Á N G E L C A Í D O²

Capítulo Veintiuno

Conflictus

Un mes, un maldito mes desde que esa loca me busco para hablarme y ahora se atreve a buscar a Hyunjin.
 

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—Y dime...
¿cuándo me darán nietos?

Viernes 2:00pm Casa de Bangchan

Estábamos todos reunidos en casa de Chan incluso la madre de estos> Era una tarde soleada mientras comíamos, teníamos pequeñas charlas entre todos, todo normal,
Hasta que Yuna dijo lo siguiente

—Hyunjin ¿cuando piensas darme nietos?

Felix
Estaba tranquilamente comiendo un pedazo de carne cuando esté se me atoro, y empecé a toser como un desquiciado, un tomate no me ganaba de lo rojo que me puse, por un milésimo segundo vi mi vida pasar ante mis ojos.

—¿Felix estás bien? —dijo Hyunjin dándome palmaditas en la espalda — Vamos toma agua

Mientras yo me estaba ahogando, Bangchan, Jeongin incluso Minho se estaban riendo.

—¡Ves lo que provocas!  — dijo Hyunjin.

—Es-estoy b-bien

—¿Seguro?
Puedes por un momento dejar de decir lo que piensas —Su ceño se frunció
Cállate y deja de decir esas cosas.

—Hyunjin ya, —dije tomándole de la mano — Estoy bien solo me tomo por sorpresa.

—Te la paso esta ves Lucifer
— Dijo Yuna —Además si te quedarás aquí y con él tienen que darme nietos.

—Yuna Felix no puede así que deja de decir cosas.

Felix
Escuchar eso de parte de Hyunjin lo sentí raro bueno no es como que yo le halla dicho eso,  pero sabíamos que hay una posibilidad además no creo que sea bueno recordarle. Aparte no se porque piensa eso, le he dado señales que yo puedo crear una familia, pero es mejor que piense eso, ya que...

—¿Felix?

Mandé —dije rápido mirando a Yuna.

—¿Estás bien?

—¡Oh!, si estoy bien
—Cuando me di cuenta ya todos habían terminado incluso se habían retirado

—Realmente lo siento no sabía eso.

—Des-descuide no pasa nada, no le haga caso a Hyunjin ya ve como se altera

—Descuida unos jalones de orejas y se arregla.
—Decidimos levantarnos y ir con los demás. Cuando llegamos a la sala solo Jeongin, Bangchan y Minho estaban.

—Ve a buscarlo, no te preocupes.

Y eso hice después de recorrer casi toda la casa lo vi en el jardín trasero.

—¿Estás bien? —dije acercándome.

—Si

—¿Seguro? no te ves como si lo estuvieras

—¡Entonces si sabes que no estoy bien para que preguntas! Solo déjame en paz

—V-vale t-te espero adentro —mi voz salió entre cortada.

—Felix espera...

No quise detener mi paso así que entre. No se qué le pasa, tal vez, tal vez no le agrado la idea

—Tremendo idiota

—¿Tu qué haces aquí? —Miro a Jisung preguntándole.

—¡Te estoy hablando!