Capítulo 2 Despedidas

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Sábado 22 de junio 2019

No pude dormir casi nada en toda la noche, es una molesta costumbre que siempre que tengo un día importante la noche anterior no me puedo dormir o solo paso soñando con eso.

Me levanté a las 9 am después de leer y responder un par de mensajes de buena suerte. Por dicha decidí viajar en la noche, así tengo todo el día para estar con mi familia y mis bebés peludos.

Siempre que estoy en la casa, yo soy la que hago el desayuno, pero ese día me topé con la sorpresa de que mi cuñada y sobrina lo prepararon y estaban todos ya reunidos en la sala, con todos me refiero a mis papás, mi hermana, hermano, mis cuñados y mis 1500 sobrinos, que aunque en realidad son 17 (contando sobrinos nietos) se sienten como 1500.

No somos un ejemplo de familia unida y feliz, pero tampoco me quejo. Creo que tengo los mejores papás del mundo, también están mis hermanos 20 y 19 años mayores que yo, quienes ya están casados y hasta tienen hijos de mi edad o más con los que me críe como si fueran mis primos o hermanos.

Tenemos diferencias como todas las familias, sobre todo entre mi hermana y mi hermano, pero estamos en una buena época donde todos nos hablamos y compartimos con todos, lo que me da la paz para irme tan lejos de mis papás y pensar que todo aquí va a estar bien. No sé cómo explicarlo, pero mis papás y yo somos uno solo, siempre me han sobreprotegido y ahora que están entrando en la edad de oro, yo soy la que me siento mamá gallina y responsable de ambos, no sé si tengo la fuerza y capacidad para iniciar una vida sola y lejos; sin embargo, al mismo tiempo muero de ansias de estar haciendo borrón y cuenta nueva.

Las ultimas horas con mi familia las pasé con los sentimientos a flor de piel, igual tengo que reconocer que yo vivo así, soy más sensible de lo normal y es por eso que a veces me siento como un libro abierto, no puede esconder lo que me pasa.

Al aeropuerto solamente me acompañaron papi, mami, Clau y Antonio. Jamás supuse que iba a ser tan difícil la despedida, quería llevarme a los 4 escondidos en la maleta.

- Ay mi amor que duro esto, pero toca dejar a los hijos que vuelen. Deseo de todo corazón, que Dios esté guiando todo, me la cuide y proteja siempre. Usted no confíe en nadie, cuídese mucho e intente hacer las cosas bien- me dijo mi papá mientras me abrazaba y llorábamos los dos.
- Lo prometo, todo va a estar bien, te amoo mucho, cuídese mucho usted, a mami y mis bebés por fa-
-Claro que sí, yo me encargo de los gatos-
- Mi amor sea muy feliz, cumpla sus sueños y después vuelva con nosotros intacta- lloriqueo mi mamá, que siempre estuvo más de acuerdo que mi papá con la idea de realizarme lejos.
- Sí, ma lo prometo, por fa no se descuide con los medicamentos y no este triste sin mí- Es difícil hacerse la fuerte en esas circunstancias, así que agradecí que mencionaran mi vuelo por los altavoces. Con un último abrazo y muchos te amo en el aire ingresé al pasillo y al destino que me iban a cambiar la vida.

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