Introducida a la ciudad

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Introducida a la ciudad

Caminando por la ciudad estaba Sonic escoltando a Amy por las calles, tal vez la chica no tenía un tamaño tan impresionante como cualquiera hubiera esperado de un monstruo aterrador, pero aun así podía robar miradas, no llenas de temor si no de asombro, incluso algunos por su expresión creían que era adorable; a Sonic le molestaba que tantos la miraran, no sabía porque pero le parecía irrespetuoso sobre todo porque nadie disimulaba un poco para no hacerla sentir incomoda.

Por otro lado, Amy estaba fascinada con la ciudad, no tan asombrada ya que no era la primera vez que paseaba por ella, además, al contrario del erizo, a ella no le molestaba que la vieran, le era halagador y lo mejor era que nadie parecía tenerle miedo, incluso algunos niños la saludaban; no falto mucho para que los grandes se le acercaran – Disculpa amiga, te importa si nos tomamos una foto contigo- pidió un joven con su grupo de amigos y ella les concedió su petición con gusto, se puso en medio del grupo de muchachos y tomaron una foto rápida – muchas gracias señorita- se despidió el muchacho de parte de su grupo y ella agito su mano en forma de despedida; conforme continuaban caminando este tipo de cosas continuaban pasando, alguien lo hacía y unos más tomaban confianza para pedir una foto o hacerle preguntas; el único momento en el que el erizo ponía los altos era cuando pedían tocar alguna parte de la eriza como la cola, orejas y cuernos, cualquier parte con una textura diferente a la piel, Amy no se molestaba con las peticiones, comprendía la curiosidad de las personas y su maña de tocar todo lo que fuera nuevo para ellos he incluso estaba dispuesta a dejar que tocaran solo algunas zonas, pero el erizo los corría a sermones sobre lo indecente que era pedir algo así, actuaba como si fuera un padre cuidando a su niña inocente.

- Y ¿Qué te parece la ciudad hasta ahora?

- Ha cambiado un poco, es más colorida, eso es seguro.

- Si, algunos edificios no tienen mucho de ser pintados.

- Pero sería más divertido si no tuviera a un papa cuidándome.

El erizo se sintió ofendido, argumento que según él conocía a ese tipo de personas y sus intenciones nunca son satisfacer una curiosidad, mientras que ella replico diciendo que podía cuidarse sola, eso claro que no le fue suficiente al erizo, pero la lamia decidió atacar con algo mas.

- Ohhh, ya entiendo, estas celoso porque si dejaría que otros me toquen y tu no.

- ¿Q-que? ¡Claro que no eso es ridículo!- exclamo sonrojado con un desafinación en su voz por la sorpresa de la insinuación.

- Entonces si me permites.

La serpiente se acercó a un grupo de tres muchachos que noto que la miraban mucho y se les unió a su grupo para saludar, Sonic se quedó confundido mirando la escena – ¡Prtss! ¿enserio? – pensó, le parecía tonta la forma en la que la chica quería provocarlo, pero no sintió nada al verla convivir, pero luego parecía que los muchachos la entrevistaban, parecía que le hacían preguntas y ella les contestaba con rostro serio y de advertencia – Oh no- pensó el erizo, la lamia salió del circulo para dejar a los muchachos atrás de ella, entonces comenzaron a acariciar la parte inferior de la cola; por ahora el erizo podía aguantar, pero uno de los muchachos se puso enfrente de ella, luego la serpiente acerco su cabeza para que el joven pudiera acariciarle y rascarle las orejas, entonces el erizo no aguanto más y corrió para cargar a la serpiente.

- Lo siento muchachos, pero ella no es un artículo de exhibición que se pueda tocar.

Dijo el erizo antes de salir corriendo, Sonic no lo vio pero los muchachos detrás de él rieron con fuerza una vez que estuvo lo suficientemente lejos.

La cola de la serpienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora