Capítulo 4

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Mini maratón 1/2

Ya llegué al lugar donde se hará el partido. Hay mucha gente y la entrada está abarrotada de chicas y chicos con camisetas, gorras y carteles de los diferentes equipos. La fila de la entrada es muy larga. Me paro de puntillas y veo a Emma que me hace señas para que me le acerque. Trato de esquivar a todos y me acerco a donde está.
__ ¿Qué haces? Llevo rato tratando de llamar tu atención y tu como si nada.__ su frustración es tan evidente en estos momentos.
__ estaba tratando de ver como le hacía para entrar.__ Las pequeñas gotas de sudor ya hacen presencia en mi frente. El sol está intenso, tal parece que fuera medio día.
__ Ok pero no te quedes ahí parada, ven que te he separado un lugar en las gradas donde puedes ver perfectamente el partido. __ Em me jala del bazo sin siquiera darme tiempo a que mi cerebro analice lo que me acaba de decir.
Entro al estadio y veo como mucha gente ya está sentada en las gradas, unos con carteles del equipo de mi instituto y otros apoyando al contrincante. Sigo a Em que me guía entre la multitud y veo que se detiene en primera fila del centro. Desde aquí se puede ver todo el campo.
__ ¡Siéntate aquí!, ya vuelvo.__ Y sin más se retira. Ahora mismo estoy lamentando no haber traído un sombrero y mis gafas de sol. Me siento donde me había indicado Emma segundos atrás y espero a que comience el partido.
Después de unos minutos regresa Emma con una soda y un bote de papas fritas. Ella sabe cuanto me gustan. Em, me conoce mejor que nadie, desde mis gustos hasta mis miedos y traumas. Ella siempre ha sabido como hacerle para alegrar un día triste. Tomo lo que me ofrece y le regalo una sonrisa. Em asienta y se va con las otras chicas del partido. Pasan unos minutos y veo como se van llenando mucho más las gradas hasta el punto de ocuparlas todas. El árbitro anuncia que va a comenzar el partido y todo el estadio estalla en consignas y vítores. La verdad vine porque Líam me invitó. No soy amante de los deportes ni a los lugares tan llenos de personas. Prefiero la tranquilidad de mi cuarto.
Suena una música en el altavoz y escucho gritos ensordecedores. Poso mi mirada al frente y veo que ambos equipos están entrando al campo. Siento una mirada posada en mi espalda y al girarme mis ojos cafés se encuentran con un azul eléctrico. Un chico misterioso me observa desde la tercera fila. Lleva una gorra y va vestido completamente de negro. Puedo sentir su mirada pesada y me resulta extraño e insistente.
Vuelvo a girar mi vista al frente y veo que ha comenzado el partido. Las porristas de ambas escuelas hacen sus rutinas repetidamente para apoyar a su equipo, entre ellas está Emma que se destaca entre sus compañeras. Ella siempre ha tenido un talento natural para este tipo de cosas. No sé cuanto tiempo ha pasado ya. La verdad no he prestado mucha atención. La vista de ese chico misterioso me tiene un poco desconcentrada e intranquila. Miro el marcador y veo que va ganando el instituto. Todas las chicas saltan y enloquecen cada vez que Líam dirige su vista a las gradas.
Se ve tan sexy y encantador con el cabello bañado en sudor que no las culpo por sus gritos. Tal parece que se babean cada vez que pasa cerca. Me sumerjo en mis pensamientos y me termino el bote de papas. De pronto veo que todos hacen silencio y giran su vista a mí. ¿Qué será lo que miran tanto?
Y en ese entonces me doy cuenta del motivo. Líam se ha quitado la camisa y en su pecho dice mi nombre. En ese momento quedo en pausa. Siento como si me hubiera quedado sin habla y mi corazón late muy fuerte en mi interior. Mi mente todavía no procesa lo que está ante mis ojos. En ese entonces el estadio estalla en aplausos y el árbitro menciona mi nombre para que vaya al campo. Esto no puede estar pasando, por eso era la tanta insistencia del ruloso para que fuera a su partido. Muy apenada me encamino a donde se encuentra el ruloso. Soy un manojo de nervios y siento como mis mejillas comienzan a tomar un tono carmesí.
Cuando llego a donde está me abraza y toma el micrófono en la mano.
__ Mi dulce Ana, desde que te vi me has dado un poco de curiosidad, quise conocerte por eso fui a tu casa el primer día de clases, y el segundo, y el tercero y así sucesivamente hasta que se fue convirtiendo en una necesidad verte. __ hace una pausa para tomar aire en sus pulmones y continúa __ Quiero pasar más tiempo del día conociéndote porque me pareces una chica dulce y encantadora y de verdad me gustas mucho.__ Pone una rodilla en el suelo y toma mi mano __ ¿Quieres ser mi novia?...
Y en ese entonces siento como si el tiempo se detuviera, como si todos desaparecieran y sólo quedáramos los dos. No sé que decir, no estaba preparada para esta noticia y me ha tomado por sorpresa.
__ ¿No piensas decir nada? Si necesitas un tiempo para pensarlo solo dilo y te daré todo lo que necesites.__ Lo miro a los ojos cuando logra sacarme de mis pensamientos, no sé que hacer, mi mente se ha quedado en blanco. Giro mi vista a las gradas y noto que el chico misterioso no está. ¿A dónde ha ido?
Vuelvo mi vista a Líam, el tiempo me parece una eternidad y lo que han pasado son pocos segundos. Todos los espectadores están callados esperando por mi respuesta y yo cada vez estoy más y más nerviosa.
__ Si me gustaría salir contigo__ Mi voz suena entrecortada y quebradiza__ si quiero ser tu novia. Entonces se levanta y me alza en sus brazos. Me deposita un largo y dulce beso en los labios y todo el estadio estalla en aplausos. Siento que me voy a desmayar. Me coloca en suelo con cuidado y mis rodillas amenazan con doblarse.
__ Hoy en la noche hay una fiesta en casa de un miembro del equipo y me gustaría mucho que fueras conmigo.
__ Muchas gracias por la invitación pero no soy de ir a fiestas y tengo que regresar temprano a casa.__ Digo un poco apenada.
__ Quería ir contigo, estoy muy feliz con que hayas aceptado y me muero de ganas porque vayas conmigo.__ Hace un mohín y me mira como si estuviera suplicándome que fuera.
__ Está bien pero ¿me prometes regresar temprano?__ La verdad sedo porque es la primera vez que salgo con él como su novia y no me gustaría darle una mala impresión. Quiero aprovechar todo el tiempo que podamos juntos.
__ Muchas gracias osito, prometo dejarte en tu casa temprano.__ Me toma de las caderas y me vuelve a besar, pero esta vez un beso más largo e intenso.
Cuando giro mi vista alrededor noto que ya no queda casi nadie en las gradas, solo un par de niños jugando. Tomo mi móvil y veo la hora, tengo que llamar a mamá para avisarle que voy a salir. No me gusta tener secretos con ella.
Ana: mami hoy llegaré un poco más tarde. Voy con Líam a la fiesta después del partido que hace el equipo ganador. No te preocupes que Líam me regresa temprano a casa.
Elina: Está bien mi niña. Diviértete. Un beso.
Ana: Otro para ti.
Guardo el móvil en el bolsillo de mis vaqueros y asiento con la cabeza para avanzar. Líam me lleva a la salida y veo un autobús con varias personas alrededor.
__ ¡Qué bueno que ya llegas, Te estábamos esperando!__ Dice un chico trigueño que debe ser del equipo.
__ Vamos, tenemos que irnos ya, hay una fiesta andando en nuestro honor y nos la estamos perdiendo.__ Líam hace una seña y me toma por la cintura para entrar en el autobús.
No sé que pasará, la verdad no sé ni lo que estaba pensando cuando acepté ir. No me gusta ese tipo de fiestas donde hay música ruidosa, chicos comiéndose en los rincones y mucho alcohol. Tengo la cabeza dándome vueltas desde que me pidió ser su novia. Nunca imagine que mi pequeña obsesión se haría realidad. Estoy embobada con esta situación. No sé qué pensar, sólo sé que no me arrepentiré de haber aceptado salir con él.
ME GUSTA MUCHO, pero no lo sabrá. Al menos no por ahora.

Nadie como tú (En Proceso De Corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora