➸ 𝑪𝒊𝒏𝒄𝒐

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Marceline Abadeer:
Dos días después volví al mismo lugar y aquella chica rosada estaba ahí ahora analizando él frutó del árbol, anotaba muchas cosas en su libreta, algunas veces mordía el borrador de su lápiz y fruncía él ceño mientras pensaba. Me sentía un poco decepcionada de no saber su nombre así qué mientras trataba de seguir escribiendo canciones pensaba en una manera de hacer qué me dijera su nombre o alguna manera de averiguarlo y me maldije a mi misma al percatarme qué no se me ocurrió nada. Ella es muy inteligente, si él casó hubiera sido al revés ella hubiera averiguado mí nombre sin tener qué preguntar.

Volví a enfocar mi mirada en aquella palabra qué había escrito hace poco, me crucé de brazos y había algo qué no me convencía, trataba de pensar en algo para cambiar aquella palabra qué me molestaba por otra diferente para hacer qué rimara un poco pero al parecer mi cerebro no quiso cooperar hoy, cerré mi libreta y cerré los ojos para tratar de aclarar mí menté, sentí una agradable brisa y sonreí por eso. Mi menté comenzó a divagar y me puse a pensar qué probablemente ya necesitó cortarme él cabello, si tal vez un corte de cabello me vendría bien pensé mientras me estiraba un poco aún con los ojos cerrados.

¿Marceline? -Aquella voz me asustó, me estaba quedando dormida cuándo la escuché y abrí los ojos me encontré con esa chica a menos de un metro de mí. ¿Si? -Dije tratando de recuperarme de aquel susto que me dió. Me estaba preguntando si ¿Podrías ayudarme con algo? -Preguntó, me quedé mirándola y supe qué es mí momento de actuar. ¿Ayudarte? -Pregunte alzando una ceja y cruzando mis brazos, ella asintió. Fingí pensarlo y ella sólo me miraba dudosa. Está bien pero a cambio quiero saber tú nombre -Dije levantándome. Ella me miró sorprendida y se cruzó de brazos. Nunca té rindes ¿mmh? -Sonreí y negué con la cabeza. Ella pareció pensarlo y cada segundo que pasaba me ponía más y más nerviosa. ¿Porqué carajos tenía qué ser tan difícil saber su nombre? Me quejé mentalmente. De acuerdo, me parece justo -Dijo y solté un suspiro de alivio. Necesitó que me ayudes a conseguir una hoja de ese árbol -Caminó hacía él y la seguí, el árbol estaba un poco alto así qué no podía conseguir las hojas fácilmente. Tal vez si me subo a tus hombros podré alcanzarla ya qué eres más alta qué yo -Dijo pensativa. Me encogí de hombros y simplemente floté un poco hasta qué arranqué una hoja y bajé, ella me miraba sorprendida. ¡¿Puedes volar?! -Preguntó y asentí. Fascinante. Serías buen sujeto para mis experimentos -Dijo analizándome, le entregué la hoja. ¿Eres una especié de superhéroe? -Preguntó. Me resultaba un poco extraño qué aquella chica pensará eso, normalmente por mí apariencia jurarían qué soy más bien un monstruo. ¡¿Qué?! ¡No! -Me reí. Soy mitad demonio, mitad vampiro y mitad humana -Expliqué encogiéndome de hombros y me miró asombrada. Increíble -Susurró para sí misma, me sonrojé ligeramente y volteé hacía un lado para evitar qué me viera de esa manera. Bien, cumplí con mí parte. Ahora quiero saber tú nombre -Dije rascándome la nuca. ¿Porqué tanto interés en saber mí nombre? -Preguntó cruzándose de brazos y resople molesta. ¿Y porqué no me lo quieres decir? ¡Vamos! ¡Es sólo tú nombre, no la dirección a tú casa! -Me cruce de brazos al igual qué ella. ¿Sabes qué es de mala educación responder una pregunta con otra pregunta? -Se rió y alzó una ceja. Le gusta dejarme sin argumentos lo puedo ver por esa pequeñita sonrisa qué muestra. Me detuve a pensar un momento y supe qué podía ganar en esté jueguito de la chica rosada. ¿Y no crees qué es algo descortés no cumplir con tú parte del trato cuándo estuviste de acuerdo desde él principio? -Touché, su sonrisa desapareció. Deduje qué es una chica qué le gusta la educación, los buenos modales y esas mierdas. Te aprovechaste de la situación y de lo mucho qué quiero saber tú nombre...esperó qué puedas dormir por la noche -Claramente hice mí mejor papel de víctima pero si mi plan no falla, ella misma me buscará para decirme su nombre. Tengo qué irme -Fingí ver mi reloj y tomé mis cosas. Esperó qué no te aproveches de los demás o te arrestarán por falta de educación. Adiós -Floté y me fui lo más rápido qué pude sin darle la oportunidad de hablar.

¡Pero qué chica más difícil pero eso es lo qué más me gusta de ella!

𝗖𝗮𝗿𝘁𝗮𝘀 𝗮 𝗠𝗮𝗿𝗰𝗲𝗹𝗶𝗻𝗲 [𝗕𝘂𝗯𝗯𝗹𝗶𝗻𝗲]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora