Construcción de confianza

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La cola de la serpiente

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Construcción de confianza

Las alarmas del nivel aun sonaban fuertes y destellaban de rojo, no eran tan grandes como para hacer que el cuarto se volviera del color del bombillo pero cumplían su función; a lo lejos mientras iba siendo guiado por el oficial, Sonic pudo ver un enorme grupo de policías hechos bola contra una pared, empezaron a escucharse gritos, el erizo y el zorro apresuraron el paso hasta que llegaron al lugar de los eventos, un soldado se quiso hacer el valiente e intentar sujetar a la serpiente por su cuenta, pero fallo el agarre y fue lanzado por encima del grupo, pero no significaba que no hubiera salido ella herida, logro obtener parte del choque eléctrico de la garra en su cola.

Un soldado se alegró de ver que el erizo había llegado y le lanzo un gancho garra, ahora todos los policías estaban expectantes de ver como seria su primera vez lidiando con una criatura mitológica, Sonic miro al grupo y luego a Tails quien solo le dio unos pulgares arriba, nada que lo relajara; luego el grupo abrió un muy pequeño camino que iba directo a la lamia, ambos se miraron a los ojos, eso le hizo recordar a Sonic como fue la primera vez que hicieron contacto, estaba un poco oscuro y solo una linterna alumbraba, después de que ella lo soltó y quedaron frente a frente, él pudo jurar que los dos pensaron lo mismo al mismo tiempo – Puedo confiar- ahora las circunstancias eran diferentes, ella en cuanto vio el arma que traía se estremeció y él lo noto, ahora no se veía asustada, estaba aterrada – me tiene más miedo a mí que al resto ¿Por qué?- pensó el erizo para sí mismo; concentro su mirada en lo que tenía frente a él y comenzó a avanzar poco a poco con la garra al frente, la lamia reacciono y se volvió loca, volteo a todas partes buscando un hueco con desesperación justo como aquella noche en la que era perseguida por los captores, Sonic se detuvo un momento y él y la chica volvieron a hacer contacto visual, mas por parte de ella para corroborar si él seguía acercándose, luego el erizo retomo su andar, fue en ese momento en el que ella se alteró, comenzó a hacer sonidos de gritos combinados con seseos, intento escalar la pared pero no tenía forma de hacerlo con una superficie tan resbaladiza, estaba como loca, se escuchaba peor que los llantos de un perro amenazado. Sonic se detuvo por completo y evaluó la situación, no se sentía bien lo que estaba a punto de hacer, ya no estaba dispuesto a hacerlo, todos los soldados del grupo se dieron cuenta, un buen muchacho no podía ser corrompido haciendo algo tan vil de un día para otro -¡equipo, avancen!- ordeno el líder de escuadrón, comenzaron a encerrar más a la lamia aprovechando que no estaba poniendo atención, cuando la chica se percató de esto, ya era tarde, todos estaban a una distancia suficiente para poder tomarla por varios sitios a la vez. Finalmente algunos soldados se aventuraron y se animaron a intentar agarrarla, para este punto la serpiente solo espero al sentir el dolor de los electrochoques.

Los electrochoques jamás llegaron y no sentía ninguna especie de dolor, se animó a abrir un poco los ojos y levantarse solo un poco de su estado enrollado, una figura frente a ella la estaba cubriendo, era Sonic quien se había lanzado frente a los soldados y además hizo pedazos las garras con las que planeaban tomar a la chica – no te muevas- le ordeno Sonic en voz baja a la muchacha, finalmente pudo respirar un momento.

-¡Erizo, ¿Qué haces?! Apártate del camino- ordeno el jefe del grupo.

-Lo siento mucho- sonríe – pero no puedo dejar que la lastimen más de lo que ya lo hicieron.

Todos estaban confundidos y algo decepcionados de la poca capacidad del erizo para manejar una captura, pero era claro que nada lo movería de allí y su mirada les advertía a todos que el que intentara tocar a la lamia seria derribado, aun con eso el erizo estaba consciente de que cualquiera podría lanzarse contra él, así que mantuvo posición de combate con una mano protegiendo el rostro de la serpiente casi por instinto, lo hacía casi siempre con sus amigo y otras personas, ahora también abarcaba criaturas. En una parte del grupo se escuchó – llamen al capitán, tenemos un problema- apenas audible, pero al menos ahora estaba preparado. Pasaron unos segundos que parecieron eternos, después de ese poco tiempo , Sonic sintió algo envolverlo rápido de su abdomen hasta su pecho, luego algo se recargo al lado de su espina de la espalda derecha; primero se sorprendió, incluso se paralizo un momento al sentir esa rara sensación recorrer su cuerpo, miro abajo y pudo observar las manos de la lamia abrazándolo y asumió que lo que sentía en su espalda era su cabeza, podía sentir sus sollozos silenciosos y al igual que la otra vez, no intentaba hacerle daño –Gracias- escucho una voz susurrante detrás de él, no dijo nada por el momento, pero si guardaría el dato de que ella si podía comunicarse y si conocía la lengua, era más que suficiente razón para no volver a maltratarla.

Varios minutos pasaron antes de que el general llegara, cuando apareció miro a todos uno por uno hasta detenerse con Sonic, lo miro un momento y luego a la lamia detrás de él, el general sonrió para luego echar una pequeña risa.

- Veo que tenemos un pequeño problema. ¿Confías tanto en esta cosa? Muy bien.

Sonic lo miro confundido.

- Si logras meterla sin las garras, prometo que no volveremos a utilizarlas en ella.

Sonic se sobresaltó por la petición, ni siquiera estaba seguro de si podría lograrlo sin ser agresivo con ella, no quería lastimarla ni que otros la lastimaran, pero era consciente de lo fuerte que era y lo más importante, lo mucho que odiaba estar encerrada; Sonic volteo a ella y ella también conecto su mirada con la de él, el erizo no sabía si la chica comprendía la situación, sabía que podía hablar, pero no hasta donde era capaz de ir su vocabulario.

Sonic se puso totalmente frente a ella, la chica estaba totalmente acostada en el suelo mirándolo únicamente a él, el erizo se arrodillo y extendió su mano a ella, nadie podía quitar la vista de lo que estaba pasando, sería la primera vez que podrían convivir con una criatura mitológica sin temer a que los maten; Sonic esperaba y pedía con todas sus fuerzas que confiara en él. Ella se acercó y se levantó solo un poco, volteaba a ver a todos de vez en cuando, luego miro la oferta de paz del erizo, no dudo mucho para tomar la mano del chico, cuidadosamente deslizo sus dedos por la palma de la mano de Sonic, casi como una caricia para luego sujetarla sin mucha fuerza, como si fuera un apretón de manos amistoso.

El erizo comenzó a caminar mientras sujetaba la mano de la Lamia, ella solo lo seguía, aunque aún no confiaba en los otros grupos, continuaba mirando a todos de vez en cuando; ambos llegaron a la entrada de la jaula, Sonic ya estaba dentro de ella pero la chica se detuvo, tiro un poco de su brazo pidiendo que se detuviera, que no continuara tirando de ella; él erizo trato una segunda vez de jalarla sin mucha fuerza para no lastimara, pero no se movía; se escucharon armas levantarse espaldas de la serpiente, volteo rápido y su respiración se hizo rápida – hey, hey- dijo él erizo con voz suave llamando a atención de la lamia, ella volteo a verlo.

- Confía en mí, no te harán daño. Lo prometo.

Ella estuvo dubitativa un momento, pero eventualmente siguió al erizo al interior de la jaula de vidrio, una vez con ella dentro Sonic se giró de espaldas la salida aun sujetando las manos de la chica; no era tonta, sabía lo que estaba haciendo el erizo y él también sabía que era lista, un ser pensante como él; intento empezar a retroceder soltando lentamente las manos de la serpiente, por un momento no lo quiso soltar y se detuvo.

- Tranquila, no te dejare sola.

Poco a poco soltó las manos del muchacho hasta que ya no se tocaban ni los dedos, Sonic continuo retrocediendo sin quitarle la vista para asegurarse de que no se moviera, ella solo se quedó sujetando uno de sus brazos, el mismo que se sujetaba aquella noche que se conocieron, tenía una mirada que reflejaba miedo, pero más que miedo inseguridad, estaba de vuelta en la jaula, encerrada ella sola sin nada más que ella misma.

Cuando Sonic salió los soldados cerraron la puerta, uno esperaría que lo hicieran lo más rápido posible azotando la puerta, pero en lugar de eso fueron cuidadosos y la cerraron más lento y tranquilo; todos estaban asombrados, el general se acercó al erizo y sonrió.

- Parece que no será necesario sacarte del caso. Serás muy útil muchacho.

El general le dijo al erizo que estuviera al pendiente de cualquier cosa que requirieran, ahora él sería el que tendría que convencer a la Lamia de comportarse y eso solo por el momento, aun no le decía a nadie que ella podía hablar porque no sabía que tan avanzado era su vocablo, no deseaba que la presionaran.

Tails esperaba al erizo a que volviera para masacrarlo más con comentarios que con preguntas, para él era claro que su amigo hizo una conexión con este pequeño proyecto, y claro tenía que molestarlo con comentarios como – tal vez las lamias si hechizan corazones- hiciste una nueva amiga- no sabía que te gustaban las serpientes- pero Sonic no parecía escucharlo del todo, estaba más confundido, ni él sabía que pasaba exactamente con la chica, ella desde el inicio puso su confianza en él, alguien a quien solo vio una vez y fue una situación muy incómoda, ¿porque confiar en alguien que no hizo nada para ayudarte desde el inicio?

Esto es más que confianza, es una confianza ciega, algo que rascaba una esquina del cerebro del erizo y no lo dejaba en paz, por supuesto que tenía que deshacerse de esa piedra en el zapato.

La cola de la serpienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora