Desconocida
— ¿Cómo estás?.
— Bien.
— Mentir es malo.
— Fingir que te importa también.
Los días pasaban y cada vez era peor, los dolores en el cuerpo cada día crecían más y más y no daban señal de que en cualquier momento se iban a ir. Mi vida se estaba convirtiendo en un completo infierno, las idas al hospital ya eran un estilo de vida y tenía la completa seguridad de que esto no iba a acabar pronto.
Medicinas, tratamientos, quimioterapia y nada que habían resultados de que iba a mejorar.
Mama al otro lado de la gran sala de espera se estaba tomando un café, yo por otro lado solo me dedique a observar a todos lo que iban y venían por los pasillos. Los hospitales son lo peor del mundo, es como la primera muerte, ya que es solo dolor tras dolor y personas que “intentan” salvarte la vida pero en realidad no lo hacen. Seguíamos en la espera de unos análisis que me habían hecho hace una semana y hoy nos entregaban los resultados.
Observé por un momento a mamá y ella me dedico un sonrisa, yo solo pude desviar la mirada y en ese instante la doctora Laura se aproximaba por uno de los pasillos, de inmediato me levanté y me acerque a ella, mamá hizo lo mismo.
— ¿Qué dicen? — mamá fue la primera en hablar y la doctora la miro por un momento y luego me miró a mí.
No decía nada, solo nos observaba y una que otra vez desviaba la mirada a otro lugar. Los nervios ya se habían hecho presente en mí y sentía que en cualquier momento iba a explotar, por eso sin preámbulo le hablé yo a la doctora.
— Lo que sea que haya salido en esos análisis……le pido por favor que lo diga de una vez.
Ella me observo y luego respondió.
— Lo siento mucho, pero nada de lo que hemos hecho en estos dos meses ha dado resultados.
Eso me destrozó. Me hizo sentir que en ese mismo instante iba a morir. Que nadie podía hacer algo para que yo pudiera vivir un poco más, mi vida se estaba yendo por el caño y no sabía cómo mierdas la iba a recuperar.
— Tiene que haber algo que podamos hacer doctora — está vez hablo mamá con un nota un poco triste.
Ella solo la observó y negó lentamente con la cabeza, luego me observó nuevamente a mi y volvió a hablar.
— Hice todo lo que estuvo a mi alcance, pero nada dio resultados y de verdad lo siento mucho.
La observé directamente a los ojos, sentía tristeza pero también estaba molesta, sentía rabia, sentía que en realidad no habían hecho nada para poder ayudarme y sin pensarlo le hable.
— Doctora no me venga con eso de que hizo todo lo que pudo…… no tengo diez o quince años para que me venga con este tipo de estupideces, si no hubo algún avance o algún resultado concreto de porque el maldito Cáncer volvió fue porque no hicieron lo suficiente como para que yo pueda vivir a si fuera a base de tratamientos.
Con eso me voltee y comencé a caminar por uno de los pasillos, estaba hecha mierda y ellos solo decían que habían tratado de ayudarme cuando eso es pura mentira, ellos lo único que hacen es sacarle dinero a la gente para dejar morir a sus pacientes.
Baje en uno de los ascensores y cuando estuve en la planta baja salí disparada del lugar sin mirar atrás, entre en el asiento del copiloto del auto de mamá y minutos después ella apareció y subió. Se quedó en silencio por unos segundos y luego me observó con un cara de tristeza y frustración pura.
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pintando nuestro Amor © [En Proceso]
Novela JuvenilEmma y Axel, dos jóvenes que ven la vida de una forma distinta, el es de las personas que no le importa lo que pueda pasar a su alrededor la mayor parte del tiempo, no le interesa disfrutar cada momento que le regala la vida, a diferencia de Emma, a...