*LIA*
- Papá no es justo, yo también quiero ir. - dije dando una fuerte patada al suelo.
-He dicho que no. - dijo yéndose.
Mi padre, llamado Michel nunca me ha dejado ir a cazar al bosque, dice que es porque no quiere perder a la única hija que ha tenido y va a tener, ya que mi madre, que se llama Selina, es estéril, por lo que les resultó extraño a todo el pueblo que yo naciera.
Agarré mi arco y mis flechas, me dirigí a hurtadillas hacia la entrada del bosque prohibido, todos temen entrar aquí, dicen que aquí habitan los seres más oscuros... lo extraño es que creen en eso siendo que no lo han visto... me dirigí a un árbol y la escalé, mire a mi alrededor en busca de una diana que había puesto la semana pasada, se encontraba como a unos trescientos metros de distancia. Agarré el arco con la mano izquierda, y con la derecha la flecha, me preparé y disparé, le di al borde de la diana, genial, quizás mi padre tenga razón, no debería de ir a cazar... si ni siquiera me he acercado al centro, preparé otra flecha y la volví a disparar, le di en el mismo sitio, tiré el arco al suelo con rabia, no podía ser más mala con las flechas, me iba a bajar, pero escuché una voz.
- Típico...
Era una voz masculina, me giré y no había nadie.
-¿Quién eres?- dije gritando.
Nadie respondía, pensé que estaba loca, pero lo volví a escuchar.
- Yo soy... alguien que sabe usar un arco y una flecha...- dijo burlándose de mi.
Me incorporé en el árbol y empecé a observar alrededor, pero no veía a nadie.
-Hey, ¿a quién buscas allí?- dijo riéndose de mí.
-¿Dónde estás?- dije mientras buscaba hacia abajo.
-No lo entiendo... ¿buscas abajo a alguien que escuchas cerca? Pero si estas subida a un árbol de unos... cientocincuenta metros...- dijo entre risas.
-No, yo sólo... buscaba mi arco.
Al terminar de decirlo, mi arco cayó delante de mí.
-Ahí la tienes.- dijo
-¿Cómo lo has hecho?, ¿dónde estás?,¿por qué te escondes?
-Es fácil de explicar... y no me escondo, sólo que tú no buscas bien. Bueno, ha sido un placer conocerte, pero lastimosamente, me he de marchar...
-¿Volveremos a vernos?, bueno... a hablar... porque por lo visto sólo me ves tú...
Empieza a reírse.
-Claro...hasta luego
Me puse a mirar a mi alrededor, por si lo veía mientras se marchaba, pero no fue así. Me bajé con facilidad y me dirigí hacia mi cabaña, pero antes de entrar vino mi madre corriendo y me preguntó:
- Lia, ¿dónde estabas?- dijo preocupada.
-Yo...estaba dando una vuelta... por el pueblo...- mentí.
-Hija...han vuelto.- dijo con miedo en la mirada.
-¿Quiénes han vuelto?- pero ella no podía contestar, se había puesto muy pálida.
-¡Mamá!- grité con fuerza.
Mi madre se desmayó, pero fui rápida y la sostuve antes de que tocara el suelo, le pedí ayuda a Alfred, la metimos en la cabaña de mis padres.
-Iré a por agua y un pañuelo.-dijo él mientras se iba.
Alfred volvió y me dio el pañuelo y el agua, moje el pañuelo y se lo puse en la frente, Alfred salió de la cabaña corriendo, dejándonos solas a mi madre y a mí. Le quité el pañuelo y le toqué la frente, estaba enfriándose cada vez más de una manera muy rápida, empecé a agobiarme, no sabía que hacer, entonces, oí una voz en mi cabeza.
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Saga de Elementos #1: FUEGO.
FantasyHace mucho tiempo, la madre naturaleza fue matada por "ellos" con la intención de obtener sus poderes, pero en mitad de la pelea la madre naturaleza se dio cuenta de que iba a perder, por lo que antes de que la mataran, ella dividió sus poderes en c...