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Pov Calle

- ¡¿Dónde carajos estás?! - separé el teléfono de mi oreja y fruncí el ceño

- si dejas de gritar te explico - Alejandro me miró con reproche y le sonreí

German suspiró del otro lado - bien, habla

Asentí como si el pudiera verme - me fuí - cuando escuché su respiración alterarse sonreí más

- eso ya lo sé, lo que quiero saber es a donde y por qué - parecía hablar entre dientes

- uno, no te importa, dos, porque estoy cansada del cuento de que lo das todo por nosotras cuando ya deberías estar jubilado y que soy una mal agradecida, nadie te pidió nada

Casi podía ver su rostro rojo frente a mi y eso me parecía divertido

- me da igual que te largues, sé que te irás con tu madre y volverás a mi cuando ella las rechace

Negué con la cabeza - adiós, German - colgué antes de que siguiera haciendo comentarios sin sentido

Caminé hasta la cocina para estar a lado de Ale y el me miró unos momentos antes de regresar su vista a la sartén

- ¿Ya hablaste con tu mamá?

Afirmé haciendo un ruido con mi garganta

- ¿Cuando se van?

Suspiré - en dos días, solo en lo que terminó de arreglar las cosas en el jardín de Lia - su rostro era serio y la verdad es que no quería aguantar otra letanía sobre lo mala que era la idea de irnos - voy al súper, ¿Necesitas que compre algo?

- salsa - contestó cortante

Tomé sus llaves del departamento - bien, ya me voy, no me tardo

Salí antes de que el pudiera decir algo y bajé por las escaleras hasta la portería

Mi celular sonó y lo revisé

Pau
¿Entonces la próxima semana? Para comprar mi vuelo

Sí, de hecho estaré ahí antes

La llevarás con sus abuelos?

Quizá, no es algo que haya pensado aún


Subí a la camioneta y manejé al supermercado

Regresar a casa de Mafe era abrir una herida que ni si quiera había sanado correctamente, una herida mal cosida por la desesperación de que dejara de sangrar, sin duda volver a estar donde había cometido tantos errores me pasaría factura en algún momento y colapsaría, solo esperaba que no fuese en presencia de Lia

Mi celular volvió a sonar pero esta vez por una llamada

Era un número desconocido

- ¿Hola?

- ¿Calle? - era una voz de hombre

- Sí, ¿Quién habla?

Por un momento hubo un silencio incómodo y luego - soy yo, Mario - lo había dicho con una voz aguda, como el personaje de videojuego

- eres un idiota, ¿Que sucede? - solté el aire que había retenido, las llamadas de extraños me ponían paranoica

Se escuchaba mucho ruido del otro lado y después como poco a poco ese ruido disminuía

Suspiró - solo quería saber cómo estás, no he sabido mucho de ti en estos meses

Me quedé callada unos segundos. No lo había vuelto a buscar porque estaba arreglando todo para dejar a Germán e irme con Lia a casa

Esta vez noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora