2.- Risas, bromas y lágrimas.

160 14 3
                                    

Logro salir del shok en que estaba, pero ahora me doy cuenta que todo fue una broma, todos se estan riendo de mi.

-Debiste. Ver. Tu. Cara- logra decir Matias, porque tambien se esta riendo a carcajadas, sinceramente todos pareces focas retrasadas. Ahora me doy cuenta como soy yo cuando me rio y como nos mira la gente en la calle.

-Paren de reirse- les digo, haciendo puchero. Pero nadien me toma en cuenta y sigen riendose, un rato despues logran dejar de reirse- ¿ya pararon de reirse como focas retrasadas?

-¿Perdon, Constanza? Otzea aqui la unica que se rie como foca retrasa eres tu- me dijo Alexandra con su tipico tono de cuica, pero todos sabemos que no tiene nada de cuica Alexandra

-Eh...los invito a comer- invitó Daniel.

-¡Oh, yes! Tengo mucha hambre- gritó Alexandra. Mi amiga era asi y yo algunas veses tambien, incluso peor que ella, por eso es que nos llevamos tan bien, pero hoy no ando con tantas ganas de ser tan...¿como desirlo? ¿subnormal? ¿especial? ¿loca? Pero bueno, somos asi y no nos importa lo que digan de nosotras.

-¿Nosotros también estamos invitados?- dijo Tom, caminando hacía nosostros.

-Nop, ustedes pagan- les dije bromeando.

-Tu no eres la que invito, Constanza marakena- dijo el Tomi molestandome, mi segundo nombre era Macarena, pero Tom me desia Marakena.

-¡Maldito bitch!- le grité.

-Si igual te quiero- me respondio sin tomar mucho en cuenta lo que le dije. Siempre nos tratabamos asi, igual que con Mat, pero con Mat es peor.

-¿Quien es él?- preguntó Anais señalando a Daniel.

-Me llamo Daniel, y soy amigo de Mat- dijo Daniel sonriente.

-Ah, buena, si eres amigo de Matias, también eres de nosotros- dijo Tom, y fue hacia él y le pegó de forma "varonil" en la espalda.

-Oh, gracias- dijo Daniel.

-Ya paren de darse tanto cariño y vamos a comer, por favor, que tengo hambre- dijo Alexandra.

-Mmm...¿sí vamos a mi casa? Está sola, mis papás están trabajando y mi hermano está de viaje.

-Oh, sí mucho mejor- les dije.

-Pero tenemos que comprar algo para comer- dijo Mat.

Entonces fuimos a un supermercado que estaba cerca a comprar, compramos papas fritas, ramitas, bebida, incluso cerveza, ya que Daniel tenía 18 años era mayor de edad, podía comprar.

Llegamos a la casa de Mat y pusimos una película de terror.

-Que alguien valla a buscar las papas- grité.

-Anda tú poh- me dijo Mat.

-Bu, pero me da flojera- hice un puchero adorable.

-Tú sabes que a mi no me convenses con tus pucheros...pero se me ocurrió una idea, juguemos piedra, papel o tijera, el que pierde va a buscar las cosas, ¿Bueno?- dijo Mat y todos asintieron.

Jugamos todos, y resulta que con mi super suerte perdi yo, me toco ir buscar las cosas. Me paré y fui a la cocina donde estaban las bolsas y saqué platos para hechar las papas y ramitas.

-Hola- me asustó una voz, detras de mi, y casi en mi oreja, me asusto tanto que llege a dar un pequeño salto y se me cayeron algunas papas al suelo. Me di la vuelta y era Daniel. Maldito puto, me asusto.

-Me asustastes- le reclamé.

-Perdon, solo queria hablar contigo- frunci el ceño.

-¿Y de que?

Completamente DiferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora