01

1.6K 56 8
                                    

Narrador omnisciente

- ¿Estás segura de esto?

Ella asintió guardando todas sus cosas sin mirarlo

- piénsalo bien, esto la puede afectar - la perseguía por la habitación - entiende que no puedes actuar de manera impulsiva, todo lo que tú hagas la..

- ¡cállate, Alejandro! - el pelinegro parecía afectado - no puedo seguir así, sé que todo lo que haga tendrá efecto sobre ella porque depende de mi, pero no puedo más con esto, ¿Crees que me gusta la idea de lastimarla alejándolos?, Tengo que pensar en ella pero no por eso dejaré de pensar en mi ¿Lo entiendes?

Él asintió con la mirada en el piso. Daniela, por un pequeño momento, sintió la necesidad de tomar su rostro y besarlo pero ella ya había tomado una decisión antes y no necesitaba algo más que la atara a ese lugar

- ¿Es definitivo?

Suspiró - lo es - cuando se aseguró de que toda su ropa estaba en maletas se dirigió al cuarto de su hija, comenzó a sacar ropa de su armario y aunque no era mucha el tiempo que le tomó empacarla lo sintió como una eternidad

Se dió cuenta de que su amigo estaba de pie bajo el marco de la puerta y se acercó a él para abrazarlo

- no quise gritarte de esa manera, lo siento - él negó con la cabeza y respondió el abrazo

- lo entiendo, no quise que te alteras - ella levantó la mirada recargando la barbilla en su pecho - no quiero perderlas, eso es todo

- ¿podemos pasar unos días contigo?, Solo mientras organizo todo para regresar con mi madre

- el tiempo que quieras - intentó acercar su rostro al de la castaña y ella se alejó

- Ale, no hagas esto más difícil, por favor

Él sonrió casi con burla - ¿Temes que si sucede no puedas irte?

Daniela negó con una sonrisa - no tienes que hacerte el fuerte conmigo, deja tus bromas sin sentido y ayúdame a subir todo a la camioneta, por favor

Salió del cuarto tan rápido como pudo evitando que el más alto notara el rubor en sus mejillas. Ella mentiría si dijera que no tenía sentimientos hacia el chico, pero no podía dejar crecer esos sentimientos, al menos no aún

[...]

- ¡mami!, ¡Ale! - Lia salió de su salón y la maestra le sonrió

Daniela la cargó en brazos viendo como su hija se despedía desde lejos de su maestra

- ¿Cómo estuvo tu día, amor?

Lia se estiró hacia Alejandro pidiendo que el la cargara, Daniela se la pasó y vio a su hija cerrar los ojos

- creo que está cansada - mencionó para si misma y la verdad es que ella prefería que Lia durmiera el resto del día para así evitar la conversación, o intento de, que debía tener con ella

~~~

- ¿Y ya lo hablaste con tus papás? - la menor negó - entonces solo piensas irte así - esta vez asintió - Poché, no puedes hacer eso

- ellos dijeron que cuando me sintiera lista podía irme al departamento y han pasado tres años desde eso, creo que lo estoy - se encogió de hombros y siguió guardando sus cosas en cajas de manera tranquila

Manuela intentaba retrasarla todo lo posible pero ni si quiera la idea de pasar la tarde comiendo parecía gustarle

- ¿Y si lo hablamos las dos con ellos y después nos mudamos?

Esta vez noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora