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- esa perra no puede dejarnos en paz ni estando desaparecida - murmuró Juana 

Mario levantó la vista disgustado - no te refieras a ella de ese modo 

Ambas mujeres lo miraron confundias 

- ¿ahora la defiendes? - Manuela fue la que se atrevió a preguntar - es su culpa que Poché no recuerde nada ¡¿y tu la defiendes?! - gritó

- ¡tu sabes bien que eso no fue su culpa! - se levantó de la silla donde se encontraba y señaló a su amiga - si alguien tuvo la culpa de todo esto, fui yo - Manuela abrio la boca para discutir pero el la detuvo - y si no quieres culparme a mi, puedes culpar al perro de Sebastian o a la maldita de su hermana 

Juana se colocó entre ambos mirando a Mario. - te sientas - le ordenó y este obedeció - Mario tiene razón en esto, Manuela - se giró hacia su amiga. - Calle fue una idiota al caer en su juego pero ella no era conciente de nada, es solo una mala persona, no la culpable de lo que pasa

- ahora resulta que los dos defienten a esa pendeja - dijo con coraje - si ella no existiera no estaríamos amenazados y las cosas con Poché serían más faciles 

- ¿en qué serían más faciles? - Mario preguntó sin saber a lo que su amiga se refería 

- no tendríamos que mentirle como si se tratara de respirar 

- pero ella no se va a anterar nunca - justificó Juana - Valentina no lo permitiría incluso si lo intentaramos 

Los tres callaron. Mario sabia que lo anterior era mentira. En un par de semanas Karla le contaría toda la verdad a Poché y después la llevarían a conocer a Daniela, estaba decidido. Aunque había dudado de su desición, dejó de hacerlo cuando Manuela les contó lo que Poché recordó, la cita doble en el cine

- ¿y por qué no le decimos la verdad? - sugirió y sus amigas lo vieron como si se hubiera vuelto loco - ningun secreto dura para siempre, nos consta y, tal vez, si Poché se entera por nosotró y no por algo exterior, comprenda la situación 

Manuela lo miró como si fuera estupido - ¿y que su hermana le cuente toda la verdad a sus papás y nos alejen de ella por encubrirte? wow, que plan 

- nunca les pedí que lo hicieran. Pueden decir que ustedes no sabían la verdad y que fui yo solo quien ocultó todo 

esta vez fue Juana quien habló - Mario, se racional, ¿a quien le van a creer? ¿a su hija o a unos extraños? 

Mario jadeó molesto - ¡no somos extraños! Tu eres su mejor amiga - señaló a Manuela - Antonio te dice tía incluso, sus papás te adoran, y tú - señaló esta vez a Juana - eres su novia, sus papás te aprecian 

- pero Valentina es SU HIJA - repitió Manuela - Mario, deja de ser tan imbecil y date cuenta de la realidad, hagamos o digamos lo que sea, ella tienen grabaciones y contra eso no podemos hacer nada 

- entonces entremos a su departamento y robemos la memoria - dijó como si nada 

- ustedes dos me van a volver loca - Juana se sujetó la cabeza - Mario, deja de hacer planes tipo pelicula, eso fue lo que nos metio en este problema para empezar - se quejó y se sentó en la silla que ocupaba hace unos minutos - y Manuela, deja de quejarte de las ideas de Mario, el al menos intenta buscar una solución y no se queda lamiendo sus heridas - su amiga la miró indignada - sé que tenemos miedo de perder a Poché si Valentina decide decir la verdad - los miró con seriedad a ambos - pero mi novia está empezando a recordar y no podemos negar que sabrá la verdad tarde o temprano. Si... - Miró a Mario y suspiró sin ganas - si hacemos lo que Mario dice, si lo hacemos de unca forma discreta, tal vez podríamos explicarle todo 

Esta vez noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora