capitulo 8

2 1 1
                                    


Axel

Dicen que cuando conoces a alguien que marco tu vida de una manera inexplicable, a pesar de que hayan pasado malos momentos, solo los buenos son los que perduran en tu memoria para siempre y no pueden ser borrados por ningún motivo.

Ver a una persona que fue tu fuente de felicidad por mucho tiempo, siempre te va a hacer reaccionar de una manera distinta. A algunos les puede dar rabia, impotencia, rencor, incluso odio, pero a yo jamás reaccionaría con alguna de las anteriores, por el contrario, me causaba una emoción tan grande que no tenía explicación alguna. Era como cuando una madre veía por primera vez a su hijo recién nacido. Como un hermoso atardecer por el que esperaste mucho para disfrutar.

Ella causaba muchas cosas en mi pero no de forma amorosa, eso ya había pasado, está vez era diferente, se trataba del cariño entre dos personas que compartieron muchas experiencias juntos.

— Me alegra volver a verte — fue lo primero que salió de mi boca sin antes poder meditarlo.

Ella me observo de pies a cabeza, sus ojos eran demasiado hermosos para ser reales, su vista se poso en mí y tardo unos segundos antes de responder.

— Creí que jamás te volvería a ver — respondió tan simple como recordaba que lo hacía, se acercó mucho más y quedó justo frente a mí.

Sus ojos escanearon mi rostro y luego continúo — no se porque me gusta el hecho de que aún estés completo.

Eso causo que mi sonrisa creciera aún más de lo que ya estaba. Sabía a lo
que se refería, o más bien a quien se refería, la observé por unos segundos más y le di cuenta que había cambiado un poco. Su rostro estaba más delgado al igual que su cuerpo, habían unos marcas en sus brazos que parecían uno moretones, y cabello era más rojo que antes, definitivamente había cambiado demasiado.

— ¿En qué piensas? — lo dijo con un tono un poco bajo — ¿No me digas que aún tienes la costumbre de perderte en ese enorme cerebro que tienes? — lo dijo y me dio un pequeño golpe en la cabeza para que entendiera mejor la referencia.

— Hay cosas que no cambian en lo absoluto Jules — le dije mientras seguía observando la.

— ¿Qué haces por aquí? — cambio de conversación de inmediato, al parecer no había perdido esa costumbre — estás un poco lejos de casa.

— Estoy con mamá — le respondí muy rápido — estábamos haciendo unas cosas y justo cuando pasamos por aquí se detuvo para comprar no se que.

Ella me observaba con una pequeña sonrisa y los ojos un cerrados — ¿Y esperas que te crea? Porque para ser honesta cuando estábamos juntos casi nunca decías la verdad.

— Te aseguro que ya no soy de esa forma — en ese instante mamá se están acercando a nosotros — y ahora prepárate que allí viene mamá — le dije un poco bajo.

Mamá se acercó de una tan rápida que podría decirte que parece familia de flash, y juro que no exagero para nada.

— Cariño ya estoy list….. — la palabra se quedó a medias y cuando vio a Jules una sonrisa se dibujo en su rostro — Jules mi cielo, tanto tiempo — de inmediato la abrazo.

— Me alegra verte de nuevo — le respondió ella igual de feliz.

— Corazón estás hermosa, mírate que guapa — como siempre mi madre adulando a las personas, si en definitiva nunca iba a cambiar.

— Tu también estás hermosa y lo digo en serio.

— Te lo agradezco mucho querida, ¿Cuándo nos vas a visitar? Sabes que nuestra casa es tuya también.

pintando nuestro Amor © [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora