡Estás fuera!

Toda la Séptima Legión conoce bien este comportamiento de Li Zhendao, y Shen Shen no es, naturalmente, una excepción. Es que no esperaba tener la mala suerte de encontrarse esta vez con el guía del jefe.

Desde el momento en que Lu Li no dijo nada, Shen Shen se dio cuenta de que algo iba mal. Mientras los tres se miraban, Lu Li rompió la incomodidad y le dijo a Su Wo: "Esto es un malentendido ...... tenemos que hablarlo".

Las tres palabras hablar de una charla tocaron los nervios sensibles de Su Wo, su cara se cubrió de barro para ver su expresión, pero no impidió la expresión de desprecio con sus ojos.

Lu Li: "......"

Shen Shen digirió en silencio el significado de los ojos de Su He y se excluyó pacíficamente. Se rió secamente dos veces y retrocedió unos pasos: "Me iré a pasear a otra parte, vosotros hablad". Antes de que Shen Shen pudiera terminar su frase, hubo un repentino y fuerte golpe en el mercado negro. La onda expansiva de la explosión sacudió toda la sala, y alguien gritó "bestia oscura".

Su He trató instintivamente de agarrarse a algo durante el temblor, pero Lu Li tomó la iniciativa de pasarle la mano y tiró de él hacia atrás. Su He se sintió un poco incómodo, Lu Li apretó su agarre e irradió sus sentidos para mirar al fondo del pasillo. Shen Shen se puso serio por un instante, sacando un arma de algún lugar y poniéndose espalda con espalda con Lu Li. No era la conmoción en el mercado negro lo que les preocupaba, sino la infestación de las bestias oscuras.

En el centro de la explosión, Xiao Bai luchó por saltar. Los rayos láser rojos salieron disparados detrás de sus nalgas como una dama celestial.

"Es un mago, atrápenlo".

"Vigila la puta espalda, un guía muerto no vale nada".

Voces masculinas groseras sonaron caóticamente. "Han Rui". La expresión de Su Wo cambió drásticamente, sacudiéndose inmediatamente de encima de Lu Li y corriendo hacia él. Shen Shen no esperaba que hubiera un guía escondido aquí, olfateó y no olió feromonas, pero la naturaleza del centinela de estar ansioso por un guía le hizo seguir de cerca detrás de Su Wo. Por supuesto, Shen Shen no se olvidó de distraerse dirigiendo a Lu Li una mirada comprensiva. Le pareció que la multitud del Iris se había equivocado. En este juego entre el centinela y el guía, nunca fue Lu Li quien tuvo la iniciativa, sino el guía cuyo rostro no había visto hasta ahora.

Entre la multitud, Han Rui confió en la máquina inteligente para autodestruirse y en Xiao Bai para librarse de sus grilletes, y su cuerpo se deslizó como un pez bajo un puesto. El dueño del puesto vendía todo tipo de artículos pequeños, así que Han Rui murmuró una disculpa, buscó un arma y la cogió. Una mano se extendió en diagonal y lo agarró, y el dueño del puesto, que no tenía presencia, apareció de la nada. Han Rui reconoció al dueño del puesto como el lugar donde había comprado el smartphone que le había regalado Su He. Luchó nerviosamente: "Suéltame".