Daniel me levantó, pasando una mano por mi espalda y otra por debajo de mis rodillas y me llevo hasta su moto.
La noche estaba cálida, pero el viento de la velocidad de la moto era inigualable, me encantaba esa sensación.
No hablamos en todo el trayecto, pero yo no era capaz de sacar la maldita sonrisa de mi cara.
Cuando la moto se detuvo, estábamos en medio de arboles y la única luz que alumbraba el paisaje era la luna.
Nos bajamos de la moto y Daniel entrelazó nuestras manos.
-¿Donde estamos?- pregunte.
-Luego te explicaré, solo sigueme.
Caminamos unos minutos, mientras yo abrazaba a Daniel para mantener el calor, porque de un momento a otro la noche se puso helada.
-Mira allí- me señaló un lugar hacia delante.
Mire cautelosamente lo que señaló y divisé una pequeña casita.
-¿Una casa?- pregunté confusa.
Daniel sonrió y una pequeña carcajada salio de él. Supe por su mirada que este lugar era importante para él, como si tuviera miles de recuerdos aquí
Caminó hacia la casita y yo lo seguí. Él se adentro en ella, pero yo me quede mirando. Estaba construida de ramas, palos, tablas y un nylon. Pareciera que ya tenía bastantes años.
Me adentre en ella y lo primero que vi fue un montón de fotos pegadas en la pared.
En todas salia Daniel, en algunas más chicos y en otras más grande, pero en todos salia con una gran sonrisa aunque su mirada decía todo lo contrario. En muchas salia con Jackson, o con Sofia y otro chico. En una salia Daniel, Mat y Connor, pareciera que tenían mas o menos 5 años. Pero mi mirada se centro en una. Daniel estaba con dos adultos, al parecer eran sus padres, era la única foto que su rostro era cerio.
Mire a Dan, quien estaba viendo una carta. Voltio a mirarme y sonrió melancólico.
Camine hacia él y mire la carta que tenia entre sus manos.
"Para mi pequeño Daniel.
No leas esta carta hasta que en verdad te sientas preparado"
Leí lo que estaba en el sobre, pero la carta estaba cerrada.
Dejo la carta en un mueble que había y me tomó de la mano. Daniel se sentó en un colchón que estaba puesto en el suelo y yo me senté al lado de él.
Me acosté en el colchón y ocupe las piernas de Dan como cabezera. Él me acarició el pelo, se sentía tan bien, pero su miraba estaba perdida.
-¿Dan?- susurre.
Daniel me miró, pero no dijo nada.
-¿Por qué me trajiste aquí?
Abrió la boca para hablar, pero se detuvo, quedo pensando un rato y luego decidió hablar.
-Nunca he traído a alguien aquí, nadie sabe de este lugar, ni Jack. Cuando tenía 4 años encontré este lugar, desde hay fue este lugar la salida de escape de mi vida... Te traje aquí, porque...hace años he tenido esa carta entre mis manos, me siento preparado, pero cuando ya estoy por abrirla me da miedo y no puedo...pero cuando estoy contigo me siento seguro...¿me entiendes?
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Completamente Diferentes
RandomElla era una chica normal, bueno no tan normal, aprendió a disfrutar de la vida sin importar lo que dijeran de ella. Tenía un pasado triste, pero todos esos problemas la isieron fuerte, la isieron madurar a temprana edad. ¿Pero que pasa cuando llega...