La razón de todo

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La razón de todo

En la base todos estaban relajados platicando un rato mientras que nada interesante pasaba con alguna de las jaulas, claro que algunos oficiales si tenían que mantenerse alerta, pero se alternaban cada cierto tiempo para tener sus merecidos descansos.

Sonic se encontraba con Tails en el nivel, solo que el zorro estaba muy entretenido hablando con la pacificada Lamia dentro de la jaula, se veía que hablaba mucho aunque al parecer hacia preguntas que eran molestas o incomodas para la chica, gestos y movimiento en reversa era lo que lo indicaba, estaba algo incomoda y era evidente, pero el zorro no podía evitarlo, siempre ha sido el más atrevido para las preguntas raras o incomodas, Sonic reía internamente viendo a la pobre serpiente en problemas.

El erizo miraba a todas partes solo para toparse por accidente con una conversación entre oficiales que preocupo al muchacho; los oficiales hablaban de un rumor que se estaba corriendo por el nivel, específicamente con respecto al nuevo caso, la lamia. Se dice entre el personal del nivel que ahora que se sabe que la chica serpiente puede comunicarse y es aparentemente inofensiva, se le llevara a la sala de reuniones donde estarán los líderes del país, quienes intentaran obtener información de las lamias con respecto a todas las preguntas que ha estado evadiendo los últimos días, esperando que un poco de presión pueda hacer que la chica hable. Por supuesto nadie confía por completo en ella, entrara a la sala vigilada y sujetada por la cola y brazos por las garras.

Esa parte en específico es la que más preocupaba al erizo, las garras son capaces de dar choques eléctricos poderosos que dejan dolorosas quemaduras, no importa si es piel o escamas, esas armas de prevención hacen más daño del que uno se puede imaginar, ellos prometieron que no volverían a darle un mal trato, pero a fin de cuentas, es el gobierno y no puedes confiar en sus promesas si se sienten inseguros.

Ahora el muchacho se mantendría al pendiente de los movimientos del personal, de cualquier cosa que le pareciera rara, sobre todo si personas se acercan a la jaula de Amy.

Distraído por sus pensamientos el erizo no noto cuando su amigo se acercó a él con una sonrisa pintada en el rostro, el zorro toco por el hombro al azulito lo que inmediatamente lo saco de sus pensamientos y lo obligo a ponerle atención al niño. Tails tenía una cubeta con él con un líquido de textura semi-viscosa y de color ámbar, él erizo se dio cuenta de inmediato de lo que tenía su amigo en esa cubeta, hizo un gesto de desagrado.

- Es increíble la cantidad de lustrador que ella puede soltar de un solo susto- comento Tails sujetando la cubeta.

- ¿Para qué quieres eso? Es asqueroso.

- Oye esto servirá mucho para lustrar mi avión, jamás tendré que preocuparme por la humedad otra vez- dijo emocionado.

- Aun así, es desagradable, son fluidos corporales, es como si le pusieras sudor a tu avión.

- Sé cómo suena, pero no me importa, incluso si quisiera podría ponerlo en mi pelaje, pero no pienso cruzar esa línea.

El erizo estaba a punto de replicar, pero de un momento a otro, los oficiales alrededor suyo comenzaron a moverse en dirección a Amy; estaban preparándose para sacarla de su pequeña prisión, estaban siendo cuidadosos con cada movimiento que hacían, nadie quería recibir un golpe de esa poderosa cola, incluso tenían a Shadow cerca junto con su equipo, Rouge y Omega, era la primera vez que ellos veían a la criatura y mientras que Rouge no era un problema, Omega por otro lado tendía a ir directo a la violencia por cualquier señal de peligro en una situación desconocida, no lo podía evitar, a fin de cuentas era un robot y estaba en su programación ser precavido, lo cual lo lleva inmediatamente a neutralizar la amenaza.

La cola de la serpienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora