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Pov Poché

- te amo - besé su mejilla - te amo - su nariz - te amo - sus cejas y entonces escuché su risa

- para ya, ahí está tu novia - escuché a Juana bufar y sonreí

- amor, ¿Te molesta esto? - nos señalé a mi y a Manu mientras la miraba

Juana negó con la cabeza sin quitar la mirada de sus libros - para nada, pueden tirar frente a mi si quieren, pero necesito estudiar

Rodé los ojos me paré del sillón para ir a sentarme a su lado en la mesa

- relájate cinco minutos, llevas toda la semana estudiando, ve una película con nosotras y comes, puedes seguir después ¿Sí? - me miró de reojo y besé su mejilla - podemos pedir hamburguesas e iré a comprar tus papitas favoritas

Escuché a Manu arremedar todo lo que decía

Mi novia suspiró y alejó su silla de la mesa mirando hacía el techo - bien, pero me quedo a dormir contigo hoy - más que una condición me parecía una ganancia extra además de pasar tiempo con ella

- perfecto - le dí un pico antes de pararme e ir a mi cuarto por mi billetera y llaves - Manuela, ¿Que quieres que te traiga?

Levantó la mirada de su teléfono - unas papas y una malteada de chocolate - asentí

- ¿Tu quieres algo además de las papitas y la hamburguesa, amor?

- nada, ¿Irás tú sola?

La miré unos segundos antes de afirmar. Me molestaba su preocupación al yo salir sola, que me hubiese perdido una vez no significaba que pasaría siempre

Caminé hacia la puerta - no tardo, las quiero - salí y escuché el grito de Manu

- ¡a mi me amas!

Lo hacía, pero no tenía que enaltecer su ego

Salí del edificio y miré a mi alrededor. Era el primer momento que tenía a solas desde que había hablado con mis padres sobre la mudanza, no me molestaba, casi todo el tiempo estaba con mis amigos, pero era extraño que de pasar a vernos dos veces a la semana como mucho ahora casi viviéramos juntos

Entré al lugar, pedí lo que las chicas me dijeron y esperé sentada mientras revisaba los mensajes que tenía sin abrir

Karla
Al menos necesitarás una carpeta, o varios cuadernos, como prefieras ¿Te parece ir en dos días?

Claro

Suspiré cuando me dejó en visto y pasé mis manos por mi rostro

"¿Podemos hablar de lo que pasó el viernes?" Pensé escribir, pero si ella no lo mencionaba yo tampoco lo haría

Salí del chat y apagué el teléfono que en seguida sonó

Juana
¿Podrías traer unas cervezas?

Me tensé

Sí, ¿Algo más?

Nada bebé
Te esperamos

La dejé en visto

¿Cuánta cerveza debía llevar? Lo suficiente como para relajarla pero no tanto como para emborracharla, menos si pensaba quedarse a dormir conmigo

Mi teléfono volvió a sonar

Manu
La cerveza no es necesaria, puedes estar tranquila

Esta vez noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora