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Emilio toca la blanca puerta frente a sus ojos y sólo son necesarios 2 golpes, ya que el lindo omega ya está abriéndola, con una sonrisa en sus labios. No se veían desde hace 1 semana, ni siquiera cuándo Emilio iba a la clínica, ya que el omega siempre estaba ocupado. Ó eso le decía su asistente, ó él mismo por celular.

- Hola. – Saluda y se acerca a los labios del alfa, por un rápido beso. – Que guapo. – Halaga el omega, cuándo el alfa ingresa en su departamento, Emilio sonríe – con hoyuelos. – y agradece, entregándole la orquídea roja que mantiene en su mano llena de anillos.

Y Emilio puede notar cómo las mejillas de Joaquín enrojecen, porque él definitivamente sabe el significado.

- Me estás dando muchas flores rojas últimamente. –Menciona el omega, juguetón. Emilio ríe bajo y asiente.

- Lo siento, no es mi intención incomodar. – Responde, abrazando al omega, quién se acurruca en su pecho.

- No lo haces, me gusta el mensaje. – Susurra, aspirando el olor del alfa, antes de alzar su rostro por un beso dulce.

Cuándo se han separado, Joaquín coloca su orquídea en la mesa de la cocina y luego se une a Emilio en el sillón, quién ya está buscando una película.

- ¿Qué quieres comer? – Pregunta el alfa, entrando a una de éstas aplicaciones de delivery.

Cuándo finalmente se deciden y realizan su pedido, dan play a pulp fiction, porque Emilio nunca la ha visto. El sushi llega a los 20 minutos y después de acomodar la comida en la mesa de centro se disponen a comer, Emilio muy concentrado en la película para notar las furtivas miradas que le dá el ojimiel.

- Emilio... - Llama el más bajo, ganándose la atención del alfa, quién le dedica una suave sonrisa, invitándolo a continuar, mientras pone pausa a la película. – Te quiero pedir algo y bueno, si no te sientes cómodo puedes negarte, no hay problema.

- Dime, Joaco, si está en mis manos dártelo, lo haré. –Responde, apretando su mano con suavidad.

- Bueno, no está en tus manos específicamente. – Murmura, y ríe nervioso, Emilio sonríe frunciendo el ceño.

- No entiendo...

- Mi celo está cerca y me gustaría pasarlo contigo. – Suelta el ojimiel, apresurado y sintiéndose enrojecer. Ésto es algo que había estado pensando desde el primer beso con el rizado, antes del incidente con Mauricio, claro está.

Su celo sería por la fecha de su cumpleaños, así que no había otra cosa que quisiera más que pasarlo con el rizado que no dejaba su cabeza desde hace meses.

- Oh. – Responde el alfa y sus mejillas se calientan, al igual que todo su cuerpo. – Estás...¿seguro?

Joaquín asiente, mordisqueando su labio y se mueve hasta quedar al lado del alfa, para darle un lento beso, que es recibido con gusto por el más alto. Se apartan del húmedo beso y Emilio coloca sus manos en las amplias caderas del omega, apretando.

- ¿Puedo pedir algo también? – Murmura Emilio, sin apartar sus ojos de los mieles brillantes.

- Lo que quieras. – Responde en un susurro, por su delgado cuerpo corriendo la anticipación de lo que está por suceder, puede sentirlo. Ya sabe lo que vá a decir el rizado.

- No quiero que nuestra primera vez juntos sea en tu celo, me gustaría hacerlo contigo lúcido. – Y cuándo las palabras han abandonado los labios del alfa, el omega está asintiendo de acuerdo, montándose en su regazo y atrapando sus labios en un beso ansioso.

- Vamos a la habitación. – Pide el omega, apartándose del beso sólo unos segundos, antes de volver a atacar la boca del alfa, con sus manos enredadas en el rizado cabello. Y la facilidad con la que Emilio se levanta con él en brazos, logra que la primera oleada de lubricante lo moje.

Foll's Gold // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora