Á N G E L C A Í D O²

Capítulo Veintidós

Angelus cecidit 

Felix

—¡Hola! ¿Estabas hablando con alguien?

—¡He! No, no,
Solo terminaba de arreglarme. ¿Ya comiste?

H—Cene algo antes de venir

—Ya veo...  ¿Te quedarás?

—No, tengo que hacer algunas cosas.

F —Vale —Me puse un poco de crema en la cara y me subí a la cama, Encendí la tele y puse una película animada.
—¿Pasa algo? —Dije viéndolo.

—Yo, lo siento

—¿Porque te disculpas?

—Por como te hablé en la casa de Chan

—Ya no importa olvídalo

—Claro que importa, realmente lo siento, no quise hablarte así lo que dijo Yuna me enojo además tengo otros asuntos.

—Solo quería saber si estabas bien

—Lo se mi amor y perdón —Se acercó hacia mí y se sentó al lado mio.

—¡Perdóname!

—Esta bien, fue mi culpa, fuí en un mal momento.

—¡No, no fue tu culpa amor
Sabes que te amo y no quise hablarte así!

—Yo tambien te amo —Dije haciendo un puchero.

—Ya, ya perdoname

—Yuna se dio cuenta...

—Lo se y descuida voy aceptar su regaño

—Dijo que con una jalada de orejas se te quitaba

—Si eso solía hacer cuando estaba con ella

—Hyunjin...

—¿Dime?

—¿H-has hablado con Eva?

—¿Porque lo preguntas?

—Era duda, ya sabes me molestó un tiempo y luego ya no.

—No amor no he hablado con ella, y no lo haría, Entre ella y yo, ya no hay nada y nunca lo abra; Además ya te tengo a ti y con eso es suficiente.

—¡Lo se!

—Bueno tengo que irme
Te veo mañana si —Se despidió con un beso y luego se fue.

—¿porque mientes? —susurre.

{...}

—¡Hola amor!

—¿Que quieres?

—¿Vine a verte, a caso no puedo ver a mi novio?

—¡¿Que quieres? Dilo rápido no tengo tanto tiempo!

—Si quieres el reino de tu padre tienes que casarte conmigo

—¿Porque contigo? No crees que ya fue mucha tu humillación, quierete un poco

—No quieres que tu lindo chico se pierda verdad, Siempre tu objetivo fue dejarlo como Ángel, siendo puro, Solo así lo vas a lograr, acaso ¿No quieres eso?

—Claro que lo quiero, pero tú, tu ni siquiera has pisado el reino porque me serviría casarme contigo —No eres nadie, y nunca lo serás así que no insistas, yo mismo puedo conseguir lo que quiera.

—Vale, vale como tú lo digas...
En fin vamos a ver si el aún te amará después de que le cuente, que sobre todo siempre prefieres a Jisung, ¿como era?... ¡Ah si!, en el cielo y en el infierno le fuiste infiel. Y ahora en la tierra, muy mal muy mal