Egg Predator

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Egg Predator

Era el último día, el ultimo día antes de decir que todos estarían a salvo de una invasión de serpientes, sería un enorme problema, ya que como la joven serpiente dijo, no tendrían piedad de nadie si algo le pasaba a ella, no habría niño, mujer o anciano que escapase de la ira de esta especie surgida de la antigua Grecia.

En un tren eléctrico de paseo turístico, la luz atacaba con furia el rostro del erizo azul, estaba en el punto perfecto para que pegara directo la luz del sol en cuanto saliera, esto no lo resintió al inicio pero bastaron solo unos segundos para que ya le molestara, apenas podía abrir los ojos con todo ese resplandor, luego cubrió un poco su cara con su mano derecha para poder ver el panorama, no recordaba haberse quedado dormido, trato de mover su otro brazo pero algo se lo impedía, trato lo mismo con sus piernas pero algo pesado se encontraba sobre todas sus extremidades menos el brazo derecho, levanto la cabeza para ver que le impedía moverse; se exalto, su cuerpo se paralizo por un momento al ver a la chica serpiente con parte de su cabeza encima de su pecho, su brazo atrapado del otro lado de la cabeza de ella y parte de la cola de la serpiente sobre él.

Casi se zafa de la situación por la fuerza, pero al verla tan cómoda sobre él opto por la forma suave; llamaba el nombre de la serpiente con voz suave y la movía del hombro; ella despertó rápido pero lento a la vez, el erizo pronto se arrepintió de despertarla, ella comenzó a mover su cuerpo alargado y aunque su piel era suave, al deslizarse por la suya, la de ella daba la sensación de ser viscosa.

- A-amy.

- ¿Hmm?- cuestiono adormilada.

- Podrías quitarte de encima por favor.

La muchacha pronto se dio cuenta de cómo estaba acomodada y se movió muy rápido, pero al hacerlo cayó con fuerza al suelo del tren, Sonic se preocupó y pregunto si se encontraba bien.

- Sí, sí, estoy bien- hablo rápido.

Estaba totalmente avergonzada, ella misma era consciente de lo incomoda que podía ser su piel de serpiente contra piel normal de alguien normal, se disculpó varias veces con el erizo y él le respondía que no se preocupara; pero que peculiar despertar le toco a estos dos.

Para los planes de mas tarde, Sonic y Amy habían sido invitados por el resto de sus amigos a pasar un rato relajante en la playa, ellos ya habían aceptado con gusto ir y no podían quedar mal, pero sería difícil disimular el hecho de que no se podían ver a la cara por el momento.

Al llegar a la costa lograron ir con sus respectivos grupos bastante rápido, Amy se fue con las chicas y Sonic con los muchachos, ambos estaban separados por varios metros y haciendo actividades distintas, pero solo uno de ellos volteaba repetidamente a ver al otro, le parecía lindo ver como la lamia hacia castillitos con Cream, pero cada vez que la miraba recordaba la situación de la mañana, ese momento en el que su mente lo engaño y mintió acerca de cómo se sintió realmente al estar envuelto en el abrazo de Amy, no era desagradable, era como ser cubierto por una nube cálida a pesar de que ella fuese de sangre fría, le hubiera gustado no haber entrado en pánico y haber durado un rato más así con ella.

- La estas mirando mucho- observo Tails.

- Claro que no- negó en seco el erizo.

- ¿Paso algo?

- No- dijo en tono no convincente.

Los amigos de Sonic aprovechaban para regresarle todas las que le hacia el erizo y este era su momento.

La cola de la serpienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora