NARRA HERMIONE.
Me desperté más temprano de lo normal, había olvidado la reunión con las chicas la noche anterior, de seguro Ginny me lo reclamaría. Abrí los ojos poco a poco y una luz iluminaba mi habitación, debían ser más de las 10 de la mañana, hacia una semana que había tenido aquella platica con Draco y desde entonces no hablaba con él, me miraba en los pasillos o en clases y se limitaba a sonreír de lado y lanzarme miradas discretas.
Hoy era la salida a Hogsmeade y hoy sería el día especial de mi amiga pelirroja, me senté en el borde de la cama y me talle los ojos, me puse de pie y me dirigí al baño, la puerta se abrió de golpe me giré sobre los talones sobresaltada, para encontrarme con un chico de ojos verdes y cabello negro sumamente preocupado, me relaje rápidamente.
- ¡Hermione! - Gritó Harry mirándome fijamente - necesito ayuda.
- ¿Qué ocurre Harry? - pregunté confusa recogiéndome el cabello en una coleta.
-Ginny - dice seguido de un gran suspiro - estoy nervioso por lo que pasara hoy.
-Tranquilo - digo acercándome a él - sabes cuál es la respuesta de ella.
-Prefieren volver a enfrentar a Voldemort - dice sentándose en mi cama pasándose las manos por el cabello.
-Sí, Harry - digo con una sonrisa - es preferible que todo el mundo mágico corra peligro antes de pedirle matrimonio a tu novia - no pude evitar el tono de sarcasmo en mi voz, mi mejor amigo me lanzo una mirada desesperada y una risita se me escapó - Ginny te ama
-De eso estoy seguro - dijo poniéndose de pie - pero no puedo evitar el temblar cuando su madre nos pregunte porque la urgencia por casarnos, no sé cómo darle la respuesta
-Yo si - dije acercándome a él y tomando sus manos entre las mías - señora Weasley amo a su hija de eso estoy seguro, solo que ahora espera un pequeño Potter, por lo que es necesario que nos casemos - solté una carcajada y Harry me miró fríamente
-Muy graciosa, Granger - me dijo con una sonrisa en los labios.
-Solo dile que no puedes esperar a estar con su hija - digo soltando sus manos y dirigiéndome al baño - ahora si me disculpas necesito una ducha, para acompañar a mi mejor amiga a lo que seguro será un día inolvidable - mi mejor amigo asintió con la cabeza y se dirigió fuera de la habitación - tranquilo Harry, Ginny te ama como loca - dije antes de entrar al baño y cerrar la puerta tras de mí.
Puede escuchar cómo se cerraba la puerta de mi habitación, me desvestí, solté mi cabello y me metí a la ducha, el agua tibia caía en mi espalda y era realmente reconfortante, había pasado una noche muy intranquila, había tenido un sueño muy extraño, y me sonroje al recordarlo:
"me encontraba en la mansión Malfoy, solo que era una habitación grande, de colores oscuros y con una única ventana, cuberita por cortinas de terciopelo verde, por lo que la habitación se veía en penumbras, me encontraba tumbada en una cama grande, muy cómoda de hecho, cuando Malfoy entraba por la puerta de la habitación, me miraba y sus ojos grises me veían con ternura incluso como amor, se acercó lentamente a mí y se tumbó encima mío, me besó, un beso con pasión, mis labios se movían por si solos respondiendo aquel beso, sus manos comenzaron a acariciar mi cuerpo lentamente, mi cara, mi cuello, mi cintura, y hacían el mismo recorrido una y otra vez, de arriba abajo, su boca se detuvo y comenzó a besarme el cuello, una sensación nueva se apodero de mi algo que jamás había sentido, ni cuando Ron me besó de esa forma en la sala común hace apenes unas semanas"
Aun debajo de la ducha, con el agua cayendo lentamente sobre mi cuerpo podía sentir los besos de Draco en mi cuello, sacudí la cabeza rápidamente para alejar esos pensamientos y salí de la ducha envuelta en una toalla, algo no estaba bien conmigo, las emociones que sentía por él iban aumentando a un nivel escandaloso, no podía permitir que eso llegará más lejos.
- ¡por Merlín, Hermione, siempre fue tu enemigo! - me regañe a mí misma mientras abría la puerta para salir del baño.
- ¿Quién es tu enemigo? - Me preguntó un chico pelirrojo sentado en mi cama, sentí como la sangre abandonaba mi cuerpo y no podía articular palabra - necesitamos hablar - dijo Ron al darse cuenta que no hacia ningún movimiento. Parpadee fuertemente un par de veces y tome aíre para hablar, di unos pasos hacia enfrente, decidida a enfrentarlo.
- ¿sobre qué? - pregunte furiosa, no había hablado con él desde la discusión que tuvimos hace una semana, y realmente no me apetecía hablar con él.
-Sobre nosotros Hermione - dijo acercándose lentamente a mí, con un movimiento de la varita cerró la puerta del baño tras de mí por lo que no podía retroceder.
-No hay un nosotros, Ron - dije fríamente
-Hermione, esto no puede terminar así - dijo él y pude ver como sus ojos se llenaban de agua.
-Lo siento, pero ya ha terminado - no podía retroceder, no ahora que Draco estaba ocupando un lugar que solo a él le pertenece.
- ¿hay alguien más verdad? - su pregunta me tomo por sorpresa y no pude evitar mirarlo confundida ¿acaso él sabía algo de Draco? Eso es imposible, nadie lo sabe.
-Claro que no - mentí evitando su mirada - simplemente que esto no puede ser más Ron, no puedo darte lo que necesitas
-Hermione ¿quieres hacer el favor de vestirte? - preguntó mirándome de pies a cabeza, pude ver como sus ojos se encendían, había olvidado que solamente estaba cubierta por una toalla - lo que pasa es que quiero arrancártela y besar cada parte de tu piel - no pida creer lo que mis oídos habían escuchado, lo mire enfadada y me acerque a él con paso decidido
-No se te ocurra ponerme un dedo enzima, Ronald Weasley - le advertí mirándolo fríamente.
-Tú tienes la culpa - dijo el tomándome por la cintura fuertemente, entonces supe que había sido un error acercarme a él - te ves realmente hermosa de esa forma - me susurro al odio, olía a alcohol, había estado tomado, me pregunto ¿cómo abra conseguido hacerlo?
-Aléjate, Ron - intenté apartarlo pero él era más fuerte que yo.
-Hermione, cásate conmigo - y antes de que pudiera entender lo que decía me estaba besando, su beso sabía a alcohol puro, intenté pararlo, pero él me tomo por la nuca y acerco mi cara más a la suya, no quería lastimarlo pero no tenía otra opción, le mordí fuertemente el labio inferior y me soltó rápidamente.
- ¿Qué te pasa? - preguntó claramente enfadado.
-Te dije que no te acercaras - le dije igualmente furiosa - y si me disculpas tengo cosas que hacer, ya te puedes ir.
-Hermione - dijo lentamente - realmente quiero que te cases conmigo
-No seas tonto, Ron - le dije con cierta tortura ante su petición - no sabes lo que dices, estas tomado.
-Se perfectamente lo que digo - dice arrastrando las palabras - no he tomado tanto.
-Ron, entiende, lo nuestro ha terminado - pude ver como caían las lágrimas por su cara y dio media vuelta.
-Volveremos - advirtió - sé que lo haremos, haré lo que sea para recuperarte - salió de mi habitación y azoto la puerta furioso, estoy segura que hablaba enserio, y me preocupe al saber su reacción cuando se dé cuenta que me estoy enamorando de su peor enemigo.
Me cambié rápidamente con unos vaqueros algo ajustados para mi gusto y un suéter rojo, me puse mis zapatillas de deporte y baje las escaleras, había repasado mil veces las instrucciones que Harry me había dado, pero cuando me miro bajar a la sala común su cara aún seguía como si estuviera muy enfermo.
-Tranquilo, Harry todo saldrá bien - dije intentando darle ánimos.
-Te Juro, Hermi, que si Voldemort retorna en este momento no me daría tanto miedo como el saber lo que le tengo que decir a Ginny- pude ver que le temblaban las manos por el nerviosismo.
-Harry, venciste a un Voldemort con tan solo un año de edad - comencé - lo volviste a vencer a los 11 años, venciste a un basilisco en segundo grado, peleaste contra 100 dementores tú solo en tercero, ganaste el torneo de los tres magos y escapaste por un pelito de las garras de Voldemort en cuarto, te batiste a duelo contra el señor oscuro en quinto, hiciste una búsqueda suicida para buscar Horrocrux, has sobrevivido a las 3 maldiciones imperdonables - digo tomando aire - ¿y le tienes miedo a pedirle matrimonio a Ginny y a lo que pensara Molly? - digo intentando ocultara una sonrisa - deja que te diga querido amigo, que eres patético
-Creo que prefiero todo eso, a tener que explicar porque nos casaremos tan pronto - me dijo mi amigo con una cara que parecía que en cualquier momento se desmayaría.
En ese momento una pelirroja entro a la sala común, muy sonríete, llevaba unos vaqueros negros con una blusa blanca manga larga, y el cabello suelto cayéndole suavemente sobre su espalda, a juego con su blusa llevaba unas zapatillas de bailarina.
- ¿nos vamos Hermi? - Pregunto mi mejor amiga, y antes de que respondiera, Harry había salido corriendo de la sala común - no sé qué diablos le pasa últimamente - dijo enfadada
-Está preocupado por él bebé - mentí - vamos, se nos hará tarde.
Caminamos hasta el pequeño pueblo mágico, mientras repasaba mentalmente las instrucciones de Harry, "llévala a las tres escobas cuando estés ahí me lo dices por medio del galeón falso del ED, tomen una mesa junto a la ventana, y has que le dé la espalada a la puerta de la taberna, entretenla un rato después me encargare yo de lo demás" me decía una y otra vez cuando estuvimos en la sala común repasando todo.
Ginny iba muy enfadada por la actitud de mi amigo, por lo que no hablo durante el trayecto, y no mencionó mi ausencia en la reunión que tuvieron en su habitación yo tampoco pregunté, no sabría que responder cuando preguntará la razón por la que no asistí,
- ¿Vamos a Honeydukes, Ginny? - y sin esperar respuesta la arrastre a la tienda.
En cuanto entramos pude ver la mirada de mi amiga, esta se iluminó rápidamente, comenzó a recorrer los estantes repletos de dulces, tomando algo de todo lo que se le antojaba, estuvimos más de 2 horas, tomando muestras de cada uno de los dulces, que había
- ¿Realmente te comerás todo eso? - pregunté sorprendida por la cantidad de dulces que tenía en una bolsa de papel ya que habíamos salido de la tienda.
-Fii - dijo comiendo una rana de chocolate ansiosamente
-Tu estado te está volviendo un Ron en femenino - dije sonriendo, ganando una mirada fría de ella.
Caminamos lentamente por el pueblo, habíamos pensado en ir a Sortilegios Weasley pero George, había cerrado la tienda "temporalmente", íbamos de camino a las Tres escobas cuando distinguí una cabellera rubia mirándome fijamente, caminaba de la mano de Maris y no pude evitar tensarme ante tal situación, Maris caminaba arrastrando a Draco hacia nosotros y yo tuve que fingir una sonrisa.
-Hermi, Ginny - saludó mi nueva amiga - que gusto encontrarlas, íbamos a las tres escobas.
-Hola, Maris - saludé mirando directamente a Draco en vez de a mi amiga.
-Yo no voy a ningún lado con esa serpiente - dijo Ginny cuando hubo acabado su rana de chocolate - ¿Qué haces con él, Maris?
-Ginny, tranquila - le respondió con una sonrisa - Draco es mi novio - mi amiga pelirroja se quedó perpleja y a pesar de que yo lo sabía pude sentir como los celos se apoderaban de mí.
- ¿tú novio? - Preguntó confundida mi amiga - ¿me estás diciendo que el Hurón oxigenado es tu novio?
-Cuidado con lo que dices, Weasley - habló por primera vez Draco y yo le lancé una mirada fría.
-No te atrevas a amenazarla, Malfoy - le rugí lanzándole una mirada fría y arrastra a mi amiga hacia las tres escobas - nos vemos otro día, Maris, cuando cierta Serpiente no esté presente - pude sentir la mirada confundida de la supuesta novia de Draco pero no le hice caso.
Entramos a las tres escobas y tal como me había dicho Harry, casi le rogué a Ginny para que se sentara de espaldas a la puerta, me puse de pie y mientras esperaba las bebidas le di un toque con la varita al galeón falso y en este apareció la palabra "ya" pedí un whisky de fuego para mi y un chocolate caliente para mi amiga, me acerque a la mesa de nuevo y Ginny me miro asustada.
- ¿no crees que eso es muy fuerte, Hermi? - pregunto cuidadosamente
-No, Ginny - dije fríamente mientras tomaba asiento en la silla junto a la ventana - ahora necesito algo fuerte - no podía dejar de pensar en como Draco se podía pasear de la mano de Maris por todos lados y yo de estúpida, viendo, al menos no la ha besado, me dije intentando consolarme, y como si lo hubiera adivinado me giré a la ventana para ver el pueblo y pude sentir como las lágrimas amenazaban con salir, Maris y Draco se besaban apasionadamente, miraba alrededor de ellos para ver si había alumnos cerca, pero estaban totalmente solos "vale esto lo pagaras Malfoy" pensé con rabia.
- ¿estás bien? - preguntó Ginny al ver mi cara
-Sí - deseaba con todas mis fuerzas que Harry llegara rápido para irme a mi habitación, tomé de un sorbo el Whisky de fuego y pedí otro más, la cara de mi amiga cada vez mostraba más preocupación
- ¿segura que estás bien? - preguntó mi amiga después de que perdí la cuenta de cuantas copas de Whisky había tomado.
-Ssii- le dije arrastrando las palabras comenzaba a sentirme mareada.
Harry y Ron entrón silenciosamente a la taberna, las luces se apagaron quedando todo completamente a oscuras, se escuchó un grito y Ginny me tomo la mano asustada, después de un rato las luces volvieron y cuando mis ojos apenas se acostumbraron a la luz, puede ver a un Harry arrodillado frente a mi amiga con la Snitch que había atrapado en su primer partido, la misma que ocultaba la piedra de la resurrección, detrás de él estallaron pequeños fuegos artificiales, que formaban una frase "¿Quieres casarte conmigo?" mi amiga lo miraba perpleja no se esperaba esa propiciación, de pie junto a mí un pelirrojo miraba la escena encantado.
-Encontré mi Snitch hace años - comenzó mi mejor amigo y pude notar su nerviosismo en la voz - pero fui tan idiota como para darme cuenta hasta hace apenas un tiempo, Ginny, sé que no soy el hombre perfecto, que tengo miles de defectos, he tenido que tomar decisiones muy duras en mi vida, que casi siempre tenían que ver con la vida de otras personas, pero - suspira - esta es una de las decisiones más difíciles que he tomado, y es la única que tiene que ver con mi vida, te amo Ginny Weasley, y quiero pasar el resto de mi vida contigo - mi mejor amiga estaba perpleja, gruesas lagrimas caían por su cara y miraba a mi mejor amigo como si fuera un sueño, mi amigo besó la Snitch e inmediatamente se abrió dejando a la vista un pequeño anillo, con una única piedra color dorado y unas alas que formaban el cirulo para rodear el dedo de la portadora - eres mi única Snitch ¿quieres casarte conmigo? - pude ver como pequeñas perlas de sudor brotaban de la frente de mi mejor amigo, Ginny se abalanzo sobre él y lo besó, Ron carraspeo molesto a mi lado pero ellos lo ignoraron
-Sí, Harry - dijo Ginny entre sollozos - si quiero ser tu esposa.
Todo mundo en la taberna comenzó a aplaudir, mi amigo sonriente, pidió vendidas para celebrar, claro que mi amiga pelirroja solamente tomo chocolate caliente.
Tomé más de la cuenta y de regreso a el castillo, Ron me ayudaba a caminar pues no podía mantener el equilibro, me sentía mareada, en cuando llegamos al castillo me deshice como pude de los chicos y me encamine tambaleado hacia la sala común de los Slytherin, quería hablar con Malfoy, decirle que lo odiaba con toda mi alma por hacerme sufrir de esa manera, los celos me estaban comiendo, cuando llegué a las mazmorras, recordé que no sabía cuál era la contraseña de las Serpientes, por lo que me senté en el suelo esperando a que alguien saliera o entrara para decir que buscaba a Malfoy.
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No todo lo que brilla es oro
FanfictionHe leído muchos DraMione, y pensé ¿porque no hacer uno yo también? pero lo quise hacer diferente, todos los que he leído han puesto a Narcissa Malfoy como una persona dulce y encantadora, pero que pasaría si se entera que su único hijo esta enamorad...