14.- Cursilerias modo off

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Creo que desde hace mucho tiempo que no era tan feliz como lo soy ahora. Y me duele admitirlo, pero creo que si no hubiera sucedido el accidente de Dan nunca habría pasado lo que paso.

Habían pasado cuatro días desde el accidente, y hoy van a dar de alta a Daniel.

No voy a poder acompañarlo cuando se valla a su departamento, pero después de clases voy a ir a visitarlo.

-¿Entonces tu y Daniel son...novios?- pregunto Alexandra cuando le conté todo.

-No somos novios, pero...creo....agh no se.

-Se aman y todo eso, pero todavía no son nada- dice Alexandra con ceño fruncido.

-Si somos algo.

-¿Y que son?

-No se, mierda, ya deja de preguntar- le digo ya arta de su vómito de preguntas.

-¿Estas con...Daniel?- escuchó una voz detrás mio.

-¿Luke?- lo miro.

-Responde...

-Si, estoy con Daniel- digo sin pensarlo. Alexandra me queda mirando.

-Ah si po', a él le dices, pero a mi no- dice Alexandra con un puchero.

-Pero si te dije.

-No, me dijiste que si, pero no, pero igual o creo- dijo imitando mi voz, pero de una manera horrible.

-Entonces creo que se cancela nuestra salida, ¿no?- dijo Luke un poco dolido.

-¿Por que? Si somos amigos, no tiene porque cancelarse, o bueno si tu no quieres, se cancela.

-Oh, creí que ya no querías salir conmigo, pero bueno, entonces sera cualquier día de estos, hay te digo.

-Ok.

Tocaron el timbre para entrar a clases y nos despedimos para irnos a nuestras respectivas clases.

***

Las clases pasaron como tortuga coja. Pero fue un alivio que la mamá de Alexandra me diera un aventon al departamento de Daniel.

Entré al edificio y tomé el ascensor, y allí caminé al departamento 32, ósea el de Daniel. Iba caminando cuando me topé con Jackson.

-Hola, Coni- saludó.

-Hola, Jack.

-¿Vienes a ver al malo de la cabeza de mi hermano?- preguntó sonriente.

-Si- me rei.

-Cuidadito, no quiero tener un sobrino- sentí como mi rostro se calentaba. Jack se despidió y se fue.

Toqué la puerta del departamento de Daniel y después de un rato me abrió.

Estaba afirmado de un bastón y me sonrió cuando me vio.

-Pasa- me dejo pasar y yo camine al interior.

-¿Como has estado?- le pregunte.

-Con dolor de cabeza y dolores del cuerpo, pero ahora que llegaste estoy fantástico.

Me reí y el se acerco a mi y me abrazo por la cintura. Yo me puse de puntillas, lo abraze por el cuello y hundi mi cabeza en su cuello.

-Gracias- susurro en mi oído.

-¿Por qué gracias?

-Por estar conmigo.

Sonrei contra su cuello y sentí que el hizo lo mismo en mi cuello.

Completamente DiferentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora