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Un mundo paralelo donde Sabito y Makomo sobreviven a la selección final y acompañan a su amigo en el camino, de este modo el pilar del agua no es como lo conocemos ya que su mundo no quedó en soledad teniendo el amor de sus...
Holaaaa! Antes de empezar quiero avisarles que esto no es un capítulo ni un especial como tal, la verdad no es nada importante para la historia, por si no quieren leer no afecta en nada, no mencionada nada importante como dice el título.
Y si gustan seguir leyendo, pues muchas gracias!
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—Oye Giyyu, ¿Sabes que es lo que tiene Makomo?
—¿De qué hablas?
—Si, desde que fuimos a cenar en la finca del pilar del viento, esta muy rara ¿No crees? La veo algo despistada, me preocupa, es como la otra vez -Cuestiono el peli-durazno mientras posaba su mano en el menton, como si este acto lo ayudará a pensar mejor-
—No se a que te refieres, ayer regresamos de nuestra misión y no vi nada raro en ella, fue impecable como de costumbre, tal vez solo eres tú hanny.
—Si tal vez so- ... Espera... ¿¡Cómo me dijiste!?
Al mayor le encantaba que su amigo se refiriera a el por "hanny" pero en cuanto se lo dijo, el azabache se negó rotundamente a cumplir ese capricho, era demasiado vergonzoso.
—¿Qué?
—¿Qué cómo me dijiste?
Pregunto de nuevo, tomando al oji-azul por la cintura para acercarlo más a su cuerpo.
—Como que hoy estás muy raro, ¿Sabes? No se de que hablas~ -Comento el peli-negro intentando soltarse del agarré y volteando el rostro para evitar cualquier tipo de contacto, pero esto fue inútil ya que el de haori blanco apretó más la cintura ajena, sin necesidad de lastimarlo y tomo su barbilla delicadamente, obligando a verlo a los ojos.
—Vamos Yuu~, dilo una vez por favor... Por favor -Susurró tiernamente en el oído ajeno, el también tenía sus trucos y sabía que esa era la debilidad del peli-negro-
—N-no.
—por favor... Yuu~ —... H-hann-y -Esas palabras apenas eran audibles, sin embargo el pelidurazno lo sintió como si lo estuviera gritando, mientras el azabache escondía su rostro en el pecho del mayor-
Ambos sentían su corazón latir a mil por hora, estos sentimientos tan hermosos que solo aparecían cada vez que estaban cerca del otro.
El ojilila levanto nuevamente el rostro del chico que estaba entre sus brazos para ver esos hermosos y profundos ojos azules, esos en los que se podía perder por su belleza, los observaba atentamente, e inconcientemente comenzó a acercar su rostro al ajeno, ahora observando esos delicados, finos y con un leve color rosado, esos hermosos labios, los cuales no sabe desde cuando, moría por probar, quería ser el primero y el único en tocarlo, lo deseaba.
El menor noto las intenciones de su "amigo" pero no tenía objeción alguna, estaba dispuesto a complacerlo y no era algo que el no quisiera, así, se comenzaron a acercar con demasiado cuidado, sintiendo que sus corazones se salían de su pecho y un color carmesí se apoderaba de sus mejillas, llegaron al punto de estar tan cerca que sentían la respiración ajena.
