Saga de Elementos #1: FUEGO.

SORPRENDIDOS

*LIA*

-¿Qué hacen todos en el suelo?- pregunta Alex.

¿Enserio, esa es la pregunta que se le ocurre realizar ahora?

-Nada, estamos aquí tomando el sol.¿Qué crees?- le dije con ironía.

- !Lía!, que nos acaba de salvar el pellejo.- me dijo Gloria.- Lo siento, ella es así siempre.- le dijo a Alex.- por cierto gracias. ¿Como te llamas?

-Ya estoy acostumbrado, me llamo Alex  y .- no le deje terminar.

-¿Podríamos movernos e ir a hacer las presentaciones en otro lugar?, porque este no es el mejor momento ni sitio.

-Tienes razón, vamos, debemos de darnos prisa.- dijo Alex.

Un momento...miro a su alrededor y me doy cuenta de que esta sólo.

-¿Donde esta Fire?- le pregunto a Alex con el ceño fruncido mientras me levanto.

-¿Fire?- preguntó Gloria.

-Tranquila, esta bien, no se ha movido del hueco del árbol, ni va a salir a no ser que tú se lo órdenes o lo haga por su cuenta. - dijo Alex.

-¿Y tú de donde has salido?- le preguntó Sergio.

Eso mismo me estaba preguntando yo, supuestamente él debería de estar esperándome cerca del árbol, donde se encuentra Fire.

-Será mejor que nos movamos.- dijo Alex adentrándose al bosque.

Nos pusimos todos a andar detrás de Alex en silencio, lo gritos y llantos iban disminuyendo a medida que nos adentrábamos más al bosque.

-¡Fireee!- grité cuando nos estábamos acercando al lugar en donde lo había dejado.

Empeze a oír como se rompían unas ramas y hojas secas al ser pisadas.

-Quietos, no den ni un paso más. -dijo una voz grave detrás de nosotros.

No puede ser,¿ nos han seguido ?

-Tú, agarra a esa chica. Y tú, agarra  a la otra.

Ordenó uno de ellos, ¿pero cuantos son?
Sentí como una mano muy áspera me agarraba fuertemente del brazo derecho.

-¡Sueltame!- grité mientras estiraba  mi brazo.

-¡No me toques!- gritó Gloria.

Uno de ellos, empezó a reírse, el que me había agarrado el brazo derecho me dio un fuerte tirón haciendo que me de la vuelta. Hay los vi, eran cinco, uno estaba jalándole el brazo derecho a Gloria, tres estaban parados unos pocos metros delante de mí, y el otro, era el que me tenía agarrado.
Me fijé bien en ellos, no eran humanos, todos tenían alguna que otra cicatriz, tenían los ojos negros, en lugar de tener una nariz "normal", tenían un agujero en medio de la cara, no tenían cejas, tenían unos dientes amarillos con manchas rojas, me quedé quieta, el miedo se había apoderado de mí.

-¡Sueltenla!- dijo Alex.

El del medio de los tres de los que estaban parados, lo miró rápidamente.

-Vaya vaya....miren lo que tenemos aquí. - dijo mientras se acercaba hacia Alex.- nada más ni menos que a un dundha.

¿ Un dundha? ¿ Qué  es eso?

-Déjalas- dijo Alex.

No se oía miedo en su voz, en cambio yo ahora mismo no podía ni hablar.
Apreté mis manos fuertemente convirtiéndolos en un puño, al hacer eso, sentí mi arco.
Un momento...mis flechas...