𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟔

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La pequeña mierda pretenciosa estaba ignorándolo, lo había estado ignorando desde que regresaron a Londres.

Era perfecto, en realidad, ya que Sehun había decidido ignorar a Baekhyun, también. Cuanto menos hablara con el chico, mejor. Bueno, al menos esa era la teoría.

En la práctica, jodidamente no le gustaba estar siendo ignorado por Baekhyun.

Se estaba volviendo loco. Esa era la única explicación.

Sehun descansó los ojos en la fuente de toda su frustración.

Baekhyun estaba tumbado en el sofá con un grueso libro en sus manos. A diferencia de Sehun, parecía completamente relajado y absorto en su libro. No había mirado a Sehun ni una vez, no había hablado una palabra con él desde su regreso. Eso molestaba a Sehun, porque… porque se suponía que era él quien iba a ignorarlo. Baekhyun se suponía que estaría frustrado, no él.

Sehun hizo una mueca, atrapado en ese tren infantil e irracional de pensamiento.

Molesto consigo mismo, Sehun desvió la mirada, fijándola en el televisor.

Treinta segundos más tarde, se encontró mirando a Baekhyun de nuevo.

Había un pequeño lunar en el cuello pálido de Baekhyun, junto a la débil marca de color rojizo. La marca de dientes y labios que le dejó.

Sehun miró hacia otro lado.

Tal vez la razón de su frustración era la falta de una confrontación abierta. Dado que Baekhyun había decidido fingir que su pequeño viaje no había sucedido, a Sehun no se le había dado la oportunidad de decirle a Baekhyun que el sexo no significó nada. Deseaba simplemente confrontar a Baekhyun y que lo llamara gay para que pudiera negarlo.

Pero Baekhyun ni siquiera lo miró, y chico, si eso no lo hizo cabrear. Quería levantarse, caminar hacia Baekhyun y sacudirlo, empujarlo, inmovilizarlo en el sofá debajo de él y…

Sehun se puso de pie y salió de la sala rápidamente. Golpeó con los nudillos la puerta del estudio y la abrió.

—¿Vas a salir hoy? —dijo.

Minseok levantó la vista de su ordenador portátil, un teléfono presionado a su oído.

—Un momento, Minghao —dijo, poniendo el teléfono abajo—. Estoy trabajando desde casa hoy —dijo a Sehun con el ceño fruncido—. Chanyeol me lo pidió. ¿Por qué? ¿Hay algún problema?

Sehun deseaba poder decir que sí. Lamentaba que no pudiera decirle a Minseok que tenían que dejar el departamento inmediatamente para que Sehun pudiera marcharse con él, alejarse de Baekhyun y su piel, su boca y sus ojos. Demonios, casi deseaba ir al pueblo de Seunghyun para ver el vecindario.

—No —dijo Sehun—. Solamente volviéndome loco.

Cerró la puerta con firmeza y suspiró.

Esta locura tenía que terminar.

* * * * *

No pasó.

Por la noche, estaba más allá de frustrado.

Apenas podía saborear la comida mientras la devoraba, sintiéndose distraído y molesto. Miraba a Baekhyun, odiándose a sí mismo por su incapacidad para ignorarlo. Observaba a Baekhyun y Minseok hablando de sus conocidos en común e intentó convencerse de que estaba mirándolos a ambos.

No estaba mirándolos a ambos.

Baekhyun hacía ese parpadeo lento, a veces, dejando a sus pestañas barrer contra sus mejillas antes de mirar a todo con el que estaba hablando, lento, y soñoliento y pareciendo un cervatillo.

𝐌𝐀𝐋𝐕𝐀𝐃𝐎 | 𝐒𝐁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora