—¿Has hablado con tu amigo?
Minseok levantó la mirada de su ordenador portátil y la fijó en Sehun.
El Ruso estaba descansando en el sofá, con los ojos fijos en su teléfono. Minseok lo estudió con interés. Desde que habían hablado y limpiado el aire entre ellos hace una semana, Minseok se sentía mucho más cómodo en presencia de Sehun, pero no eran exactamente amigos y todavía no podía conseguir una buena lectura de él.
—¿Qué amigo? —dijo Minseok —. Tengo muchos amigos.
—Baekhyun —dijo Sehun, su tono de voz, tal vez demasiado casual.
Minseok lo miró con curiosidad. No estaba ciego: se había dado cuenta de que había algo entre su malhumorado guardaespaldas y Baekhyun. Minseok no podía decir que lo aprobara -pensaba que terminaría con Baekhyun llorando- pero, de nuevo, todo el mundo le dijo lo mismo sobre Chanyeol, y Minseok nunca había sido más feliz. Seguro, Chanyeol no era un hombre fácil de tratar, pero Minseok se sentía bien con él. Bien, seguro, y muy enamorado.
Obligándose a dejar de pensar en Chanyeol, Minseok centró su atención en Sehun.
—Sí —dijo inocentemente, reprimiendo una sonrisa cuando la mandíbula de Sehun se apretó. El tipo no estaba claramente feliz por la brevedad de su respuesta.
Siete segundos pasaron antes de que Sehun finalmente hablara de nuevo.
—No ha venido —dijo Sehun, con los ojos todavía en su teléfono.
—No —confirmó Minseok, mirando lejos por un momento para ocultar otra sonrisa—. ¿Esperabas que viniera a menudo? En realidad no somos esa clase de amigos. Está ocupado con la línea de moda de Chen, creo.
Sehun no dijo nada.
Minseok estudió su duro perfil. Aunque Sehun no lo intimidara más, no podía dejar de notar que había una promesa en espiral de violencia en la línea de su cuerpo. Minseok se preguntó qué clase de vida Sehun habría llevado para que la tensión estuviera tan profundamente arraigada en sus gestos, incluso mientras Sehun supuestamente estaba relajado y seguro. Sehun era diferente de Chanyeol en ese sentido: Chanyeol era todo poder y dominio controlado, mientras que Sehun emitía vibraciones tensas, agresivas, como si fuera a explotar en cualquier momento. Habiendo visto lo que Sehun era capaz de hacer, esto ponía a Minseok algo cauteloso, aunque supiera que Sehun no le pondría un dedo encima.
—¿Te gusta Baekhyun? —dijo Minseok, en contra de su mejor juicio.
Los hombros de Sehun se pusieron rígidos, incluso la ilusión de relajación había desaparecido. Minseok medio esperaba que Sehun negara tener ninguna inclinación homosexual, por lo que estaba muy sorprendido cuando Sehun simplemente dijo:
—No.
Su curiosidad aumentó rápidamente, Minseok dijo:
—¿Te olvidaste que los vi a ti y a él besándose?
Una vez más, esperó “No soy un maricón” o algún otro insulto homofóbico.
Sehun lo sorprendió otra vez.
—Eres un chico —dijo él, sin desprecio—. A ti no te tiene que “gustar” alguien para besarlos.
Minseok puso los ojos en blanco. Si tuviera un centavo por cada vez que alguien subestimaba su experiencia o su edad, sería el hombre más rico de la tierra.
—Sabes, yo no estaba exactamente enamorado de Chanyeol la primera vez que tuvimos sexo —dijo Minseok. Cuando Sehun giró la cabeza hacia él, Minseok sonrió, divertido. ¿Realmente pensaste que yo era tan ingenuo? Chanyeol odiaba a mi padre y yo sabía que me estaba usando —Ladeó la cabeza—. En realidad, comparado con eso, no entiendo por qué tú y Baekhyun no se llevaron bien desde el principio…
