Capítulo 8 Nostalgia

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El alcohol que daba vueltas en mi cabeza me relajó y me hizo seguir bailando tranquila a pesar de tener a Lucas pegado a mí. O sea, es un desconocido, pero al mismo tiempo sé que es uno de los mejores defensas de la actualidad y campeón del mundo y está muy bueno, pero eso es lo menos importante, yo no iba a perderme la oportunidad de disfrutar una de mis canciones favoritas, así que le seguí el juego y moví mi cuerpo contra él.

El francés olía muy bien y sabía como moverse, lo que me ayudó a seguir bailando la siguiente canción sin alejarme mientras Kate y Amaia me veían divertidas y la primera algo sorprendida, ella me conoce demasiado bien y sabe que en mis 5 sentidos y mi estado natural de timidez jamás haría algo así y también sabe que el mayor de los Hernández siempre está en mí lista de futbolistas más guapos del planeta.
Sin embargo, no estaba emocionada, es decir, estaba bailando con él porque lo hacía muy bien y yo estaba borracha, además estábamos bailando entre todos en un círculo.
El DJ sustituyó al reggaetón con salsa y Kate casi brinca de felicidad, al igual que Pedro, que al ver su reacción no dudo en bailar con ella. Yo por mi parte aproveché para ir a sentarme, necesitaba tomar algo y despejar mi mareada cabeza.

-¿Hey a dónde vas? - Me interrumpió Lucas mientras agarraba con suavidad mi brazo. Era la primera palabra que me decía después de estar restregándonos por al menos media hora.

-A sentarme necesito respirar- le contesté algo pesada mientras señalaba mi mesa. Ya estaba llegando a otra etapa del alcohol, la euforia se iba y llegaba la tristeza, saben de lo que hablo.

-¿Te vas a ir como si nada y me vas a dejar bailando solo?- insistió con una sonrisa de lado fingiendo sorpresa.

-No, me voy a ir y vamos a seguir bailando, tengo el poder de doblarme- le dije con sarcasmo.

-¿Así? ¿Te doblas? ¿Cómo? Me gustaría verlo- respondió pícaro y con doble sentido, causando que mis mejillas se tiñeran de rojo. Vale no esperaba eso, en realidad nada de esto, siempre pensé y soñé muchos escenarios en Madrid, pero en ninguno estaba bailando borracha con un futbolista famoso y menos teniendo este tipo de conversación.

-Te quedaste callada, ¿estás pensando cómo me lo vas a mostrar?- interrumpió mis pensamientos conteniendo una sonrisa al ver mi reacción.

-No, en realidad estoy pensando en lo molesto que eres y el tiempo que estoy perdiendo aquí en lugar de ir a sentarme- Hizo una pequeña mueca y cuando me iba a responder uno de los chicos que andaba con él lo arrastró al centro de la pista donde estaban los demás, acto que aproveché para llegar a mi destino inicial.

Me senté sola en el sofá porque todos estaban bailando. Ya me quería ir y no eran ni la 1 am cometí el error de empezar a tomar muy temprano y no soy la mejor en eso, me sentía cansada y sin querer mi mente se desviaba a pensar en el innombrable, pero era culpa del alcohol que me producía nostalgia y tristeza y es que definitivamente nada ni nadie provocaba en mis esos sentimientos tanto como él.

-¿Qué mierda haces aquí sentada con cara de querer matarte?- me consultó Amaia, quien había llegado con Kate.

-Nada, me siento medio borracha, necesitaba descansar-

-¿Descansar de perrerar con Lucas Hernández? ¿Amiga de verdad?- dijo Kat asustada.

-No se ni en que momento empezamos a bailar, ni siquiera me acuerdo-

-No entiendo nada, acabas de conocer, bailar y hablar con uno de tus crushes y estás aquí con cara de desgracia. ¿Estás pensando en él yiopverdad?- me reclamó molesta, ella sabe mejor que nadie toda la mierda que comí por su culpa y es normal que le moleste que yo siga ahí.

-¿De qué hablan?- interrumpió Amaia.

-De su ex, terminaron hace meses, es un idiota que no la merece y que en realidad nunca lo hizo y ella no quiere avanzar- habló mi amiga.

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