Un mes después
La puerta del centro de seguridad se abrió y cerró.
—El nuevo pasante está llorando —dijo Soyeon.
Sehun hizo un ruido evasivo, sin abrir los ojos.
—¿Por qué está llorando? —dijo Soyeon—. ¡Oh Sehun!
Sehun abrió los ojos y se encogió de hombros, sabiendo que la volvería loca. Soyeon era una purista de las reglas, del tipo de hacer todo según el libro y nunca cuestionar las órdenes de Chanyeol. Innecesario decir que ellos en realidad nunca se habían llevado bien.
—No tiene aguante —dijo por fin, mirando el monitor de seguridad que mostraba al niño llorando fuera de la habitación—. Hoy no estoy de humor para cuidar de niños estúpidos.
Soyeon cruzó los brazos sobre su pecho.
—Nunca estás de humor desde que regresaste a trabajar. Uno pensaría que una segunda oportunidad te pondría de un humor agradable en vez de convertirte en un tirano. Es el cuarto empleado que has hecho llorar, solo en esta semana. Alguien va a quejarse. Ya no estamos en Rusia, Sehun.
Él le dio una mirada poco expresiva.
—Si tienes problemas con mi comportamiento, puedes decírselo a Chanyeol.
Soyeon suspiró.
—No me malinterpretes, me alegro que estés de vuelta… yo estaba enferma de hacer tu trabajo además del mío, pero necesitas tratar con lo que sea que te tenga queriendo morder a todos. Lo que esté mal contigo, arréglalo.
—No hay nada malo en mí.
Ella sonrió.
—Eres un idiota, pero no eres tan idiota. Arréglalo, Sehun.
Ella se marchó y Sehun se dejó caer hacia atrás en su silla, pellizcándose el puente de la nariz.
¿Arréglalo?
Deseaba saber cómo.
Esto había durado más de un mes. Su mal humor empeoraba a cada día, y constantemente tenía ganas de golpear a alguien. No había habido oportunidad de golpear a alguien, pero había estado intentando morder a sus subordinados y reducirlos al llanto. Para ponerlo claramente, se sentía como una mierda y lo sacaba sobre cada uno alrededor. Con la Navidad acercándose, casi todo el mundo estaba con espíritus festivos, y esto sólo destacaba cuan miserable bastardo estaba siendo. Si Baekhyun lo viera ahora, lo llamaría matón y estaría absolutamente en lo cierto.
Sehun dejó escapar un suspiro, más allá de molesto consigo mismo. Había logrado no pensar en Baekhyun por dos horas completas. Eso debía ser un nuevo récord. Si la cosa por Baekhyun era una enfermedad, la falta de exposición a la causa definitivamente no estaba ayudando.
Para empeorar las cosas, sentía como si Baekhyun estuviera de repente en todas partes: Sehun seguía viendo los anuncios publicitarios con Baekhyun todo el maldito tiempo. Los odiaba, odiaba verlos, odiaba las miradas sensuales que Baekhyun daba a la cámara… a otra gente. Los celos ácidos quemaban su interior cuando se preguntaba si Baekhyun estaría con alguien más en este momento, si estaba sonriendo para ellos, si dejaba a otras personas tocarlo, besarlo, mirarlo dormir…
Sehun saltó a sus pies y comenzó a caminar por la habitación.
Lo que esté mal contigo, arréglalo.
La cosa graciosa era, que en realidad no había tenido intención de terminar las cosas con Baekhyun. Había querido simplemente hablar con él… Baekhyun era la única persona con la que se sintió remotamente cómodo como para hablar de su sexualidad… pero Baekhyun lo había tomado de forma equivocada, interpretando la incomodidad de Sehun como el deseo de terminar las cosas. Después que Baekhyun sugirió terminar su arreglo, viéndose tan jodidamente despreocupado, Sehun difícilmente podría decir que no quería terminarlo.
Tal vez debería haberlo dicho.
¿Y entonces qué? Baekhyun claramente no quería nada permanente con él. Joder, si estuviera en los zapatos de Baekhyun, él tampoco querría nada permanente consigo.
Sehun llegó a una pausa abrupta.
¿Quería él algo permanente con Baekhyun?
Su corazón comenzó a latir más rápido. Pensó en ser capaz de llamar a Baekhyun suyo, ser capaz de pasar tanto tiempo con Baekhyun como quisiera, ser el único hombre en tocarlo, besarlo, joderlo. Le gustó la idea. Le gustó muchísimo.
Pero mientras que su corazón y su cuerpo estaban totalmente a bordo, él estaba un poco incómodo ante la idea de una relación con un hombre y dudaba de que fuera bueno para Baekhyun.
Sehun suspiró. Bien, escuchar a su cerebro sólo lo había convertido en un jodido miserable.
Tal vez era momento de ser irracional e ir por lo que quería.
La pregunta era si podría convencer a Baekhyun de que funcionarían juntos cuando no podía convencerse completamente ni a sí mismo.
Baekhyun había dicho que podrían ser amigos.
En el momento, había desechado la idea como ridícula. Por primera vez, Sehun le dedicó algún pensamiento real. Si fueran amigos, no sería capaz de tocar, pero iba a ser capaz de ver a Baekhyun, de mirarlo todo lo que quisiera. De esa forma no haría daño a Baekhyun por jugar con él.
Tal vez ellos realmente estuvieran mejor como amigos.
Ahora, si tan sólo pudiera encontrar la forma de mantener sus anhelantes manos para sí mismo.