EDGAR

127 7 2
                                    

*LIA*

Esperé a que dejara de llorar.
-¿Que te pasa?- le pregunté preocupada.

Era extraño que Gloria llorara.

-Es...Edgar- dijo entre sollozos.

Edgar es su novio desde hace un año, él es huérfano.Él es uno de los pocos adolescentes a los que se les deja ir a cazar.

-¿Qué ha hecho? - pregunté.

Se secó las lágrimas y dió un suspiro.

-Él...se metió en... el bosque prohibido...y no ha vuelto.

-Tranquila...seguro que esta bien...o a lo mejor... se ha perdido y no sabe como volver.-le dije.

-Hace tres meses que se metió en el bosque...

Ahora que lo dice...hace tiempo que no lo veía...¿cómo no me había dado cuenta?

-¡¿Qué, por qué no me lo habías dicho antes?!

-Yo...yo...creía que se había perdido...y no quería meterlo en problemas...- dijo volviendo a llorar.

Creo que no debí de haberle gritado...

-Tranquila...lo encontraremos...-dije susurrando.

-¿Y si le ha pasado algo?-dijo entre lágrimas.

-Un momento...¿por qué se ha metido en el bosque?

Miro hacia la nada y me dijo:

-Yo...no lose, empezó a comportarse de una manera extraña...ya no me miraba a los ojos como lo hacia antes... luego, me dijo que se iba a ir al bosque...intenté convencerle para que no se fuera...pero...dijo que tenía que hacerlo...intenté detenerlo...pero...no me hizo caso...

¿Por qué habrá hecho eso? Lo conozco bastante bien...él no hace ninguna tontería sin un buen motivo.

-Tranquila...- dije.

-Nose que hacer.-dijo con la mirada perdida.

Me puse a pensar... la verdad es que no sabía que hacer...ni que decirle...así que intenté tranquilizarla.

-Tranquila mírame,-giró su cabeza para mirarme- hagamos una cosa, esperemos a que pase una semana...si no sabemos nada de él...iremos a buscarlo.

Asintió con la cabeza, la abracé y volvió a llorar, continuamos abrazadas hasta que dejó de llorar, luego nos pusimos de pie, nos dimos un abrazo largo, intenté animarla un poco y se fue.

Miré a mi alrededor, como siempre los más pequeños estaban jugando, algunos adultos iban corriendo de un lugar para otro, los de la tercera edad estaban sentados mientras vigilan a los pequeños, aquí se les protege más a los ancianos, ellos han vivido mucho por lo que tienen más experiencia y sabiduría, así que nos viene bien que estén ellos presente. Mi abuelo se llamaba Earnan, él era uno de los ancianos más viejo del pueblo, un día vi como se metía en el bosque prohibido, yo no dije nada ya que supuse que él sabía lo que hacía, pero...desde ese día no lo volví a ver y ya han pasado trece años desde la última vez que lo vi.

Me dirigí hacia la cabaña de mis padres, quería ver como estaba mi madre y preguntarle quien es Adalia...

Llegue a la puerta, la golpeé con los nudillos tres veces y la abrí . Al entrar vi a mi madre sonriendo como si nada le hubiera pasado, ella estaba cocinando mientras bailaba y tarareaba una canción que no conocía, mi padre estaba sentado en una silla que se encuentra alrededor de la mesa de madera.

-¿Estas segura?-dijo mi padre algo preocupado.

-Sii, ya te lo he dicho, me encuentro perfectamente.- dijo ella con una gran sonrisa.

Saga de Elementos  #1: FUEGO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora