Capitulo 10

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También hay piscinas para mantener la mente ocupada al igual que un gimnasio donde podemos sudar cualquier tipo de sustancia que hayamos consumido.

Aquí podemos practicar deportes e incluso si dejamos nuestros estudios de lado los podemos terminar ya que esta instalación en vez de ser una cárcel es mas bien un centro de recreación o mas bien como un retiro espiritual por así decirlo, es bastante bueno ya que cuenta con varias instalaciones a la hora de comenzar el tratamiento.

-Pues espero que le hayan gustado nuestras instalaciones y que se sienta cómoda- me dice.

-Pues gracias lo único que sé es que necesito descansar- le digo.

Estoy demasiado estresada por todo el proceso que he pasado ya que en estos últimos meses es demasiado agotador por así decirlo estar de aquí para allá y de allá para con este embarazo.

Cuando llego a la habitación puedo notar que hay una cama bastante grande y por lo visto la única que estoy aquí voy a hacer yo ya que no tengo mas compañeras en mi habitación ni nada por el estilo, al parecer me consideran peligrosa por la alta concentración de alucigeno que hay que mu interior.

Tomo una larga ducha logrando que mi cuerpo se refresque y se descanse un poico ya que hoy ha sido un día cansado y no he podido pegar ni un ojo en la clínica ya que cada vez que intentaba descasar sentía ganas de fumar o de inyectarme algo.

Pero esta vez hice una promesa y la voy a acatar sea como sea ya que quiero que mis hijos lleven una vida de lo más sana que puedan.

En la madrugada siento como mi cuerpo suda y mis labios se secan, oh no, esta sensación de nuevo; siento como gruesas gotas de sudor bajan por frente y espalda, siento como mi garganta adquiere una textura áspera y la verdad que las secuelas de esta droga me resultan sin lugar a duda algo extremo ya que no puedo imaginar nada que no sea la droga.

Por culpa del desgraciado de Patrick es que estoy así ya que si no hubiese sido por su estúpida idea de meterme a esos lugares tan vagos y tan recónditos yo pude haber llevado una vida bastante normal pero como dicen lo hecho, hecho esta.

Alrededor de las 4 de la madrugada me dan unos fuertes calambre en la espinilla que siento que se me a desprender este.

Maldita sea la hora que probé esa porquería y ya es tarde de arrepentirme yaz que todo está hecho.

Lucho y combato lo mas que puedo las consecuencias del uso esa droga, lucho con todas mis fuerzas mordiéndome y clavando ambas manos para así pude calmar un poco esta ansiedad que me carcome.

Cuando veo que amanece me meto a la ducha dándome un largo baño y las lagrimas no   son de esperarse ya que empezaron a caer en cascada por toda mi cara y siento como se me desprende y cuero cabelludo cuando me lo desenredo.

A la hora del desayuno comienzo a comer de manera exagerada como si nunca hubiese comido en mi vida, agarrando de todo lo que veo, creo que es un efecto del embarazo, pero al instante en el que termino de comer de una vez me dan arcadas y tengo que redirigirme en el baño.

Vomite absolutamente todo lo que me comí, pero ya no me siento tan mal como anoche, ya hoy no siento aquellas secuelas que sentó en la madrugada ya que me siento de lo más bien, me siento con una energía que nunca, es más, me siento como si hubiese fumado de nuevo.

En eso se me acerca la orientadora del lugar y me hace la pregunta.

- ¿Estas embarazada?

-Si, estoy esperando mellizos- le respondo.

- ¿Y por qué no me habías dicho antes? Para así poder adelantar el tratamiento y así comiences con algo mas profundo por así decirlo- me reclama.

-Disculpé, no lo vi necesario ya que a penas tengo 2 meses de embarazo y aun no se nota el vientre- le digo con timidez.

-Tranquilo, lo comprendo a la perfección, se que no es fácil porque a la edad que tienes no asimilas nada, pero no soy quién para juzgarte, solo estoy aquí para ayudarte- se sincera.

-Gracias- le digo limpiándome una lagrima.

Pues a decir verdad no fue tan desagradable sincerarme un poco con la coordinadora de acá, a decir verdad, que la hacia un poco más reservada con estos temas del embarazo.

Pues en las actividades que practicamos hoy fueron un tanto aburridas ya que solo estuvimos comentando ¿que como llegamos aquí? Y todo ese rollo.

También estuvimos conversando sobre algunas cosas que la verdad no me gustaba compartir.

Le doy gracias a Dios que nadie me reconoce como la hermanita de Loren o algo por el estilo ya que gracias a ella puedo hablar fluidamente el inglés como segunda lengua por sus instructores privados y todo eso.

Al llegar la madrugada vuelvo a sentir las secuelas de la abstinencia y eso que apenas llevo 15 días sin probar sustancias ilícitas ya que al tener la mente y el cuerpo ocupado yo puedo deducir que este tratamiento me esta funcionando de manera efectiva.

Porque la verdad es que me siento un poco más tranquila a ver que el tratamiento esta haciendo efecto y mas ahora que siento que embarazo va avanzando.

Ya no siento el deseo de arrancarme la piel cada vez que tengo impulsos de drogarme o algo así, gracias a Dios y a la especialista que me esta ayudando a llevar este proceso.

Gracias a Dios por lo visto nadie se ha enterado de mi estancia aquí en Phoenix y la verdad es que me empieza a agradar este lugar ya que me he sentido tranquila sin la molestia de nadie a mi alrededor y así por el estilo, la verdad he pasado mi embarazo tranquilamente y ya la preclamsia ha disminuido de manera considerable ya que no me han vuelto a dar dolores en el vientre y mucho menos sangrado.

Las náuseas han disminuido también y ha decir verdad, me siento la mujer mas dichosa al ver que mis niños han crecido dentro de mi vientre de forma sana.

Me dirijo al patio como todas las tardes y veo a una figura masculina que se me hace conocida, me acerco de forma cautelosa y manteniendo mi compostura.

Cuando estoy mas cerca el tipo voltea y esos inconfundibles ojos azules me miran con una profundidad alucinante, me observa y no puedo creer lo enorme que esta mi vientre, lo veo en sus ojos.

Lo que sorprende no es por su cara de sorpresa al ver mi vientre sino ¿Cómo supo que estoy en Phoenix? Algo me decía que mi paz interior no duraría tanto ya que veo que la maldición siempre vuelve a ti.

Me acerco dando grandes zancadas hasta donde el se encuentra y me le paro enfrente dándole una mejor vista de mi vientre.

- ¿Qué demonios haces aquí? - le pregunto con voz demandante.

-Vengo a ver la madre de mi hijo- me responde con una sonrisa pícara.

- ¡Que sorpresa! - le digo fingiendo la dicha frase.

-Aunque no me creas he estado al pendiente de ti- me dice.

-Gracias, pero nadie te pidió que lo hicieras ya que me dejaste bastante claro que solo le hacías la vida imposible a Loren DROGANDOME- me rio de lo anterior dicho- jajaja hasta estúpido suena eso ¿Cómo yo pude creer que el que yo me drogara le afectaría en algo a Loren?, no tuve el cerebro suficiente ya que como ves la que esta jodida soy yo y la que puede llegar a tener un bebe enfermo soy yo ya que gracias a la maldita combinación que me diste de drogas puede ser que uno de mis bebes nazca con alguna patología y ya como vez no soy capa ni de mantenerme un día bien sin sentir esta maldita necesidad de drogarme ya que es algo que llevo en la sangre- le reclamo con lagrimas en los ojos- eres un hijo de puta Patrick, jodete si piensas que me tragare el cuento ese de que viniste a ver a la madre de tu hijo- le digo enseñándole mi dedo corazón.

-Ahórrate tu discurso barato de “drogadicta en recuperación” ya que ese cuento no te lo tragas ni tu- me dice con ironía- ya después de haber escuchado las barrabasadas que dijiste puedo captar aquel tono de despecho que tienes ya que no deje a Loren por ti, pero ¿Qué esperabas? ¿Que dejara a la guapa y multimillonaria de tu hermana por una drogadicta fácil de manipular? Pues déjame decirte que estas muy equivocada ya que nunca, escúchame bien, nunca estaría con alguien como tú y mucho menos por ese bastardo que estas esperando, después de haber aclarado este punto te diré algo ¿aun estas dispuesta hacer sufrir a tu hermana aun? - no puedo creer el nivel de descaro que tiene para viajar tanto solo para decirme en mi cara lo desdichada que soy.

INEFABLE ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora