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Win no sabía del todo lo que hacía, su abuela lo ayudaba a tomar decisiones debido a que siempre lo mantuvieron en casa sobreprotegido. 

Era un chico obediente, también consentido. Recibía clases con profesores particulares porque su abuela lo quería tener cerca, le dedicaba todo el tiempo posible, le compraba todas las comodidades posibles. Con los únicos que conversaba era con los empleados de la casa, quienes lo cuidaban y apreciaban. Cuando tuvo la mayoría de edad cerca de graduarse su abuela lo empezó a llevar a la oficina central de postales, para conocer a los que un día iban a ser su equipo de trabajo. Su abuela jamás lo dejaba solo. 

Pero, está vez no tenía a su abuela, al quien acudió fue a su amigo Khao quien ha sido cercano desde que se mudo a la casa vecina de dónde vivía. De pequeños siempre lo llevaban para jugar con su vecino, los dos tienen la misma edad, provienen de familias estables, la única diferencia era que Khao si estudio en una escuela.

Llamó a Khao para relatarle la propuesta de Joss esperando que su amigo lo ayudará a decidir. Lo que no se esperaba el menor era que su mejor amigo estuviese de acuerdo con Joss, diciéndole que aceptara el viaje. El menor al no saber qué hacer con exactitud le terminó haciendo caso a Khao.

Aún no sabía con exactitud de qué se trataba la terapia de pareja, no tenía el conocimiento sobre eso, pero sería mejor esposo de ahora en adelante, No quería que Joss se fuera de su lado, ni que lo engañara de nuevo. Joss era su único familiar.

Se conocieron cuando él ya estaba incorporado en la empresa de su abuela y ella lo llamó para que revisara las cuentas de la empresa, el hombre le gustó a primera vista, siempre vestido con traje de oficina, piel canela, un caballero y una sonrisa encantadora que lo hacía reír como un tonto, se ruborizaba todo el tiempo, cuando le hablaba o le decía uno que otro piropo. Con el tiempo se ganó la confianza de su abuela al igual que logró conquistar por completo su corazón. 

Después de tres años de noviazgo, Joss pidió la mano de Win, lamentablemente la abuela falleció antes de que pudiera casarse, pero antes le recomendó al mayor el negocio y a su nieto. La señora Metawin estaba convencida de que Joss era de fiar. 

Actualmente

Iban en la camioneta de Joss, una SUV todo terreno roja que al menor le gustaba, pero no lo dejaba manejar. Se dirigían al pequeño pueblo donde se situaba la clínica de la terapeuta. 

Cuando llegaron se estacionaron en una cafetería el primero en entrar fue Joss, mientras Win le seguía tímidamente debido a la miradas curiosas de los lugareños. Desayunaron y después se dirigieron al hotel donde habían reservado su habitación. Cuando llegaron Win se sentía extraño, fuera de lugar, Joss había estado todo el día distante, lo dejaba siempre atrás, le hablaba con un poco de mal humor, no parecía el mismo hombre de siempre "paciente y caballeroso". 

–Joss puedes abrazarme –pidió recostado en su lado de la cama listo para dormir. 

–Win hay demasiado calor, duerme, mañana debemos ir con la terapeuta– dijo, dándole la espalda al menor, cubriéndose con las cobijas. 

Win no insistió, pero se sentía triste, algo le decía que no estaba bien la forma en que se dieron las cosas, pero se aferraba a la idea de que todo cambiaría para mejor. 

 

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Me cambiaste [BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora