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Siendo arrastrado por todo el camino lleno de lodo y piedras sangrando de las manos, y las rodillas, medio era consciente de que iba a directo a su tumba, su cuerpo quemaba por todos los golpes, los raspones y cortaduras que llevaba en su piel, pero lo que más dolía era, que su propio esposo lo entregara en bandeja de plata al asesino. 

Seis días antes.

Eran las dos de la mañana y Win se encontraba  sentado en la orilla de la cama abrazando una almohada, lloraba al recordar, que el día anterior acompañado de su amigo siguió a su esposo al hotel.

Le comentó a su amigo del mensaje y las sospechas anteriores que había tenido durante la semana. Porque eran varias veces que su esposo llegaba tarde a casa, no lo tocaba, no salían juntos en citas, como antes y había encontrado una de sus camisas manchada de lápiz labial. Las típicas señales de un engaño. 

Entonces su amigo Khao, insistió en hacerle caso al mensaje de texto que enviaron a su teléfono, para desmantelar el engaño de su esposo.

Fueron al hotel y al número de habitación que decía la nota, subieron el ascensor y cuando salieron vieron a su esposo parado afuera frente a una de las habitaciones, Khao y Win se escondieron detrás de la pared donde terminaba el pasillo para que no los descubrieran. Win se quedó helado ante la escena apasionada de besos con la mujer que lo engañaba y lo peor de todo es que conocía a esa mujer, le causó asco, y dolor porque esa mujer no solo era amante de su esposo, sino que son primos. 

Win se mordió el labio derramando lágrimas de impotencia y desilusión. Algo que no había sentido antes. Su feliz y dulce matrimonio terminó en un engaño. ¿Cómo podía manejar tal magnitud, si todos a su alrededor lo cuidaban, incluso procuraban que no se lastimara, desde pequeño vivía entre cuidados y mimos debido a que había perdido a sus padres, su abuela fue lo único que le quedó pero se encargó de amarlo tanto como pudiera, su abuela se retorceria del coraje al ver en quien había confiado a su nieto.

Khaotung llevó a Win a su moderno y lujoso apartamento en el centro de la ciudad, donde vivía con su esposo. Podían vivir de esa manera debido a que su esposo era un auditor bien pagado y Win administraba la mayoría de oficinas postales que hay en la ciudad por herencia de su abuela. 

Khaotung espero a que derramara la última gota de lágrima para después convencerlo de llevar a cabo el divorcio. Win lo sabía. Sabía que tenía que enfrentar a su esposo, no podía verlo de la misma forma después de ver tal escena. 

Esperó tres días, esa era la razón de estar esperando como idiota en la madrugada a que llegue su esposo. Seguía repasando las palabras exactas que Khaotung le indico para romper con el matrimonio. Porque aun no estaba seguro de tener las fuerzas para pedir el divorcio, su esposo tenía ese don de poder transformar sus decisiones en nada, siempre le creía, porque lo ama. Aunque ese amor está empañado por el engaño, pero ¿con quién se quedaría ahora?, no tiene más compañía, solo Khaotung, pero su amigo tenía sus propias preocupaciones y también su vida.  

Escuchó la puerta abrirse y esperó ver a su esposo, el que pronto sería su ex esposo, si todo salía bien. 

–Win, mi cielo ¿qué haces todavía despierto?– se apresuró hacia Win, sosteniéndose con una rodilla en el suelo, tomó las manos de su dulce esposo y depositó un beso en ellas. 

–Estaba esperando– dijo Win demostrando nerviosismo. 

–Lo siento pero todavía tenía trabajo por terminar –dijo en evidente disculpa– No debes estar despierto a esta hora. No me gusta que te desveles, puedes enfermar.

Win se soltó de su esposo y se puso de pie. Con voz quebrada pero decidido, pidió aquello que pensó que jamás diría. 

–Joss quiero el divorcio. 













💌Hola, espero les guste la nueva historia.
Algunos capítulos serán largos y otros cortos.

Sin más que decir, si les gusta la historia dejen su voto y comentario.

Cuidense ❤️
🧙🏻‍♀️🐳

Me cambiaste [BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora